AFP
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmó este domingo que su país precisa armas y garantías de seguridad por parte de la OTAN, antes de cualquier negociación con Rusia para poner fin a la guerra.
Zelenski formuló estas declaraciones en una conferencia de prensa junto al nuevo presidente del Consejo Europeo, António Costa, quien viajó a Ucrania en el primer día de su mandato. Costa viajó acompañado por la nueva jefa de la diplomacia de la UE, la estonia Kaja Kallas, y la comisaria de Ampliación, la eslovena Marta Kos.
Zelenski dijo que una invitación de la OTAN a Ucrania para sumarse a la alianza militar transatlántica era necesaria para la “supervivencia” del país. Por ello, pidió armas y garantías de seguridad.
“Solamente cuando tengamos todos esos elementos y seamos fuertes, tendremos que hacer la muy importante agenda de reunirnos con los asesinos”, expresó.
El viaje de altos funcionarios de la UE a Kiev tiene lugar en un contexto de mucha tensión entre Moscú y las potencias occidentales, tras los disparos de Ucrania de misiles estadounidenses y británicos contra territorio ruso y el lanzamiento de un misil hipersónico experimental por parte de Rusia.
El nuevo equipo de dirigentes de la UE buscó mostrar su apoyo firme a Kiev. Las fuerzas ucranianas pierden terreno en el frente, y la futura llegada de Donald Trump a la Casa Blanca hace tambalear la ayuda de Washington a los ucranianos.
“Vinimos a dar un mensaje claro de que apoyamos a Ucrania y seguimos dándole todo nuestro apoyo”, dijo Costa a los medios de comunicación que lo acompañaban, incluida AFP.
“La situación en Ucrania es muy muy grave”, dijo Kallas, quien sin embargo añadió que “claramente eso también tiene un coste muy alto para Rusia”.
Para poner fin al conflicto Rusia exige que Ucrania ceda cuatro regiones del sur y del este que el país ocupa parcialmente, además de la península de Crimea, anexionada en 2014, y que además renuncie a la OTAN.
Para Kallas, “la garantía de seguridad más fuerte (para Ucrania) es la adhesión a la OTAN”. “Si Ucrania decide trazar una línea en alguna parte, ¿cómo podemos garantizar la paz para que (Vladimir) Putin no vaya más lejos?”, dijo.
Sobre el envío de tropas europeas a territorio ucraniano, la nueva jefa de la diplomacia europea aseguró que el bloque no debía excluir nada, si era el caso de garantizar un posible alto el fuego. Esta medida es otra de las iniciativas que implica un riego de conflicto directo con Moscú. “Tenemos que mantener una ambigüedad estratégica sobre este tema”, añadió.
“Cauto optimismo” por enviado de Trump
El nombramiento de Keith Kellogg como enviado especial del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para Ucrania y Rusia ha sido recibido con un cauto optimismo en Ucrania por su apertura al compromiso para poner fin a la fase activa de la guerra.
Un plan del que es coautor Kellogg, quien fue jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump, congelaría la guerra en las líneas de combate actuales, dejaría a Ucrania fuera de la OTAN y ofrecería más armas a Ucrania y reduciría las sanciones a Rusia a cambio de un acuerdo de paz.
Este nombramiento es una señal positiva para Ucrania, ya que Kellogg se opone claramente a la política de “apaciguamiento del agresor”, escribe la plataforma de análisis militar ucraniana Frontelligence Insight.
Señala que recientemente el teniente general retirado apoyó los ataques de misiles de largo alcance estadounidenses ATACMS contra Rusia con el argumento de que no hacían sino reforzar la posición negociadora de Estados Unidos.
“Kellogg es absolutamente aceptable para Ucrania, su postura es comprensible (para Kiev) y podemos adaptarnos a ella”, declaró también el analista político Volodímir Fesenko al diario en inglés ‘The Kyiv Independent’.
Ucrania “acoge con satisfacción” el nombramiento de Kellogg y ha mantenido “un buen diálogo” con él, subrayó el jueves Gueorguí Tiji, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.