ALTA TENSIÓN
En el séptimo día de la guerra, Rusia lanzó paracaídistas en Jarkov y asegura que en esa región no hay escasez de alimentos y artículos de primera necesidad.
Transcurre el séptimo día de la guerra entre Rusia y Ucrania. los rusos han lanzado paracaidistas en Járkov, la segunda ciudad más importante de Ucrania, y recrudecen su ofensiva en el sur del país, donde dicen haber tomado la ciudad de Jersón, con cerca de 300.000 habitantes y situada en el río Dniéper y a orillas del Mar Negro.
El centro de Járkov, la segunda mayor ciudad de Ucrania y ubicada en el este del país, fue atacado por las fuerzas rusas sobre las 06.10 GMT con misiles contra varios edificios y una universidad, señaló el centro operativo de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Las tropas aerotransportadas de Rusia han desembarcado esta madrugada en Járkov, la segunda mayor ciudad de Ucrania y ubicada en el este del país, que está aún bajo control ucraniano, si bien los soldados rusos tomaron la estación de tren y el puerto fluvial, según el alcalde, Igor Kolykhayev.
"Un grupo de paracaidistas ruso aterrizó en Járkov", señaló el centro operativo de las Fuerzas Armadas de Ucrania en su canal de Telegram.Según dijo, "los ocupantes atacaron el hospital, el Centro Clínico Médico Militar de la Región Norte" y estalló una batalla entre los invasores y los defensores ucranianos.De acuerdo con el alcalde, actualmente la ciudad está tranquila, pero se escuchan disparos de vez en cuando, según la agencia UNIAN.
Rusia aseguró que en Jersón no hay escasez de alimentos y artículos de primera necesidad.
"Continúan las negociaciones con el mando ruso y la administración local para solucionar asuntos relacionados con el funcionamiento de las instalaciones de infraestructura social, así como garantizar el orden y la seguridad de la población", dijo el portavoz de Defensa, Ígor Konashenkov.
El avance
Kiev, la capital, y otras ciudades de Ucrania soportaron la noche anterior bombardeos rusos, que alcanzaron objetivos civiles. Sin embargo, al ejército de Vladimir Putin no le está resultando fácil avanzar.
La marcha del convoy ruso sobre Kiev se estancó ayer martes como efecto de la resistencia ucraniana y la escasez de combustible y alimentos, dijo un alto funcionario de defensa de Estados Unidos.
“En general, sentimos que el movimiento militar ruso (...) hacia Kiev está por el momento en punto muerto”, dijo el funcionario a los periodistas.
“Creemos que parte de esto tiene que ver con su propio mantenimiento y logística”, agregó. “Y también creemos que, en general (...) los propios rusos se están reagrupando, repensando y tratando de adaptarse a los desafíos que han enfrentado”.
Seis días después de que Putin ordenó la invasión, un enorme convoy ruso que se encuentra al norte de Kiev apenas se movió, pero Estados Unidos cree que todavía tiene la intención de rodear y cercar la capital de Ucrania, mediante tácticas de asedio si es necesario
En el sur, los rusos han posicionado sus fuerzas a lo largo de la costa desde Crimea hasta la frontera rusa en el este y han rodeado la ciudad portuaria de Mariúpol.
El Pentágono cree que el avance de la fuerza de combate de 150.000 efectivos que Rusia dispuso para la invasión de Ucrania (cerca de un 80% de los cuales ha ingresado hasta ahora al país) ha sido mucho más lento de lo planeado y ahora enfrenta escasez de suministros.
“En muchos casos, lo que estamos viendo son columnas que están literalmente sin combustible”, dijo el funcionario de defensa. “Ahora están empezando a quedarse sin alimentos para sus tropas”.
El funcionario también afirmó, aunque no ofreció pruebas, que había señales de que la moral empezaba a flaquear en el bando ruso. “Aparentemente, no todos estaban entrenados y preparados del todo, e incluso advertidos de que iban a ser enviados a una operación de combate”, señaló el funcionario.
“Hemos conseguido de forma independiente nuestras propias indicaciones de que la moral está decayendo en algunas de estas unidades” rusas, agregó.
Imágenes satelitales captaron una columna de más de 60 kilómetros de vehículos blindados y artillería rusos que avanzaban desde el norte en dirección a Kiev. El primer ministro británico, Boris Johnson, denunció bombardeos “absolutamente nauseabundos”.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ, de la ONU) convocó audiencias el 7 y el 8 de marzo en un caso que le fue presentado por Ucrania, que acusa a Rusia de planear un genocidio.
Ataques en puntos estratégicos
De todos modos, las tropas rusas pudieron concretar ayer martes algunas acciones de impacto. Atacaron la torre de televisión de Kiev y bombardearon la ciudad de Járkov.
Los bombardeos en Járkov (este), la segunda ciudad del país, de 1,4 millones de habitantes, dejaron 18 muertos y 26 heridos, según los servicios de socorro. Este bombardeo destruyó la sede de la administración regional, indicó el gobernador Oleg Sinegubov, en un video en Telegram que mostró la explosión.
En la capital Kiev un ataque impactó en la torre de la televisión, con saldo de cinco muertos y cinco heridos.
Los rusos parecían registrar avances en el sur del país, en la región del mar de Azov.
El puerto Mariúpol estaba sin electricidad por los bombardeos y el gobernador de la región indicó que la localidad de Volnovaja, de 20.000 habitantes, quedó casi “destruida”.
El ministerio de Defensa ruso informó que sus tropas avanzaban por la costa desde la península de Crimea (anexada en 2014), con apoyo de las milicias separatistas prorrusas de Donetsk, lo que brinda una continuidad territorial estratégica para las fuerzas invasoras. Esta información no pudo ser verificada hasta el momento.
El ejército ruso controla también los accesos a la ciudad costera de Jerson (290.000 habitantes), más al oeste, según su alcalde.
Ayer mares, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, afirmó que su país recibirá armas que permitirán derrotar la invasión rusa.
“En estos momentos, mientras hablamos, se envían armas a Ucrania. Armas de nuestros amigos, que nos permitirán defender nuestro Estado y vencer al agresor y expulsarlo de nuestra tierra”, dijo en un mensaje en Facebbok. (AFP, EFE)
"Nido de espías": otra expulsión en ONU.
Un día después del anuncio de la expulsión de 12 diplomáticos de la misión rusa ante la ONU, Estados Unidos informó ayer martes que pidió a la organización la salida de un “agente de inteligencia ruso que trabaja en Naciones Unidas”. Este doble anuncio ha envuelto a la sede de la ONU en Manhattan en un clima de Guerra Fría, pese a que el lugar suele ser descrito por diplomáticos como un “nido de espías”.
“El 28 de febrero, Estados Unidos también inició el proceso para solicitar la salida de un agente de inteligencia ruso que trabaja en Naciones Unidas que ha abusado de su privilegio de residencia en Estados Unidos”, anunció una portavoz de la misión diplomática estadounidense.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, confirmó la demanda estadounidense y precisó que el contrato del empleado afectado expiraba en los próximos días. “Lo que hace esta decisión un poco difícil de entender es que el miembro del personal iba a terminar su misión el 14 de marzo”, dijo sin ofrecer detalles sobre la función de la persona afectada o si trabaja cerca del secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Interrogada, la misión rusa se limitó a responder a la AFP que se trata de “una situación entre la ONU y el empleado”.