Agencia EFE
Unos 15.000 israelíes se sumaron ayer a una marcha a pie que culminó en Jerusalén, encabezada por los familiares de los rehenes, para demandar un acuerdo de tregua con Hamás que permita el retorno de los rehenes que aún mantiene cautivos.
La marcha comenzó el pasado miércoles en Reim, lugar del festival de música donde el grupo palestino terrorista Hamás masacró a unas 360 personas el 7 de octubre, y ayer llegó a Jerusalén, donde se manifestaron en la Plaza Paris, frente a la residencia del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Después de cuatro días caminando, a la entrada a Jerusalén los manifestantes leyeron los nombres de los 130 cautivos que quedan dentro del enclave, de los que se supone que una treintena están muertos.
Varios miles de personas se unieron a la gran protesta cerca de la residencia de Netanyahu en Jerusalén, pero también en otras ciudades del país, para exigir al gobierno que negocie una tregua que permita traer de vuelta a todos los cautivos.
Los rehenes ya en libertad Luis Har, Fernando Merman, Clara Merman y Gabriela Leimberg -todos familiares secuestrados juntos en el kibutz Nir Yitzhak- encabezaron el tramo final de la marcha, al grito de “continuaremos marchando junto con toda la nación de Israel hasta que todos sean devueltos”.
“Yo y el resto de los que estábamos aquí en el escenario, junto con mi hija Mia, fuimos secuestrados. Cuando estábamos en Gaza, todos vimos la marcha anterior a Jerusalén en la televisión. Ver eso nos dio mucha fuerza, poder y esperanza”, afirmó sobre una protesta similar que ya se celebró en noviembre, unos días antes de la única tregua lograda hasta la fecha.
Luis Har y Fernando Merman, israelíes-argentinos, fueron los dos rehenes que Israel rescató con vida el pasado 12 de febrero en Rafah, sur de la Franja; mientras que las mujeres de la familia fueron liberadas durante el acuerdo de tregua entre el 24 y 30 de noviembre, que permitió un canje de 105 rehenes por 240 secuestrados.
“Israel no puede vivir con la idea de que los rehenes no regresarán. Y si no regresan es que el Estado les habrá traicionado”, afirmó en su cuenta de X Yair Lapid, líder de la oposición.
El gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, se mantiene firme en la decisión de liberar los rehenes, sin renunciar al objetivo de acabar con el grupo palestino terrorista, a pesar de las protestas continúas de israelíes.