COMERCIO EXTERIOR
El alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell dijo que el acuerdo avanzará antes de fin de año.
Un espaldarazo. Eso significó para Uruguay el IV Foro de Inversión Europea realizado ayer en Club de Golf, en el que diversos representantes del viejo continente, empezando por el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell en persona, no dejaron de reconocer las bondades de este país para la inversión extranjera y la disposición a seguir desembolsando acá, incluso con más fuerza.
Quedó claro que ambas partes -tanto la UE como Uruguay- están en la misma página, sobre todo en la visión de desarrollar energías renovables, en un entorno internacional complicado.
Uruguay quiere dar un salto cualitativo en su economía con una segunda transición energética vinculada al hidrógeno verde, y Europa está haciendo todo lo posible para independizarse del gas de Rusia. Estos objetivos son complementarios y al decir de Borrell, puede haber un “win-win”, es decir, un ganar-ganar.
La UE representa el 40% de la inversión extrajera directa en Uruguay (es su mayor inversor extranjero) con US$ 27.650 millones; también es uno de sus principales socios comerciales, y hay más de 500 empresas europeas instaladas en este país.
Todo indica que la concreción del -tan esperado como demorado- acuerdo de asociación UE-Mercosur, aumentará los niveles de inversión, incluyendo en el frente de las tecnologías de hidrógeno verde y otras energías alternativas.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Borrell, tenía en mente desde el comienzo de su discurso que el acuerdo Mercosur-UE es muy importante para Uruguay y así lo manifestó.
Venía de una reunión con el presidente Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva, en la que trató este tema y luego, en el foro, reconoció que “la pelota está en nuestra cancha”. Anunció así que la UE presentará un “instrumento adicional sobre los aspectos medioambientales” que le preocupan al bloque, con miras a que se “allane el camino para el acuerdo”.
“Espero que (el planteo de esos elementos adicionales) sea antes de fin de año”, agregó.
Borrell comentó que hasta hace poco tiempo el 40% de la importación de gas a Europa provenía de Rusia y que ahora se ha logrado bajar la dependencia a menos de la mitad. Pero esa autonomía requiere “cooperación”, “alianzas”, “regular nuevos mercados”, “conectar infraestructuras”, “ser más resilientes con los estándares”, agregó, en alusión a los lazos con América Latina y Uruguay.
Lo cierto es que la UE es un aliado estratégico de Uruguay, lo quiere seguir siendo y está dispuesta a invertir y apoyar más a este país en tres frentes: revolución digital, cambio climático y cohesión social, según indicó el diplomático.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, reconoció el rol histórico de las inversiones europeas en Uruguay, en el área agroindustrial, forestal, tecnológica, servicios financieros y demás. Pero también se jugó con una aclaración: “Los malos guarismos del Mercosur en materia ambiental no son los de Uruguay”.
Entre los aspectos que destacó, mencionó la emisión de Uruguay (hecha el pasado 20 de octubre) de un bono indexado a indicadores de cambio climático por US$ 1.500 millones.
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El ministro de Ambiente, Adrián Peña, se abocó a reseñar los avances de Uruguay, que van de “400 años de ganadería sin deforestación”, pasando por políticas de Estado en materia energética, con énfasis en la primera y, ahora, la segunda transformación en energías renovables. Pero hizo hincapié en que los países en desarrollo necesitan tasas preferenciales para ingresar mejor a los mercados más avanzados en el frente energético.
La meta de la Unión Europea es producir 10 millones de toneladas de hidrógeno verde e importar otros 10 millones, en los próximos años. Ahí Uruguay entra en escena como uno de los posibles proveedores, y así es visto en Europa.
Walter Verri, subsecretario del Ministerio de Energía y Minas, explicó la agenda en torno al hidrógeno verde que adelanta el gobierno, donde está marcado que ese producto se exporte para 2030.
La idea es que Uruguay se posicione como hub regional en hidrógeno verde, y para ello cuenta con potenciales socios estratégicos europeos, según entienden las partes.
Otro momento destacado del foro fue cuando Kadri Simson, comisaria Europea de Energía de la CE, manifestó (por videoconferencia) que se verán más avances de acuerdos y alianzas energéticas entre los países en el marco de la reunión UE-Celac que se realizará el próximo año.
Cristina Lobillo Borrero, de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea (CE), también dio otro anuncio: los países europeos quieren realizar compras conjuntas de gas.
Kristin Long, representante del Banco Europeo de Inversiones (BEI), conocido como el “banco climático europeo”, está financiando proyectos en Argentina, Brasil, Chile, Perú, Ecuador; y Uruguay podría sumarse a la lista.
