KANO | Los resultados de las elecciones nigerianas que dan como ganador al presidente saliente Goodluck Jonathan provocaron ayer disturbios en el Norte del país y llevaron a la oposición a presentar un recurso por fraude ante la Comisión Electoral.
"Se ha informado de muertos" especialmente en Kano y en el estado vecino de Kaduna, informó el responsable de seguridad Yushau Shuaib, sin poder dar más precisiones.
En un país marcado por las profundas divisiones regionales y comunitarias, los disturbios comenzaron ayer en Kano y otras ciudades del Norte, al día siguiente de las elecciones, motivados por las acusaciones de fraude contra el bando de Jonathan, un cristiano del Sur.
Los enfrentamientos siguieron desarrollándose en Kano, la segunda ciudad de Nigeria, y se extendieron a Jos (centro), que marca la frontera entre las mayorías cristiana y musulmana, y otras poblaciones.
En Kano, una multitud armada con mazos, palos y cuchillos se enfrentó a soldados nigerianos, según testigos, y un alto el fuego de 24 horas fue declarado por el estado vecino de Kaduna, según su gobernador.
Un centro comercial fue incendiado y comercios y colegios cerraron, mientras el humo invadía el cielo de Kano.
En Zaria, estado de Kaduna, "los manifestantes incendiaron la residencia del vicepresidente (Namadi Sambo), el palacio del emir, antes de ir a la prisión", donde liberaron a presos, informó por teléfono un testigo, Mahmud Aliyu.
La multitud también atacó a dos personas cristianas y jóvenes manifestantes detuvieron vehículos para pedir a los conductores que expresaran su apoyo a Muhamadu Buhari, un musulmán del Norte, rival de Jonathan en las presidenciales.
En Potiskum, en el Estado de Yobe (noreste), testigos explicaron que la multitud intentó inmolar a una cristiana poniéndole un neumático alrededor del cuello, aunque fue salvada por ciudadanos y miembros de los servicios médicos.
En un comunicado hecho público, Jonathan llamó al fin de la violencia postelectoral. AFP