ENTREVISTA
Ricardo Fletcher y su socio Adrián Ibáñez crearon Tropical Smoothies hace una década. Hoy tienen cinco locales y planean crecer. "Somos un concepto diferente de fast food", dice Fletcher
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Empezó como un local de jugos y smoothies en La Pedrera. Una década después, Tropical Smoothies ha crecido a cinco locales bajo un «concepto diferente de comida rápida», sustentado en productos frescos y más orientados a lo natural y liviano. «Ahora la gente agarró la onda» del negocio, aseguró Fletcher. Tras superar la pandemia, un aumento de la rotación de personal y ver el crecimiento del e-commerce, la marca espera una recuperación más estable del consumo para continuar con su expansión en el país y explorar la posibilidad de ir a Argentina. Fletcher nació en Montevideo, tiene 36 años y está en pareja. En su tiempo libre le gusta hacer trabajo de construcción, herrería y diseño.
Tropical Smoothies comenzó hace unos 10 años en Rocha. ¿Cómo evolucionó el negocio?, ¿qué oportunidad vieron?
Era algo que había visto por ahí, le comenté a mi socio (Adrián Ibáñez) y arrancamos a investigar. El tema era dónde instalarnos, porque vimos que no existía un concepto así de venta de smoothies y jugos. La idea era elegir un lugar donde hubiera calor, la gente consumiera el producto y ver qué pasaba. Nos decidimos por La Pedrera porque era el sitio más acorde y lindo, y fuimos en 2012. Ese verano estuvo divino, vendimos pila y a la gente le encantó. Estuvimos dos temporadas ahí y en 2013, después del verano, empezamos a hablar para llegar a Montevideo. Le buscamos la vuelta para cerrar el concepto y no ser solo jugos y smoothies, porque por el clima tenés que hacer algo que abarque más. Pensamos en sándwiches y ensaladas y abrimos en Ciudad Vieja el primer local a fines de 2013.
¿Sabían algo de gastronomía?
Nada. Fuimos aprendiendo en el hacer. A los dos nos gusta la comida, la gastronomía. Las recetas las hicimos probando, ensayando y viendo qué le gustaba y qué no a la gente. Por otra lado, todo lo que conlleva una empresa, como la administración, hasta hoy lo estamos aprendiendo.
Hoy tienen cinco locales. ¿Tienen planes para crecer?
Estamos esperando a ver qué pasa. Zafamos de la pandemia, ahora se está reactivando el consumo, pero de a poco. Hay veces que aumenta y después se plancha de nuevo, no es estable. Entonces, aprovechamos a acomodar las cosas, esperar un poco y después -si la cosa sigue como está o mejora-, capaz que podemos seguir expandiéndonos un poco mas. Antes de la pandemia habíamos empezado a armar el tema de las franquicias. Vino el Covid y decidimos poner pausa. Nos gusta ir de a poco y bien, pisando firme y no abrir por abrir y tener que cerrar después. La idea es expandirnos a través de ese formato.
Nos gusta ir de a poco y bien, pisando firme y no abrir por abrir y tener que cerrar después. La idea es expandirnos a través de franquicias"
¿Han evaluado abrir en el exterior también?
Buenos Aires siempre nos gustó. Hemos ido y no hemos visto un concepto parecido a esto, tan armadito, si bien hay mucha cosa. Lo habíamos pensado, pero vino la pandemia, Argentina se complicó y me parece que allá tenés que ir pronto, no podés improvisar. Es llegar y jugar. No está descartado. Quizás hasta es mejor esta época porque se abren más oportunidades, hay mucho local lindo disponible.
La pandemia impulsó el e-commerce. ¿Cómo se reflejó eso en su negocio?
Los pedidos (online) tomaron un protagonismo muy alto en pandemia. Subieron y creo que son lo que está funcionando de manera más estable. Eso te quita un poco de gente de los locales. Hoy son un 30% para nosotros cuando antes eran un 15%. Se basa todo en las aplicaciones, que tienen costos asociados. Eso no lo notás hasta que te das cuenta que los márgenes se van (afectando). Se va sintiendo mucho más el costo de la tarjeta, de las apps.
Hoy en día, el cliente está más familiarizado con sus productos llevando el consumo incluso más allá del verano. ¿Cómo fue tratar de imponerse al principio?
En verano fue fácil, se dio naturalmente. Abrimos en diciembre, la gente empezó a ir de a poquito y se fue dando un horario: algo de (público) de mañana, a mediodía era fuertísimo, otro poco de tarde, y ya de tardecita iban a lo tradicional como una pizza, un chivito, una cerveza. Le fuimos encontrando la vuelta a lo que la gente busca de nosotros, tanto el que estudia o trabaja como los jóvenes: ofrecemos algo fácil de comer, liviano y bueno. En Montevideo costó un poco al principio. La gente nos decía que estábamos locos, que teníamos que poner una panadería. Luego, empezaron a agarrar cada vez más la idea. Hasta entonces, el que estaba acostumbrado a esto era el público que viajaba. Llegar acá y encontrarte una barra con bananas y naranjas y que te hicieran (la bebida) en el momento no existía, hoy ya la gente se adaptó a la idea. Incluso, el formato de venir, comprar y agarrar la bandeja solo lo tenían los restaurantes de comida rápida. Y, a medida que los clientes entraban empezamos a adaptar el concepto; no arrancamos como estamos ahora, fuimos agregando comida y la parte de cafetería.
Llegar y encontrarte una barra con bananas y naranjas y que te hicieran (la bebida) en el momento no existía acá, hoy ya la gente se adaptó a la idea"
¿En qué categoría juega la marca?
