PASAJE A LA POLÍTICA
Es uno de los periodistas deportivos más conocidos por los televidentes latinoamericanos que se presenta a diputado por América del Sur en las elecciones legislativas 25 de septiembre.
Vito De Palma tiene 63 años, nació en Bari, Italia, pero reside en Argentina desde 1983 cuando llegó a Buenos Aires acompañando a su padre que era diplomático. Antes de meterse en el periodismo, estudió farmacia en la Universidad de Buenos Aires. Trabajó en el diario Clarín y luego ingresó a la cadena deportiva ESPN en el año 2000. Allí se desempeña como comentarista deportivo y ha sido panelista en varios programas. También ha sido corresponsal en Italia.
Actualmente comenta partidos de fútbol, especializándose en la Serie A italiana. Ha comentado también partidos de la UEFA Champions League y la UEFA Europa League cuando juegan equipos italianos y partidos de la selección de Italia. De Palma está casado y tiene cuatro hijos, dos de los cuales nacieron en Argentina.
De Palma se presenta a diputado por América del Sur en las elecciones legislativas 25 de septiembre, por el partido Fratelli d’Italia que lidera Giorgia Meloni, gran favorita a convertirse en la primera mujer primer ministra de ese país. De su ingreso a la política, habló con El País.
-¿Qué lleva a un periodista deportivo consolidado a participar en política? ¿Dejará el periodismo en caso de ser electo?
-La posibilidad de representar a mis compatriotas me parece la única manera de crecer con respecto a mi actividad profesional, y un hombre siempre tiene que tratar de mejorarse. Obviamente, por lo menos en los cinco años de la legislatura, no podré ejercer la profesión pero, como es sabido, periodista se nace y se muere.
-¿Usted se define de izquierda o de derecha? ¿Considera válida hoy esa distinción en política?
-Esta distinción política existe, pero yo no me identifico con ella. Considero que derecha o izquierda se refieren tan solo a modelos distributivos y por eso son las dos caras de una misma moneda, el materialismo. Como conservador, imagino una nación proyectada sobre un eje vertical: desde las raíces hasta los frutos.
-Giorgia Meloni, la candidata por Fratelli D’Italia, el partido por el cual usted se postula, y gran favorita a convertirse en la primera mujer en llegar al cargo de primer ministro de Italia, ha recibido duras críticas por su política sobre los emigrantes y se la ha tildado de fascista. ¿Qué responde usted a esto?
-Es curioso escuchar esas acusaciones hacia una coalición que ya fue tres veces gobierno en Italia sin que eso afectara en absoluto la normalidad democrática. La propia Giorgia Meloni ha sido por tres años ministra de la República. Esas absurdas acusaciones solo aparecen en campaña electoral. Con respecto a la política migratoria, lo que se pretende es evitar una verdadera masacre: por cada diez personas que parten de su país solo una llega, el 90% muere cruzando el Sahara o el Mar Mediterráneo. No comparto esta forma de supuesta humanidad.
-Silvio Berlusconi es una de las figuras históricas de la política italiana y Matteo Salvini una de las más influyentes en estos años. Hoy integran la coalición con Fratelli ‘D Italia de Meloni. ¿En qué medida pueden condicionar u opacar la gestión de Meloni?
-Como ya he dicho, esta misma coalición ha gobernado Italia en tres precedentes ocasiones. Las reglas internas son muy claras, el que suma más votos expresa el Primer Ministro. Creo que el interés de todos en esta alianza política sea hacer un buen gobierno, que pueda resolver los problemas de los italianos en Italia y en el exterior.
-Una particularidad de la Italia posterior a la Segunda Guerra Mundial es que los gobiernos duran más o menos un promedio de año y medio. ¿A qué se debe esta gran rotación?
-El sistema parlamentario sumado al transformismo típico de los políticos italianos provoca ese lamentable efecto. Por eso, es fundamental la cohesión de la alianza política que gane las elecciones. De hecho, el último gobierno que cumplió los cinco años de legislatura fue la expresión de nuestra coalición.
-Entre las principales propuestas que usted lleva, la defensa de la ley de Ius Sanguinis (derecho de sangre) es la primera. ¿En qué consiste?
-Italia reconoce la ciudadanía por descendencia y no por nacimiento sobre el suelo patrio (Ius Soli). Salta a la vista la importancia que esto tiene para los emigrantes italianos que deseen transmitir la ciudadanía a su descendencia.
-¿Esta propuesta, cierra el paso a la migración desde el norte de África, que hoy es la que más llega a Italia?
-Sería absurdo quitarles un derecho adquirido y fundamental a los italianos (para nosotros cada gota de sangre es un pedacito de patria) para favorecer el negocio millonario que se realiza sobre la muerte de la mayoría de los migrantes africanos.
-La guerra en Ucrania es parte del debate en la campaña electoral italiana. ¿Fratelli D’Italia es partidaria de mantener las sanciones a Rusia?
-Fratelli D’Italia ha expresado claramente una voluntad firmemente atlantista. Más en general, el partido repudia y condena cualquier forma de agresión y de violencia entre las naciones.