Ante un escenario internacional movilizado por el acuerdo de asociación entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), expertos observan acercamientos con otros bloques y una búsqueda por concretar acuerdos en curso. Sin embargo, según algunos analistas el cierre de negociaciones con el bloque europeo enfría posibles alianzas con China.
De acuerdo con lo que explicó a El País el consultor especializado en relaciones internacionales, Ignacio Bartesaghi, el cierre de negociaciones con la UE implica una mayor credibilidad y atractivo para el Mercosur como bloque regional, más allá de las demoras que implicaron más de 25 años de espera.
Si bien las negociaciones se cerraron, falta que la normativa entre en vigor, lo cual según Bartesaghi, llevará al menos un año y medio. En referencia al entendimiento alcanzado el pasado 6 de diciembre en Montevideo, Bartesaghi calificó el encuentro como un “mensaje poderoso” a nivel internacional.
Por su parte, el analista internacional, Marcel Vaillant, indicó a El País que a pesar de algunas dificultades, al Mercosur le aguarda un futuro de “mejora o estancamiento”, pero no de ruptura.
Además, mencionó que este tipo de negociaciones genera un “efecto dominó regional”, ya que despierta interés por parte de otros países de concretar acuerdos con el bloque regional.
Uno de los obstáculos más importantes para alcanzar el acuerdo resaltadoss por los especialistas fue el protagonismo de Brasil dentro del bloque regional. Vaillant sostuvo que otra de las barreras fue que la región no termina de definir la modalidad para concretar la inserción internacional.
TLC con China
Bartesaghi sostuvo que si bien China podría mostrar interés por concretar un posible Tratado de Libre Comercio (TLC) con el Mercosur, las negociaciones se verían estancadas por dos motivos principales. Por un lado, porque la atención está focalizada en el acuerdo con la UE, mientras que por su parte, el resto de los estados parte del Mercosur “no están de acuerdo con el TLC”.
Por su parte, Vaillant resaltó la importancia de generar acuerdos con países asiáticos debidol a sus altos volúmenes de compra de productos agrícolas y dijo que estos negocios deberían estar en una futura agenda de política exterior.
En cambio, Bartesaghi resaltó que “no todo debe ser negociado dentro del Mercosur” y que esa postura perjudica a Uruguay.
Además, señaló que las negociaciones en función del TLC con el gigante asiático son parte de la política exterior del actual gobierno y sostuvo que el resto de los estados parte no tienen un mayor interés por concretarlo.
Negociaciones en curso
Para Bartesaghi, el acuerdo Mercosur-UE tiene impactos más directos que solo con China, ya que despierta el interés por concretar y acelerar otros procesos que se encuentran estancados.
Algunos de los acuerdos que el Mercosur mantiene en curso son con: Canadá, Emiratos Árabes, Corea del Sur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA por su sigla, en inglés). En cambio, los acuerdos en conjunto con la UE y Singapur están a la espera de entrar en vigencia.
Bartesaghi resaltó que a partir del acuerdo con la UE, la urgencia por bilateralizar algunos otros tratados -como el que se espera con China- perderá trascendencia, pero dinamizará la agenda de política exterior.
En ese sentido, resaltó la importancia que esto implica para China y dijo que el gigante asiático no solo ve conveniente un TLC por cuestiones comerciales, sino que es una herramienta para fomentar inversiones y negocios.
Por otra parte, hizo referencia a la guerra comercial que atraviesan China y la UE, sobre la que comentó que algunos miembros del bloque europeo no quieren enfrentarse al gigante asiático.
El analista resaltó que a partir del cierre de la negociación con el Mercosur, ambas potencias tienen la presión de una importante competencia para negociar otros acuerdos.
UE y China en cifras
Según un informe del Instituto Uruguay XXI, China, la UE y Estados Unidos representaron el 72% del total de pagos por aranceles por parte de Uruguay en 2022 y tuvieron un promedio de participación del 49% en el total exportado.
China se posicionó como el principal destino de las exportaciones uruguayas con un total de US$ 264 millones por pago de aranceles en 2022, donde el promedio por arancel fue de 6,8%.
Por su parte, la UE recibió productos uruguayos por US$ 73 millones en pago de aranceles con un arancel promedio de 3,8%. Si bien los productos agropecuarios son aquellos con mayor pago de aranceles, la carne bovina fue el producto exportado por excelencia con motivo de su ingreso al mercado europeo por arancel preferencial.
Por su parte, el Mercosur representa un rol relevante con el 25% de las exportaciones uruguayas que significan un ahorro estimado de US$ 376 millones bajo el sistema de Arancel Externo Común.
En 2023 las exportaciones de bienes al bloque europeo correspondieron a unos US$ 1.930 millones además de la especial influencia de las inversiones extranjeras directas provenientes de Europa.
La UE no solo significa un importante actor de la política exterior uruguaya en términos comerciales, sino que también es considerado un socio estratégico en cuanto a inversión extranjera directa, a través de las que ingresaron US$ 3.575 millones al país.
Entre los países de la UE, las principales exportaciones se dirigen a Italia con el 31% de la mercadería, seguido por Países Bajos con el 28%, España con el 19%, Alemania con el 13% y Bélgica con el 6%.
Desde 2013, el producto de exportación por excelencia con destino al bloque europeo es la celulosa. Sin embargo, productos como la soja, cuero y autopartes presentaron caídas significativas.
Algunas implicancias
El acuerdo mantiene expectante al escenario internacional ya que su entrada en vigor podría constituir una de las mayores zonas de libre comercio a nivel mundial con un 20% del Producto Interno Bruto (PIB) planetario entre ambos bloques.
Algunos de los elementos incluidos en la negociación suponen eliminar más del 90% de los impuestos sobre las mercancías comercializadas, lo que podría ahorrar más de 4.000 millones de euros anuales en derechos de importación.
La entrada en vigor del acuerdo Mercosur-UE no solo implicaría beneficios arancelarios, sino que también facilitaría el comercio de servicios y la protección de derechos medioambientales y laborales.
Según la consultora Focus Economics, se espera que durante el 2025 el crecimiento de la zona euro sea moderado a pesar de que el acuerdo con el Mercosur pueda impulsar la comercialización de productos agrícolas, farmacéuticos y de la industria automotriz. Este escenario resultaría en un menor impacto a nivel internacional a propósito del cambio de gobierno en Estados Unidos.
Por otra parte, uno de los mayores potenciales del acuerdo es que estimula la transición medioambiental de Europa gracias a importantes reservas de minerales entre los países del Mercosur. Sin embargo, la consultora menciona posibles retrasos en la ratificación del acuerdo con motivo de presiones por parte de grupos agrícolas y ecologistas.