A medida que se acerca el 24 de febrero, fecha del primer año de la invasión a Ucrania, crecen los temores de una nueva ofensiva rusa para volver a dominar territorios recuperados o conquistas nuevos.
Ucrania reconoció ayer lunes que la situación era “complicada” al norte de Bajmut, una ciudad clave del este del país que el ejército ruso trata de conquistar desde hace meses. La localidad, que tenía 70.000 habitantes antes de la guerra, quedó prácticamente destruida tras seis meses de combates que provocaron severas pérdidas en ambos bandos.
El desenlace de la batalla se ha convertido en todo un símbolo al acercarse el primer aniversario de la invasión rusa.
En las últimas semanas, las tropas rusas han reivindicado avances, sobre todo al norte de la ciudad. En enero, tomaron Soledar, a menos de 20 kilómetros.
La presidencia ucraniana admitió que la situación era “complicada” en Paraskoviyevka, un pueblo situado a apenas diez kilómetros del centro. El jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgueny Prigozhin, afirmó la víspera que sus tropas habían tomado el control de la localidad.
Según el Ministerio ucraniano de Defensa, “el adversario cambia constantemente de táctica”. “A veces, ataca con pequeños grupos de asalto, después usa decenas de personas movilizadas para un ataque. A veces, multiplica los bombardeos nocturnos (...), detalló.
Ucrania pedirá hoy martes en la novena reunión con sus aliados europeos en Bruselas ayuda proteger mejor sus cielos, incluida una “plataforma de cazas”.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Réznikov, anunció ayer lunes que estará hoy en la capital belga para participar en la reunión de más de 50 países del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, que tradicionalmente se reúne en la base militar estadounidense de Ramstein, en Alemania.
Réznikov junto a representantes del Estado Mayor y diplomáticos también pretenden impulsar más la llamada “coalición de tanques”, abordar la creación de una reserva fuerte de municiones ante el elevado consumo de proyectiles, además de tratar el apoyo al Ejército en materia de logística, mantenimiento y reparaciones.
Asimismo quiere ahondar en los programas de entrenamiento de los soldados ucranianos, que ya entrenan en el Reino Unido en el manejo de los tanques Challenger 2 y en el sudoeste de Polonia el de los tanques alemanes Leopard 2.
El Ejército alemán ha comenzado su propio programa de instrucción de los Leopard 2A6, que debería terminar a finales del primer trimestre.
Ucrania espera que mañana sus socios occidentales aclaren el número exacto de tanques que enviarán y el calendario de entrega. Los primeros carros de combate han sido prometidos para finales de marzo.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que hay que seguir proporcionando a Ucrania “lo que necesita para vencer y alcanzar una paz justa”.
De momento Ramstein no tiene en la agenda los misiles de largo alcance que tanto pide Ucrania y de los que recibirá algunos de unos 150 kilómetros de alcance de EE.UU.
Próximo ataque masivo
La reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania se celebra diez días antes del primer aniversario de la guerra, para el que Ucrania no descarta un nuevo ataque masivo -el décimo quinto- por parte de Rusia.
La portavoz del Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Nataliya Gumenyuk, afirmó hoy que este cálculo no se debe solo a que Rusia tiene apego a fechas simbólicas, sino también por la media del tiempo que transcurre entre ataques. Normalmente, este intervalo es de dos semanas. El último gran ataque con misiles y drones contra la infraestructura ucraniana fue el 10 de febrero. Gumenyuk también señaló que Rusia ha trasladado unos 12 buques, entre ellos dos submarinos portamisiles, al mar Negro, con una salva actual de 16 misiles de crucero Kalibr.
En base a AFP y EFE