"PRETENDEN UTILIZAR LA FUERZA", DIJO NIN NOVOA
Según Nin Novoa, la resolución lo único que busca es “darle legitimidad a una intervención armada” en Venezuela, un extremo que varios de los países que votaron por activar el TIAR dejaron claro que no es lo que persiguen.
El gobierno uruguayo, a través del canciller Rodolfo Nin Novoa, salió ayer jueves a trancar fuerte contra la decisión de un grupo de países de la OEA de activar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), para el caso de Venezuela. Según Nin Novoa, esta decisión lo único que busca es “darle legitimidad a una intervención armada” en Venezuela, un extremo que varios de los países que votaron por el TIAR dejaron claro que no es lo que persiguen.
El miércoles los cancilleres de los 19 países signatarios del TIAR fueron convocados a reunirse durante la segunda quincena de septiembre para tratar el “impacto desestabilizador” de la crisis en Venezuela.
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, República Dominicana y Venezuela (representada por un delegado de la oposición), todos países que no reconocen al régimen de Nicolás Maduro, votaron a favor de activar el TIAR en una sesión del Consejo Permanente de la OEA. Costa Rica, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay se abstuvieron, en tanto estuvieron ausentes Bahamas y Cuba.
Gustavo Tarre, designado por el líder opositor venezolano Juan Guaidó como delegado de Venezuela en la OEA, dijo que se buscará que la reunión de cancilleres del TIAR se realice al margen de la 74 Asamblea General de las Naciones Unidas, que se abre el 17 de septiembre en Nueva York.
“La crisis en Venezuela tiene un impacto desestabilizador, representando una clara amenaza a la paz y a la seguridad en el Hemisferio”, indica la resolución al sustentar la convocatoria del TIAR.
Venezuela abandonó hace seis años el TIAR, pero en julio, la Asamblea Nacional presidida por Guaidó, reconocido por más de medio centenar de países como mandatario encargado, aprobó su regreso.
Ayer jueves Nin Novoa convocó a los medios de comunicación para leer una declaración -finalizada la cual no aceptó preguntas- en relación a la decisión de activar el TIAR.
“Uruguay se negó a apoyar esta convocatoria que muestra un claro intento, nuevamente, de manejar políticamente instrumentos jurídicos internacionales en pos de intereses cuya única meta es el derrocamiento de un gobierno, no importa lo ilegítimo del procedimiento que se utilice”, dijo el ministro.
“Prueba de ello es que los mismos países que promovieron esta resolución rechazaron una enmienda propuesta por Costa Rica, que expresamente excluía el uso de la fuerza de las medidas que pueda adoptar el órgano de consulta”, añadió.
Para el canciller uruguayo, “la única lectura posible de este rechazo es que lo que pretenden justamente es utilizar la fuerza”.
“Intentan con esta convocatoria darle legitimidad a una intervención armada que echa por tierra los esfuerzos realizados por la OEA desde hace 70 años para que los conflictos entre los países de la región se resuelvan por la vía pacífica”, planteó.
Nin insistió que para Uruguay esta convocatoria “carece absolutamente de legitimidad”.
También cuestionó la “connivencia” del secretario general de la OEA, el excanciller uruguayo Luis Almagro, con los países que votaron a favor del TIAR, que reconocen en “los actos de un supuesto gobierno autoproclamado (se refiere a Guaidó) una legitimidad de la que carece absolutamente”. El ministro calificó la resolución por la que se convoca al TIAR como “violatoria del derecho internacional” e “inaceptable”. No existe hoy en América, dijo, “ninguna solución de conflicto armado que amerite siquiera pensar en el uso de la fuerza como legítima defensa”.
“El argumento de la clara amenaza a la paz y a la seguridad en el hemisferio es falaz, y se inscribe en la línea de algunos países de la región que han buscado por todos los medios forzar una coyuntura en Venezuela que les permita por fin concretar la tan ansiada intervención armada”, apuntó.
“Lo que sí puede tener entre sus consecuencias, además de la terrible pérdida de vidas humanas y el sufrimiento del pueblo venezolano, es una verdadera desestabilización en el continente”, indicó Nin.
El canciller finalizó la lectura del comunicado con fuertes críticas hacia la OEA: “Esta medida contribuye al deterioro institucional de la OEA y a la polarización de las posiciones de sus miembros, agravando la falta de credibilidad en la organización, restándole jerarquía, y apartándola de sus cometidos generales”.
Estados Unidos, cuyo embajador ante la OEA, Carlos Trujillo, negó que la activación del TIAR tenga como objetivo usar la fuerza militar, celebró la decisión, que consideró un apoyo a los esfuerzos de Guaidó para sacar del poder a Maduro y realizar nuevas elecciones en Venezuela. Esta convocatoria “es una prueba del reconocimiento colectivo de la región de que Nicolás Maduro no solo es la causa del sufrimiento del pueblo venezolano, sino que está amenazando la paz y estabilidad de la región”, di-jo el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado.