En esa línea, hay que recordar el anuncio que Ursula von Der Leyen, presidenta de la Unión Europea, sobre la creación de un “Banco Europeo de Hidrógeno”, como oportunidad.
El foro reunió a otros representantes del gobierno uruguayo, de la UE y del sector privado empresarial. Fue organizado por la Delegación de la Unión Europea en Uruguay, la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay y la Eurocámara en Uruguay, en el marco del proyecto InsPYraME UE. Contó con el apoyo de Uruguay XXI y la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria Europeas, Eurochambres.
Los sponsors de esta edición fueron Saceem, Katoen Natie, Montes del Plata, Air Liquide, Montelecnor, Zonamerica y Bo Concept. El País fue el me-dia partner y coproductor del evento.
Alto perfil
Ministro de relaciones exteriores
“En septiembre de 2019 se ratificó la voluntad de firmar el acuerdo Mercosur-UE (...) Los malos guarismos del Mercosur en materia ambiental no son los de Uruguay”, afirmó en referencia a que este aún no ha sido firmado por el debe de Brasil en ese tema, según la UE.
Vicepresidente de la UE
“Soy un firme convencido de que ese acuerdo (Mercosur-UE), es mutuamente beneficioso. Está en el interés de los europeos mostrar la voluntad de que llegue a un buen fin”. La UE presentará “elementos adicionales” al mismo para avanzar.
Sector privado energético
Las mayores inversiones extranjeras que se han realizado en Uruguay son mayoritariamente europeas, últimamente con mayor énfasis en negocios o proyectos eólicos, solares, de energías renovables en general, o vinculados a la celulosa.
Enertrag, empresa de origen alemán, tiene la meta de producir unas 15.000 toneladas de hidrógeno verde al año en este país. Aram Sander, director de Negocios Internacionales de dicha empresa, adelantó que el estudio de factibilidad que están realizando en Tacuarembó “es el principio de una serie de inversiones en Uruguay”.
Señaló también que se debería pensar más en cómo almacenar y transportar las moléculas a Europa.
Carolina Moreira, gerente de Sustentabilidad y Comunicaciones de Montes del Plata, destacó a la madera como material de construcción sustitutivo del cemento, el cual produce emisiones de CO2.
Actualmente existen nuevas formas de obtener hidrógeno relacionadas a la industria de la celulosa.
Javier González, director de Montelecnor (con larga trayectoria en los sectores de electricidad, infraestructuras y plantas industriales), destacó proyectos conjuntos con la UE en materia de energía solar fotovoltaica para ambientes rurales, entre otras iniciativa amigables con el medio ambiente.
Lucas Rodríguez, gerente general de Air Liquide, empresa de origen francés, compartió algunos de sus proyectos para producir metanol de exportación y sus derivados en Chile, y cómo Uruguay también resulta atractivo para nuevos proyectos. Opinó sobre la importancia de trabajar en coordinación con el ámbito académico, para potenciar nuevas capacidades en la cadena productiva del hidrógeno verde.
Rodríguez consideró que Uruguay está bien encaminado en materia energética desde el punto de vista de la estrategia, pero atrasado en la normativa en esta materia. Destacó que las “mediciones de huella de carbono” que el gobierno anunció se harán en el país, serán de gran ayuda para el desarrollo del sector.
La firma del acuerdo UE-Mercosur impulsaría otros proyectos como “Inspyrame UE”, una iniciativa de apoyo a las mipymes creada por la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay y la Eurocámara, que busca impulsar sobre todo a aquellas pequeñas empresas lideradas por jóvenes y mujeres en el país. Así lo destacó en el foro Mario Amelotti, presidente de la Eurocámara del Uruguay.
En esa línea, Julio César Lestido, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios, apuntó la necesidad de aumentar la conciencia sobre la importancia de las energías renovables para definir nuevas estrategias de inversión y rondas de negocios efectivas.
Uno de los objetivos de Inspyrame UE es capacitar a las mipymes y darlas a conocer en el mercado europeo.
Inés Bonicelli, vicepresidenta Ejecutiva de Uruguay XXI, señaló que la entidad está alineada con esos objetivos, y que siempre han trabajado “muy cerca” y “muy bien” con la Unión Europea.
La opinión de que la firma de un acuerdo UE-Mercosur potenciará otros acuerdos fue compartida por Paolo Berizzi (embajador de la UE en Uruguay) y Damian Kaminski (de la delegación de la Unión Europea), entre otros presentes.
En el segundo día del IV Foro de inversión Europea, que se desarrolla hoy, están previstas unas 200 reuniones virtuales en rondas B2B.
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