TRAS INVASIÓN A UCRANIA
Reconoció dificultades en el área de la tecnología, mientras la Unión Europea aprobó nuevas medidas.
Cuando están por cumplirse cinco meses desde la invasión de Rusia a Ucrania, Vladimir Putin admitió ayer lunes por primera vez que las sanciones de Occidente han causado “colosales” problemas en el sector de la alta tecnología rusa.
Según el Kremlin, las sanciones impuestas por Occidente son para impedir que Rusia obtenga productos de alta tecnología.
“Este es un inmenso desafío para nuestro país”, afirmó Putin. “Teniendo conciencia de las dificultades colosales que enfrentamos, buscaremos nuevas soluciones de una manera inteligente y enérgica”, agregó.
Putin reconoció que varias empresas rusas que están creciendo rápidamente, como la tienda en línea Ozon o la compañía tecnológica Yandex, se han quedado sin financiamiento de Occidente a raíz de las sanciones.
Ozon el año pasado vendió mercancías por cerca de 0,5 billones de rublos (unos 8.650 millones de dólares).
“Estas compañías nuestras utilizaban activamente las instituciones financieras occidentales, con las que hoy hay dificultades. Ahora no tenemos acceso a ellas”, lamentó Putin.
De todos modos, Putin afirmó que las sanciones occidentales no harán retroceder a Rusia en su desarrollo, y recalcó que es imposible aislar el país.
“Está claro que no podemos desarrollarnos al margen de todo el mundo. Pero no será así. En el mundo actual es imposible levantar un enorme muro con un compás. Es simplemente imposible”, dijo Putin en una reunión telemática del consejo de desarrollo estratégico y proyectos nacionales.
El mandatario subrayó que contra Rusia hay hoy “prácticamente el cierre total al acceso a productos extranjeros de alta tecnología”
Putin indicó que se trata de tecnologías que tienen carácter global y que en el mundo de hoy son la base del desarrollo de cualquier país. “Es ahí precisamente donde intentan ponernos obstáculos para contener el desarrollo de nuestro país, pero nosotros no vamos a bajar los brazos ni vamos a desorientarnos o, como auguran algunos ‘bien intencionados’, retroceder decenios. Desde luego que no”, subrayó.
UE más firme
Estas declaraciones de Putin coinciden con una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), que ayer lunes ratificaron su apoyo a Ucrania y aumentaron la presión sobre Rusia, pese a la amenaza sobre el suministro de gas ruso para el bloque.
“Algunos dirigentes declararon que las sanciones eran un error, una equivocación, yo no creo que sean un error, es lo que tenemos que hacer y vamos a seguir” haciéndolo, afirmó el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, en referencia a las críticas de la semana pasada del primer ministro de Hungría, Viktor Orban.
“Retroceder y doblegarse a sus exigencias no funcionará, nunca ha funcionado. Es una trampa”, sostuvo, por su parte, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en un discurso ante los cancilleres comunitarios reunidos en Bruselas.
“Retirar las sanciones sería fatal. Nuestra credibilidad está en juego”, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn.
El viernes, Orban calificó las sanciones de la UE de “error” al considerar que no estaban alcanzando su objetivo, sino todo lo contrario: “La economía europea se ha pegado un tiro en los pulmones y está asfixiada”, dijo el mandatario húngaro.
En la reunión de ayer en Bruselas, los ministros europeos abogaron por unanimidad seguir apoyando financieramente a Ucrania, y también a nivel político y con material militar.
También aprobaron las nuevas medidas presentadas el viernes por la Comisión Europea contra Rusia, entre ellas un embargo de las compras de oro ruso, anunció la jefa de la diplomacia francesa, Catherine Colonna.
Los ministros también aprobaron el desbloqueo de un quinto paquete de 500 millones de euros de un plan para financiar equipamiento militar y armas para Ucrania.
Los dirigentes europeos están preocupados de que aumente el rechazo hacia las sanciones en la opinión pública en un momento en el que el precio del carburante, el gas y la electricidad están subiendo en Europa y golpean con fuerza a los hogares.
“Esto es una prueba de la resistencia de nuestras sociedades”, dijo Borrell tras la reunión.
“Estoy seguro de que Putin cuenta con el cansancio de los demócratas. Seguro que cree que las democracias son débiles. Las sociedades europeas no pueden permitirse el lujo de estar cansadas”, afirmó.
Antes de la cita, Borrell había recordado que las sanciones “están golpeando con dureza a Vladimir Putin y a sus cómplices y sus efectos sobre la economía rusa van aumentando”.
La guerra en Ucrania tuvo una repercusión sobre los ciudadanos, confrontados a precios “muy altos de las materias primas y de la energía”, reconoció la nueva ministra belga de Relaciones Exteriores, Hadja Lahbib.