México también sacó un comunicado en la misma línea que el leído ayer por Nin Novoa. México expresó su “profunda preocupación” por la invocación al TIAR para enfrentar la situación que vive Venezuela, al considerar que sienta “un precedente peligroso para la democracia”.
En un comunicado de su Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), México reiteró que “condenará cualquier decisión que se tome mediante el uso de la fuerza”.
Chile, uno de los países que apoyó la activación del TIAR, advirtió el mismo miércoles que tampoco apoyará el uso de la fuerza en Venezuela. “Desde ya expresamos, como lo hicimos hoy en la OEA, que no impulsaremos ni apoyaremos la adopción de ninguna medida que implique el empleo de la fuerza armada o agrave la severa crisis que vive el pueblo venezolano”, dijo el canciller chileno Teodoro Ribera.
También República Dominicana, otro de los países que votó por el TIAR, expresó su “rechazo a la vía de intervención militar extranjera” y expresó su “apoyo a una salida negociada”.
“La votación a favor de que se reúna el órgano de consulta del TIAR busca dialogar abiertamente sobre el problema venezolano y las tensiones surgidas en la región”, dijo la Cancillería dominicana en el comunicado.
Antes de la votación, el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, llamó a la comunidad internacional a usar todos los instrumentos a su alcance “para combatir eficazmente el terrorismo”, al denunciar el apoyo de Maduro a la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a excombatientes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogieron al proceso de paz.
“Es importante recordarlo hoy, 11 de septiembre”, dijo, por el 18 aniversario de los atentados en Estados Unidos.
En una intervención aplaudida calurosamente por la delegación venezolana encabezada por Tarre, Trujillo exhibió dos veces un video en el que Maduro decía que Iván Márquez y Jesús Santrich, dos exguerrilleros de las FARC actualmente fugitivos, eran “líderes de paz bienvenidos” en Venezuela.
El canciller colombiano afirmó que la “protección” del “régimen dictatorial” de Maduro al ELN y “narcoterroristas” genera nuevos elementos de inseguridad a la paz y estabilidad de la región. “La presentación de Trujillo es la prueba de la necesidad del TIAR”, aseguró Tarre luego de la votación.
El TIAR es una herencia de la Guerra Fría que como se ve está lejos de lograr unanimidad en América Latina. Firmado en 1947 en Río de Janeiro, prevé de manera comparable al artículo 5 de la OTAN, una asistencia mutua en caso de ataque militar lanzado desde el exterior contra uno de los firmantes.
México se retiró del TIAR en 2004, en tanto en 2012 lo hicieron Bolivia, Ecuador, Nicaragua, y luego Venezuela, denunciándolo como un instrumento de influencia estadounidense en la región.
El TIAR fue invocado una veintena de veces desde su firma, pero nunca fue aplicado. Argentina lo invocó en 1982 durante la guerra de las Malvinas contra el Reino Unido, pero sin éxito. Y en 2001, cuando Estados Unidos llamó a una movilización contra los talibanes en Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre, tampoco encontró eco la región. (En base a AFP, EFE y El País)
Maduro no irá a la asamblea de la ONU
Nicolás Maduro anunció ayer jueves que no asistirá a la Asamblea General de la ONU que se celebrará a finales de septiembre en Nueva York, y que enviará como representantes a la vicepresidenta Delcy Rodríguez y al canciller Jorge Arreaza. “Yo fui el año pasado a Nueva York, este año no voy a ir, este año me quedo con ustedes trabajando en Venezuela, bien seguro y bien tranquilo, va Delcy junto al canciller, a llevar nuestra voz, nuestra verdad, la voz de Delcy y del canciller son voces de grandes quilates conocidos en el mundo”, dijo en un acto. Maduro indicó que durante este mes tendrá una agenda “sorpresiva” e “intensa”. “Tengo mucho trabajo por la patria, para defender la paz de Venezuela, para seguir llevando adelante todo este plan de recuperación, crecimiento, prosperidad social”, sostuvo.
Donald Trump dijo ayer que su posición sobre Venezuela es mucho más dura que la de John Bolton, a quien despidió esta semana como asesor de seguridad nacional. El mandatario afirmó en Twitter que en realidad su exconsejero lo estaba “frenando” en relación al régimen de Nicolás Maduro y también al de Cuba. “De hecho, mis puntos de vista sobre Venezuela, y especialmente sobre Cuba, eran mucho más fuertes que los de John Bolton. ¡Él me estaba frenando!”, tuiteó Trump.
Junto a su tuit, replicó otro del senador republicano por Florida Marco Rubio, descendiente de cubanos y artífice de la agresiva estrategia de Trump contra Maduro. Rubio negó que la salida de Bolton suponga un debilitamiento de la política estadounidense hacia Venezuela. “Es cierto que no estuvo de acuerdo con algunas de las opiniones del asesor anterior. Pero como él me recordó, en realidad (su posición) es DIRECTAMENTE OPUESTA de lo que muchos afirman o asumen. Si efectivamente la dirección de la política cambia, no será para debilitarla”, escribió Rubio.