GUERRA
Los bombardeos rusos han destruido aproximadamente el 40% del sistema energético ucraniano y la compañía eléctrica nacional se quedó sin recambios para las reparaciones.
Ucrania se prepara para su invierno más duro tras tres semanas de ataques masivos rusos contra su infraestructura energética, mientras que Moscú se dispone a prolongar la guerra hasta 2023, según indican varios de sus pasos.
Los bombardeos rusos han destruido aproximadamente el 40% del sistema energético ucraniano, y aunque Kiev se esfuerza por restaurar la red cuanto antes, la persistencia de los ataques ha motivado incluso que la compañía eléctrica nacional se haya quedado sin recambios para las reparaciones.
“Desafortunadamente, ya usamos todas las reservas que teníamos en nuestros almacenes tras las primeras dos oleadas de ataques enemigos que tuvieron lugar a partir del 10 de octubre”, afirmó ayer el director ejecutivo de la compañía eléctrica DTEK, Dmytró Sakharuk.
Por su parte, Ukrenergo, el operador de la red eléctrica ucraniana, anunció ayer nuevos cortes a lo largo del país para equilibrar el sistema y efectuar las reparaciones.
El mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, ya advirtió la semana pasada: éste “será el invierno más difícil de nuestra historia”.
Por todo ello, Ucrania pidió ayuda internacional a sus aliados tras lo cual el presidente francés, Emmanuel Macron, prometió a su homólogo ucraniano más apoyo militar, en particular en la defensa antiaérea, y ayudarle de cara al invierno.
Macron propuso organizar el 13 de diciembre una conferencia en París con el objetivo de respaldar la resistencia civil ucraniana durante el invierno.
Por su parte, la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, visitó hoy Kiev y propuso que los países de la Unión Europea vecinos de Ucrania suministren electricidad a Ucrania para superar las dificultades.
“He sido testigo de las destrucciones y estoy haciendo todo lo posible para aumentar la ayuda financiera, técnica y práctica”, tuiteó.
Siguen intensos combates en zona este
Mientras los combates prosiguieron ayer en las cercanías de la ciudad de Bakhmut, en Donetsk, en el este de Ucrania, donde los soldados descargaron municiones de artillería (en la imagen), el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, afirmó que los ataques a la infraestructura crítica resultan efectivos, debido a su impacto sobre el potencial militar del país. Sostuvo que “tomamos medidas exhaustivas” para evitar la muerte de civiles en los bombardeos. Pero, hasta ahora, la realidad indica lo contrario en varias zonas urbanas ucranianas atacadas por las fuerzas rusas.