Otra forma de presentar la trayectoria del nuevo Papa es a través de los testimonios de sus conocidos. Estudiantes del seminario de St. Michael, el mismo en el que Joseph Ratzinger cursó sus estudios sacerdotales en la década de 1940, celebraron ayer con lágrimas la elección de un condiscípulo alemán como nuevo líder de la Iglesia Católica.
"Estoy completamente abrumado. No puedo creer lo que ha ocurrido", declaró el padre Thomas Fraunenlob. "El comió con nosotros, no puedo creerlo. Le tengo mucha simpatía, lo admiro. Dicen que es muy conservador, pero es una persona muy dedicada, que desea preservar la Iglesia. Sé que hará un buen trabajo", añadió. Tras conocer la noticia, la clase rápidamente se dirigió a la Iglesia para celebrar la nueva elección con una Misa.
"Es fantástico que sea el cardenal Ratzinger. Lo conocí cuando estuvo aquí antes, y descubrí que era realmente amable", dijo Lorenz Gradl, de 16 años, que fue confirmado por Ratzinger en el 2003. Michael Winichner, prefecto de la escuela, dijo que "había un gran sentimiento de celebración. Es un hombre muy amable", coincidió, pero señaló que "es tal vez algo tímido".
ALUMNOS. El nuevo Papa es calificado por sus detractores de dogmático. Sus antiguos estudiantes de la cátedra de teología, no obstante, dicen conocer a un Ratzinger distinto. Lo describen como un profesor que fomentaba las discusiones y reticente a imponer sus puntos de vista a los estudiantes.
"Creo que su imagen negativa obedece a algo que va contra su naturaleza: el tener que haber dicho que no todo el tiempo", comentó por ejemplo el reverendo Vincent Twomey, quien fue alumno de Ratzinger en la Universidad de Regensburg en la década del 70 y ahora enseña en la Universidad Pontificia de Maynooth, Irlanda.
El reverendo Stephan Otto, otro ex estudiante de Regensburg, recuerda que en una ocasión en la que otro seminarista objetó duramente algo que él había dicho Ratzinger intervino y defendió su derecho a opinar, señalando que "cada uno tiene derecho a decir lo que piensa".
"Cada vez que nos reunimos uno es libre de expresar su opinión", señaló el reverendo Twomey. "Y es que siempre nos dio como profesor una gran libertad. No se le impuso nada a nadie ni se dijo ‘las cosas son así"’.