LEVANTAN SANCIÓN
El papa Juan Pablo II le prohibió oficiar misa en 1984.
El papa Francisco levantó la sanción A divinis (prohibición de administrar los sacramentos) al sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, que le había impuesto en 1984 Juan Pablo II por integrar el gobierno sandinista de la época en su país, que como hoy estaba gobernado por Daniel Ortega.
Cardenal, reconocido poeta y hoy un feroz opositor a Ortega, tiene 94 años y está hospitalizado en Managua a causa de una grave infección renal. El papa Francisco le acaba de enviar una carta en la que le informa del levantamiento de la suspensión, informó ayer domingo el diario El País de Madrid.
Aunque el Vaticano aún no ha informado de la noticia, el nuncio apostólico en Nicaragua, el polaco Stanislaw Waldemar Sommertag, ya se la comunicó a Cardenal y le ofreció celebrar con él su primera misa en 35 años.
De igual forma, el obispo auxiliar de la archidiócesis de Managua, Silvio José Báez, lo visitó el viernes al hospital, se postró ante su cama y le pidió su bendición.
“Hoy visité en el hospital a mi amigo sacerdote, P. Ernesto Cardenal, con quien pude conversar unos minutos. Después de haber orado por él, me arrodillé ante su cama y le pedí su bendición como sacerdote de la Iglesia Católica, a lo cual accedió gozoso. ¡Gracias, Ernesto!”, publicó Báez, en sus redes sociales.
Cardenal y Báez están entre los personajes más conocidos de Nicaragua que critican al régimen de Ortega. Ambos han señalado a Ortega como principal responsable de la profunda crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua.
Báez se ganó la admiración de los nicaragüenses en abril pasado, cuando intervino para evitar la muerte de cientos de estudiantes, que eran atacados con armas de guerra por agentes de la Policía de Nicaragua y grupos “paraestatales”.
Cardenal tiene obras traducidas a 20 idiomas y reconocimientos como la orden Legión de Honor en Grado de Oficial del Gobierno de Francia. En diciembre pasado, recibió el Premio Internacional Mario Benedetti, que dedicó al pueblo nicaragüense y al adolescente Álvaro Conrado, una de las primeras víctimas de las protestas contra el régimen de Ortega, que comenzaron en abril pasado.