La Nación/GDA
La bióloga marina, Alison Towner, de la Universidad de Rhodes, y el científico Kevin Cole, del East London Museum, confirmaron el primer caso de depredación de orcas a un tiburón blanco en el Cabo Oriental de Sudáfrica.

La investigación comenzó tras el hallazgo el pasado 28 de mayo del cadáver de un ejemplar masculino de estos depredadores marinos, que medía 4,6 metros. Los especialistas realizaron una necropsia porque les llamó la atención el descubrimiento, ya que al animal le faltaba el hígado, tenía rasguños en su piel y había restos de delfín en su estómago.

Por la reconstrucción de los hechos que hicieron los investigadores el animal antes de ser atacado había cazado a un delfín de dos metros. Una foto, que fue tomada en la playa y luego compartida por la bióloga en su cuenta de Instagram muestra el lugar donde aparecieron ambos cuerpos.

Finalmente, la investigación determinó que una orca mató al tiburón: identificaron marcas de dientes en la superficie de la cabeza y descubrieron que su hígado estaba arrancado. En tanto, el corazón estaba intacto.

“Se recolectaron tejidos musculares y otras muestras para la investigación en curso sobre la genética y la dieta del tiburón blanco”, afirmó la bióloga marina en su cuenta de Instagram, donde tiene casi 15.000 seguidores.

Asimismo, indició: “La extracción ilegal de los dientes del tiburón durante la noche impidió la preservación de la mandíbula para una exhibición en el museo. Todos los restos del cadáver del tiburón fueron enterrados en un sitio remoto después de la necropsia”.

Según explicaron Alison Towner y Kevin Cole, este sería el decimocuarto caso confirmado de depredación de tiburones blancos por parte de orcas en todo el mundo. Sin embargo, se trata del primero registrado en la provincia de Cabo Oriental, ubicada en el extremo sureste de Sudáfrica. “Tres artículos revisados por pares han documentado orcas atacando tiburones blancos por sus hígados en el Cabo Occidental”, explicó la bióloga. No obstante, aclaró: “Pero este comportamiento en el Cabo Oriental era desconocido hasta ahora, lo que supone una nueva observación significativa”.