Ancap presentó este martes los resultados económicos del ejercicio 2022. Según se informó, el ente cerró el 2022 con ganancias de US$ 163 millones, pese a resignar US$ 236 por vender combustibles por debajo del precio de paridad de importación.

La empresa tuvo una pérdida de US$ 10 millones en una facturación de más de US$ 4.000 millones. Esa pérdida es considerada nula, por lo que se entiende que se está ante un "equilibrio en el mercado monopólico".

Esa facturación, informó el ente, se da a pesar de haber “resignado” ingresos por US$ 236 millones, por ventas a precios por debajo de la paridad de importación. “El importante margen de refinación, permitió al Poder Ejecutivo moderar el impacto de los precios internacionales sin perjudicar el resultado económico de la actividad de refinación”, detalló.

En ese mismo año, tomando todas las empresas que forman el Grupo Ancap, se registró una ganancia de US$ 163 millones, debido a la contribución de los negocios no monopólicos. En este sentido, el ente destacó la importancia de Ducsa, que aportó con US$ 29,5 millones.

El ente comunicó que todos los productores con precios administrados estuvieron “por debajo de paridad de importación”. “Por primera vez la brecha de gasoil (US$ 92 millones) supera al subsidio del supergás (US$ 87 millones)”, informó. “Desde el invierno pasado comenzó el subsidio focalizado del supergás, que en 2022 representó una erogación de US$ 5,3 millones aportado por Rentas Generales. A partir de enero de 2023 el subsidio es a cargo de Ancap y en los tres primeros meses del año sumó US$ 3,2 millones”, añadió.

Por otra parte, el resultado operativo del cemento y la cal tuvo una pérdida de casi US$ 25 millones, como consecuencia de la caída en la participación del mercado y la baja de los precios locales.