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El fundador quiere "enderezar" la firma que perdió millones de activos
El reconocido empresario italiano Luciano Benetton, de 82 años, fundador de la marca de ropa que lleva su apellido, anunció ayer su regreso al frente de la compañía para intentar enderezarla.
"En el 2008 dejé a la empresa con 155 millones de euros en activos y regreso con 81 millones de pasivo en 2016. Algo que me genera un dolor intolerable", aseguró Luciano Benetton en una larga entrevista al diario italiano La Repubblica.
"Por eso regreso al ruedo", confesó el llamado "príncipe de los colores".
"Mientras otros nos imitaban, United Colors perdía sus colores. Fallamos. Las tiendas, que eran tragaluces, se convirtieron en lugares oscuros y sombríos", reconoció.
"Cerramos en América del Sur y Estados Unidos. Lo siento", dijo.
Para el empresario, conocido por sus campañas publicitarias a favor de la integración, los derechos humanos y el mestizaje, el "pecado más grave" fue "dejar de hacer suéteres", dijo.
"Es como si hubiéramos eliminado el agua a un acueducto", recalcó.
El imperio de Benetton creció en los años 80 gracias a los innovadores jerseys de lana de colores fuertes, expandiéndose en todo el mundo con tiendas en más de 100 países y creando fábricas en países donde la mano de obra era muy barata.
"La gestión ha sido confusa" y los "errores incomprensibles", lamentó.
Dolor y rabia
Los hermanos Benetton, fundadores del imperio textil Benetton, decidieron en 2003 jubilarse con anticipación y dejar la administración de su fortuna en manos de expertos ejecutivos.
Luciano Benetton, quien fundó en 1965 junto con Gilberto, Carlo y su hermana Giuliana, la célebre fábrica de telas y ropa, admitió que el experimento "fracasó, no funcionó", dijo.
"No veo otro Luciano. No me siento culpable, lo que siento es rabia. Creo que la parte sana de la empresa también siente rabia. Y esa rabia nos va a servir", confesó.
"Administraron la compañía de manera criminal, como si lo hicieran a propósito, con un balance en rojo tomaban decisiones incomprensibles", comentó.
Para Giuliano Noci, profesor de estrategia en la Escuela de Negocios Politécnica de Milán, el empresario "entendió que su criatura, a la que había dedicado gran parte de su vida, estaba en grave peligro: En los últimos años acumuló pérdidas por unos 600 millones de euros", explicó en declaraciones a la AFP.
"La compañía perdió su capacidad de innovar, que era la clave de su éxito, y amplió su gama de productos dejando de ser lo que era", resumió el estudioso
Con Toscani de nuevo a la carga
El empresario volverá a trabajar en dúo con el publicista Oliviero Toscano, considerado uno de los fotógrafos más irreverentes, cuyas campañas con pontífices, curas y monjas, enfermos de sida o niños de todas las razas impactaban en todo el mundo.
La denuncia del racismo y la defensa de "todos los colores", convirtió a la marca de ropa italiana en un emblema de empresa sensible a las cuestiones sociales, lo que espera reactivar con una campaña sobre los emigrantes, según adelantó Benetton.
El homenaje al multiculturalismo iniciará con la fotografía de 28 niños de 13 países diferentes que están estudiando todos juntos en un colegio.
La estrategia de Benetton para salir de los números rojos cuenta con formar una nueva generación de empresarios creativos provenientes de todo el mundo, explicó.
La administración de la empresa, que se convirtió en un holding con intereses en el sector de autopistas, restaurantes, aeropuertos, finanzas e inmensos terrenos en la Patagonia argentina, fue confiada inicialmente a su hijo Alessandro y luego a un grupo de gerentes que no provenían de la familia.
"Estamos preparando un producto nuevo, vamos a remodelar las tiendas, estamos estudiando los colores, nos estamos reorganizando", anunció Luciano Benetton.
Para competir con marcas como H&M, Zara y Uniqlo, la firma debe cambiar sus tiendas y la comunicación, sostiene Stefania Saviolo, directora del centro de lujo y moda de la Universidad Bocconi de Milán.
Benetton , que contaba con 9.766 empleados en 2008, hoy en día tiene 7.328, y no se descarta que suprima en el futuro muchos puestos de trabajo.
"Vamos a dar una oportunidad a todos, pero hay que aligerar la empresa", advirtió.