EFE
Mientras la movilización obligatoria no logra satisfacer las necesidades del Ejército ucraniano, en medio de los planes para reclutar 160.000 soldados más, se intensifica el debate en torno a las formas de invertir esta tendencia. Miles de voluntarios se unieron al Ejército de Ucrania al comienzo de la invasión rusa, pero el ritmo de reclutamiento ha caído en los últimos meses.
Ucrania tiene gente suficiente para defenderse, creen muchos, pero también los hay que piensan que es necesario cambiar el enfoque de la movilización.
Un posible aumento de los estímulos financieros y de las garantías sociales, así como la revisión de los procedimientos ineficaces y dar más opciones a los potenciales soldados se encuentran en el centro del debate público.
El efecto desmotivador de las lentas e insuficientes entregas de armas por parte de Occidente, unido a la presión de Rusia en el campo de batalla, son algunos de los factores clave de la vacilante movilización que escapan al control de Ucrania.
Sin embargo, las dificultades actuales también se deben a que los dirigentes políticos eluden su responsabilidad por las decisiones impopulares sobre la movilización, declaró a EFE Oleksi Melnik, experto en seguridad internacional del Centro Razumkov.
Según Melnik, perder la oportunidad de introducir una duración fija del servicio en un momento en que el problema aún no era grave fue un error especialmente costoso.
Los cambios en la ley de movilización mejoraron temporalmente la situación al ayudar a crear registros de población apta a principios de verano, con hasta 30.000 personas movilizadas cada mes.
Sin embargo, las cifras volvieron a caer recientemente casi un 50%. “Un factor desmotivador clave es que un soldado potencial sabe que tendrá que servir hasta el final de la guerra o hasta que resulte gravemente herido”, explicó Melnik.
La introducción de una duración fija del servicio es poco probable ahora, ya que el mando militar teme que muchos de los soldados más experimentados y agotados puedan utilizarla para marcharse.
En lugar de confiar ciegamente en el patriotismo o la coacción, Ucrania podría utilizar la experiencia de Rusia e introducir estímulos financieros, como la prima única por firmar de unos 10.000 euros, planteó a EFE el analista militar Oleksandr Kovalenko.
Aunque esto requeriría una inversión significativa -1.600 millones de euros para 160 mil reclutas-, daría a un recluta potencial una sensación de confianza en su futuro y en el de su familia, explicó.
Otra solución podría ser una prima pagada al cumplir un año de servicio militar, quizá en forma de bonos -para hacer frente a la escasez de fondos-, señaló por su parte Melnik.
La ineficacia de la movilización en curso se debe en parte a que se ha prestado más atención a la cantidad que a la calidad de los nuevos reclutas, afirmó Masi Nayem, abogado y soldado voluntario.
Abundan en el Ejército las quejas sobre la escasa motivación y la mala salud de los nuevos reclutas.
Nayem cree que centrarse en la calidad también aliviaría la presión que sienten los reclutadores del Ejército.
En la actualidad, a menudo recurren a la movilización coercitiva de hombres aptos.