“El verdadero objetivo de Putin es el empobrecimiento de Europa. Quiere poner a la opinión pública en contra de los gobiernos de turno, con la esperanza de reemplazarlos con fuerzas radicales que serían más favorables a Rusia”, denunció Kuleba.
Rusia bloquea los puertos ucranianos y comenzó a reducir sus entregas de gas a los países de la UE, algunos de los cuales, como Alemania e Italia, son muy dependientes de estas.
“Rusia intenta desmoralizarnos”, afirmó Anna Lührmann, la ministra alemana de Asuntos Europeos, que se mostró preparada para “todos los escenarios”.
Los Himars marcan la diferencia
Los cohetes de precisión Himars que Estados Unidos entregó a Ucrania están inclinando la balanza en contra de Rusia, según expertos.
Desde mediados de junio, Ucrania ha logrado destruir más de 20 grandes depósitos de munición y puestos de comando rusos empleando los Himars.
“Los invasores ya han podido sentir lo que es la artillería moderna. No tendrán ninguna retaguardia segura en nuestro territorio”, aseguró el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Para el analista, Christopher Dougherty, del centro de pensamiento Center for New American Security, en Washington, los Himars no han decepcionado. Sin embargo, agrega: “el arma en sí misma no cambia las cosas”.
La M142 Himars, siglas de “High Mobility Artillery Rocket System”, es una plataforma móvil de lanzacohetes montada en blindados ligeros que pueden cargar misiles de 227 mm guiados por GPS con un alcance de unos 80 kilómetros.
A diferencia de los sistemas de cohetes, los misiles Himars pueden ser dirigidos a objetivos precisos, haciéndolos más confiables.
Ucrania posee actualmente 12 de estos sistemas que pueden lanzar seis cohetes a la vez, así como cientos de municiones.
Además de ser muy precisos, estos cohetes vuelan bajo y rápido para evitar las defensas antiaéreas rusas. Y con su enorme movilidad son muy difíciles de rastrear y destruir.
“Los Himars están cambiando los combates en Ucrania. Permiten a los ucranianos apuntar a los rusos a una distancia mayor y en áreas que les eran inaccesibles debido a las defensas aérea de los rusos”, aseguró en Twitter Mick Ryan, un general retirado y analista militar australiano.
Granos
Los presidentes ruso y turco hablarán hoy martes en Teherán de mecanismos para permitir las exportaciones de granos de Ucrania, bloqueadas en ese país por la invasión militar rusa. Negociaciones que implican a Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU están previstas esta semana tras un acuerdo preliminar. “Primero, estamos dispuestos a continuar el trabajo en esta dirección. Segundo, este tema será discutido por los presidentes” ruso, Vladimir Putin, y turco, Recep Tayyip Erdogan, indicó el consejero diplomático del Kremlin Yuri Ushakov.
Un tribunal ruso multó ayer lunes a Google con 21.000 millones de rublos (unos 360 millones de dólares) por no retirar contenidos que denunciaban la invasión a Ucrania, informó el organismo de control de las telecomunicaciones ruso, Roskomnadzor. La agencia dijo que la plataforma de vídeos YouTube, propiedad de Google, no había bloqueado “la información falsa” sobre la invasión a Ucrania ni tampoco los contenidos que “propagan el extremismo y el terrorismo” o que “llaman a los menores a participar en manifestaciones no autorizadas”.
Rusia ha aumentado la presión sobre las principales compañías digitales occidentales, con multas y amenazas sistemáticas, con la esperanza de silenciar las críticas en Internet, uno de los pocos espacios de libre expresión en Rusia. Sin embargo, como la mayoría de los gigantes tecnológicos occidentales, Google abandonó el mercado ruso.
Citado por la agencia de noticias Ria-Novosti, un experto en el sector, Vladimir Zykov, indicó que esta ha sido la multa más elevada impuesta a una empresa de alta tecnología en Rusia. Para Zykov, las autoridades rusas pueden imponer a Google “cuantas multas quieran, no recibirán ningún dinero” porque la empresa ha cesado sus actividades en Rusia y ya no obtiene ganancias allí.
Roskomnadzor acusó a Google y YouTube de actividades “terroristas” en marzo, presagiando un posible bloqueo del sitio en Rusia, como lo han hecho Twitter, Instagram y muchos medios independientes desde la invasión a Ucrania. El régimen ruso ha reforzado arsenal legal para controlar la comunicación sobre la guerra en Ucrania, amenazando con penas de hasta 15 años de prisión a quienes difundan “información falsa” sobre el ejército ruso. En la actualidad, varias personas se encuentran en la cárcel por dichos cargos.