El presidente ucraniano,Volodimir Zelenski, agradeció el miércoles en Washington el apoyo estadounidense y recibió promesas de más ayuda, incluidos nuevos sistemas de defensa antimisiles, en su primer viaje al extranjero desde la invasión rusa en febrero
Vestido con uniforme de combate marrón, Zelenski fue conducido a la Casa Blanca donde lo recibieron el presidente Joe Biden y su esposa Jill y entraron juntos mientras guardias estadounidenses levantaban su bandera nacional y la de Ucrania.
"Vamos a seguir reforzando la capacidad de Ucrania para defenderse, en particular la defensa aérea", dijo Biden a Zelenski sentados junto a la chimenea del Salón Oval.
Ante la llegada de Zelenski, Estados Unidos anunció otros US$ 1.850 millones de fondos previamente presupuestados para Ucrania, incluido por primera vez el avanzado sistema de defensa antiaérea Patriot, capaz de derribar misiles de crucero y misiles balísticos de corto alcance.
Ucrania teme una creciente avalancha de misiles rusos y se ha enfrentado a una serie de ataques con drones, muchos de ellos comprados por Moscú a Irán. Fuerzas rusas bombardean centrales eléctricas y otras infraestructuras civiles justo cuando el país padece el invierno.
"Seguiremos apoyando a Ucrania el tiempo que sea necesario, para que Kiev pueda seguir defendiéndose y estar en la posición más fuerte posible en la mesa de negociaciones cuando llegue el momento", declaró el secretario de Estado Antony Blinken en el comunicado en el que anunció la ayuda.
Tras la reunión bilateral, ambos presidentes dieron una rueda de prensa conjunta en la que Zelenski afirmó: "Como presidente, la paz no debe comprometer la soberanía, la libertad ni la integridad territorial de mi país".
El mandatario ucraniano explicó que había abordado con el líder estadounidense la imposición de sanciones contra "el Estado terrorista de Rusia" para que "rinda cuentas" por la invasión, pero también consideró "muy importante encontrar una fórmula para la paz".
"Hemos planteado pasos muy específicos para que Estados Unidos nos pueda ayudar a implementarla. Propusimos una fórmula para una cumbre de paz", aseguró.
No obstante, Zelenski reiteró que una negociación con Rusia no puede comprometer la integridad territorial de Ucrania e insinuó que el Kremlin debe reparar el daño hecho con su invasión.
"No puede haber solo paz tras esta guerra que nos fue impuesta", afirmó Zelenski tras recordar que muchos padres han perdido a sus hijos en el frente.
Por su parte, Biden consideró que la única forma de que haya una negociación de paz es que los ucranianos venzan a los rusos, por lo que prometió que Estados Unidos seguirá armando al Ejército de Kiev.
El inquilino de la Casa Blanca encomió que Zelenski esté "abierto a buscar la paz" a diferencia del presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien "no tiene ninguna intención" en hacerlo.
Opinó que una eventual retirada de los rusos "no va a ocurrir por ahora", de manera que Estados Unidos y sus aliados "continuarán ayudando a Ucrania a vencer en el campo de batalla".
"Cuando el presidente Zelenski esté dispuesto a hablar con los rusos, también tendrá éxito porque entonces habrá ganado en el campo de batalla", sentenció Biden.
Putin también destina fondos
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que las nuevas entregas de armas estadounidenses a Kiev conducirán a un "agravamiento del conflicto" y no son "un buen augurio para Ucrania".
En un discurso televisado ante altos mandos militares, Vladimir Putin afirmó que Moscú no es el culpable de la invasión y se mostró de acuerdo con que Rusia necesita un ejército más numeroso. "La capacidad de combate de nuestras fuerzas armadas aumenta constantemente", aseguró.
"Lo que está ocurriendo es, por supuesto, una tragedia, nuestra tragedia común. Pero no es el resultado de nuestra política. Es el resultado de la política de terceros países", añadió.
"No tenemos límites para la financiación. El país y el gobierno están dando todo lo que el ejército pide. Todo", resaltó.
AFP y EFE