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Un edificio emblemático de Punta Carretas, en 21 de Setiembre y Williman, donde funcionó por años la confitería Cantegrilly se caracteriza por ser una de las obras de Humberto Pittamiglio, recibirá a la cadena argentina de hamburgueserías El Desembarco.

La empresa, que se define como una propuesta «de barrio» nació hace tres años en Buenos Aires. Actualmente emplea a 350 personas y cuenta con 15 locales en la capital argentina, donde además ya están en obra otros 10 puntos de venta. Como parte de su expansión, la cadena llegará a Uruguay, donde proyecta abrir seis restaurantes en un plazo de dos años, detalló el cofundador y director de la empresa, Julio Gauna. Una vez consolidada la operación uruguaya, ingresarán en Paraguay y Chile, anticipó.

Gauna destacó que aquí encontró un país estable y que ofrece certezas además de cercanía con Argentina. En cambio, del otro lado del río «la economía cambia constantemente». En ese contexto, la cadena ha apuntado «a la calidad del producto y del servicio» para crecer.

«Hemos pasado por todas las crisis y hemos vivido un boom de hamburgueserías donde había una en todas las cuadras. Pero se han ido y nosotros nos fuimos quedando y cada vez vendimos mas», relató Gauna.

Ese impulso permitió a la empresa pasar de abrir sus primeros locales en forma directa a lanzar sus franquicias el año pasado. Los interesados deben invertir en Argentina US$ 42.000 y tienen un horizonte de 10 meses para recuperar el dinero, detalló Gauna.

Al contar con varios locales, el empresario creyó que era momento de instalar un centro de producción, ubicado en San Telmo, para canalizar parte de la producción.

La cadena procesa 1.000 kilogramos de carne diarios. Manejar ese tipo de volumen le permite ser una «hamburguesería de bajo costo». Por otra parte, «trabajamos con productos frescos, no congelamos la mercadería», señaló Gauna como un atributo de la marca que también replicarán en sus restaurantes en Uruguay.

La carne para las hamburguesas será de frigoríficos nacionales, así como otros insumos. Por ejemplo, el pan se elaborará en Uruguay, a diferencia de la panceta, que vendrá desde Argentina. La carta de cervezas artesanales combinará marcas locales y otras argentinas.

El «fuerte» de la cadena son sus hamburguesas artesanales «bien americanas». La General Belgrano, llamada así por el buque de la Armada argentina -de hecho, los bocadillos y la marca homenajean a esa fuerza en la que el padre de Gauna hizo carrera- , tiene carne, rúcula, cebolla caramelizada, morrón ahumado, almendras tostadas y queso azul. «Es una bomba», resumió el empresario.

La competencia no inquieta a Gauna, por el contrario cree que es algo positivo. «Cada hamburguesa es diferente», afirmó. Además, la variedad de marcas es «sana y te obliga a ir perfeccionándote», agregó. Incluso, la suma de esas opciones diversas ayudará a activar el consumo de hamburguesas. Gauna está convencido de que El Desembarco será exitoso: «Estoy seguro que esto va a explotar».

El primer restaurante de El Desembarco, de 180 metros cuadrados, significará una inversión de US$ 120.000. Gauna destacó que la apertura, prevista para el 15 de agosto, se producirá en un lugar emblemático como el edificio que Humberto Pittamiglio construyó en 21 de Setiembre y Williman. También es histórico porque allí atendió durante décadas la confitería Cantegrill. Según Gauna, es «uno de los mejores edificios de Montevideo».

La hamburguesería empleará a entre 15 y 20 personas. Buscarán jóvenes, incluso sin experiencia pero «con mucha voluntad y ganas de generar un oficio», dijo el empresario. Inicialmente, un equipo de Argentina vendrá para ayudar a comenzar el negocio en Uruguay.