Es un concepto distinto de comida rápida, pero entramos en esa categoría porque tratamos de hacer (los productos) lo más rápido posible. Ahora, el concepto es totalmente diferente; tenemos frutas y productos naturales, y quizás la diferencia con otros jugadores de la categoría es eso. Este es un negocio de volumen y eso te define como comida rápida. Hay una funcionalidad (del personal), el producto siempre es igual y se basa en volumen.
El consumidor cada vez está más inclinado al consumo de productos naturales. ¿Esa tendencia ayuda a su negocio?
Hoy el público se ha adaptado a eso que es una tendencia. Creo que es una veta que, sin querer o queriendo, nos ayudó a diferenciarnos.
Los insumos de los productos han tenido ajustes. ¿Cómo impacta esto en el precio?
Eso se traslada al cliente. Hay un momento en que no podés absorber el aumento. Nosotros apuntamos a hacer accesible el producto, porque tiene un costo alto por ser fresco. Tratamos de dar un precio justo para que la gente pueda acceder. Nos cuesta absorber ese precio, pero siempre preferimos eso para crecer y ganar clientes. Es perder un poco para ganar a largo plazo.
Las cadenas están reemplazando el plástico de sus envases por materiales reciclables. ¿En qué etapa de ese proceso está la empresa?
Este año pasamos al papel y sacamos los vasos de plástico, algo que teníamos en el debe. Los clientes a veces nos castigaban mucho, decían que estaba buenísima la propuesta pero que había mucho plástico. Tenían razón, pero era lo que había en el mercado. Tener cinco locales y un volumen de venta alto hacen que puedas llegar a un producto como el que la gente pide y que para la marca está bueno.
Los clientes a veces nos castigaban mucho, decían que estaba buenísima la propuesta pero que había mucho plástico. Tenían razón. Este año nos pasamos al papel"
Emplean a jóvenes. ¿En qué medida la rotación es un factor complejo para la marca?
En la pandemia hubo un cambio de cabeza en la gente. Empezó a buscar otra seguridad al ver que el comercio -y sobre todo la gastronomía- habían bajado, entonces hubo rotación. Muchos se iban a estudiar o preferían ganar menos pero hacer algo que les gustara más. Ahora se estabilizó otra vez. Igualmente, tenemos personas que trabajan hacen seis u ocho años con nosotros, tratamos de hacer una columna vertebral fuerte y eso te ayuda a crecer.
Están llegando marcas gastronómicas del exterior, por ejemplo, al rubro pizzería. ¿Cómo ve esa situación?
Está bueno que haya más variedad. Nosotros nos separamos de la pizza y la hamburguesa, jugamos en otra categoría. Hay marcas de sándwiches pero tienen una diferencia con nosotros porque venden sus productos con refrescos y nosotros vamos hacia algo más natural. La gente elige y compara precio y calidad. Que vengan, habrá que pelearla. Si haces las cosas bien y tenés con qué, peleás. La competencia te hace más fuerte también. Siempre tenés que estar trabajando, mejorando, estar atento. Es lo divertido además de tener un negocio, el hacer cosas nuevas, renovar, mejorar, darle algo más al cliente.
Actualmente la empresa ofrece jugos, smoothies, sandwiches, ensaladas y cafetería. ¿Piensan ampliar el menú con nuevos productos?
Siempre estamos más que nada pensando en algo para el invierno, dar alguna comida más calentita. Lo intentamos con la sopa pero no nos daba el tiempo, siempre estábamos abriendo locales y no nos dio para hacer foco en eso. Tampoco podemos descuidar lo que tenemos porque siempre que ponés algo nuevo también tenés que entrenar a la gente. Quizás para el año que viene sí podemos agregar algo más calentito.
Nosotros siempre hemos defendido nuestra marca (...) Esto es lo que hacemos y chau"
En su experiencia como emprendedor, ¿qué tan importante es no perder el foco al ir construyendo su negocio?
No hay que tentarse con abarcarlo todo. Nunca quisimos desvirtuar. Incluso a veces al principio venía la gente y nos pedía un refresco y nosotros preferíamos decirle que no hay. Nos costó pagar ese «precio», mucha gente se iba o nos compraba un sándwich y después cruzaba enfrente por una bebida. También está el costo de que viene la empresa grande de refrescos y te pone las mesas, las sillas, las sombrillas y todo lo que precises. Nosotros siempre hemos defendido nuestra marca. Ponemos las mesas, sillas y sombrillas. Esto es lo que hacemos y chau. Ahora la gente ya agarró nuestra onda.
"Emprender es tirarse al agua y pelearla a morir"
¿Qué consejo le daría a un emprendedor?
Le diría que se tire al agua, pero que sepa que la va a tener que pelear a morir. No es fácil emprender. Está bueno, pero tenés que estar dispuesto a pasarla mal en algún momento. Primero, tenés que estar convencido de lo que hacés y saber que hay ocasiones en que la gente te va a hacer creer que lo que estás haciendo está mal y que no te va a ir bien. Tenés que pasar por todo eso y luchar. A veces el emprendedor está muy vinculado con la tecnología y eso es más sofisticado, pero esto es más a pulmón. Hay que tener cintura para moverte en todos los aspectos que tiene una empresa. Cuando arrancás, no hay áreas de ventas, compras y administración, hacés todo y vas aprendiendo. Es ir haciendo cosas y adaptarse. También tenés que estar bien atento a lo que es el mercado, a lo que te pide y quiere la gente. Entonces, se puede, pero hay que meterle, tener sacrificio y constancia, más en Uruguay. Quizás en otros lados le podés errar en alguna cosa, acá donde le erres marchaste. Entonces tenés que corregir enseguida y confiar en lo que hacés.