En la búsqueda de una vida financiera saludable y sólida, es esencial comprender que no todos los caminos son iguales. La importancia de aprender finanzas personales radica en la necesidad de tomar decisiones financieras acordes a la etapa de la vida en la que nos encontramos.
Los objetivos y desafíos financieros de un joven de 22 años difieren considerablemente de los de una persona de 60 años. Por ello, en este Finanzas de Bolsillo exploraremos cómo la gestión de nuestras finanzas evoluciona a lo largo de la vida, dividiendo cada etapa en bloques de 10 años, desde los 20 hasta más de 50 años.
La clave radica en la adaptación. En ese marco, el lector puede analizar consejos y estrategias específicas para cada fase, reconociendo que no existe un enfoque único en las finanzas personales.
Entre 20 y 30 años
Esta etapa de la vida es un período crucial para establecer las bases de tu salud financiera futura, por lo que la educación financiera es tu mejor aliado.
Es importante dedicar tiempo a estudiar cómo funciona el dinero, la inversión y el impacto de la inflación en tus finanzas. En ese sentido, es clave elaborar un presupuesto realista que te ayude a controlar tus gastos y ahorrar de manera consistente.
Consultada por estos hábitos financieros, Alessandra Crosignani, economista y formadora financiera de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dijo a El País que el ahorro y el cuidado del dinero no se pierden mientras sean un hábito para quien lo practica.
“Ahorrar es apartar dinero cada vez que se recibe un ingreso, y si es un extra, apartarlo todo. Para esto es imprescindible tener bien definidos los objetivos financieros, porque el ahorro es el combustible para alcanzarlos en el corto, mediano y largo plazo”, explicó.
Asimismo, en esta etapa de la vida en donde uno es joven, puede que sea tentador gastar dinero en productos, ropa, salidas o en marcas reconocidas. Sin embargo, esta práctica debe tomarse con cautela, ya que si no se controla, este hábito puede convertirse en una carga financiera en un futuro.
Marcela Romero, coordinadora del Programa de Planificación Financiera en BECA Advisors, dijo en un pasado Finanzas de Bolsillo que cree que es importante generar un rubro disponible para disfrutar en lo que nos genera placer (como lo pueden ser este tipo de compras) pero esto no puede interferir a gran escala con nuestra cuota parte de ahorro, inversión y los gastos que necesito para vivir (no puedo endeudarme o desahorrar para mis momentos de ocio).
Por otro lado, también se recomienda a esta edad controlar los gastos con la tarjeta de crédito. La deuda acumulada a través de este método de pago puede generar intereses significativos. Por eso, si sueles usar tarjetas de crédito, lo conveniente sería pagar el saldo completo cada mes para evitar intereses altos.
Entre 30 y 40 años
Esta década es un período en el que solemos tomar decisiones trascendentales que pueden influir en nuestro futuro financiero. Uno de los aspectos más críticos en esta etapa es la toma de decisiones financieras relacionadas con el matrimonio o la convivencia, por lo que es fundamental hablar abiertamente sobre las finanzas con tu pareja y establecer acuerdos que sean claros.
De acuerdo a una investigación presentada en el ‘New England Journal of Medicine’,si uno decide compartir sus objetivos de ahorro con una pareja, es probable que le ayude a mantener sus planes de ahorro al proponer actividades que se ajusten a su presupuesto, lo que en definitiva podría ayudar a mantener tus planes de ahorro en curso.
¿Cómo genero más excedentes mensuales?
En la mayoría de los casos, en la etapa de la juventud uno se pregunta qué otro tipo de alternativas pueden existir para seguir aumentando el capital personal, por fuera del trabajo, claro está. En ese marco, existen varias fuentes alternativas para incorporar a nuestras vidas. Algunos ejemplos pueden ser los pasivos financieros (plazos fijos, bonos, stablecoins), ingresos pasivos monitoreados (emprendimientos propios que no demanden demasiado tiempo en el mediano plazo, que puedan ser automatizados y se puedan monitorear), ingresos pasivos propietarios (alquiler de propiedades, cocheras, maquinaria) e ingresos pasivos patentados (regalías por la creación de franquicias, autoría de libros).
Teniendo sobre la mesa todas estas posibilidades, si se logra adoptar al menos dos de ellas uno ya estaría logrando diversificar bastante sus fuentes de ingreso, reduciendo el riesgo económico si alguna de ellas no llega a resultar como se esperaba. A su vez, existen gastos que es necesario evitar independientemente del contexto en que nos encontremos. Algunos ejemplos pueden ser los gastos hormiga (comidas fuera de casa, cafés, golosinas, cigarrillos), los gastos diferidos (se realizan mayoritariamente con la tarjeta de crédito, suelen ser bienes y servicios que se pagarán más adelante) y los gastos derivados (si compro o adopto una mascota, por ejemplo, debo también agregar el costo mensual de su comida, veterinario y más).
Entre 40 y 50 años
Esta etapa suele ser un período en el que nos encontramos en el apogeo de nuestras carreras y acumulamos más ingresos que en cualquier otra etapa de la vida. Por ello, es fundamental priorizar el ahorro para la jubilación, incluso si no has empezado antes. La esperanza de vida se ha extendido, y es crucial asegurarse de tener suficientes recursos para mantener un nivel de vida cómodo en la jubilación.
Una manera de hacerlo es invertir en diversos tipos de activos que otorguen rentabilidad en el futuro. Bárbara Mainzer, directora ejecutiva de la Asociación de Bancos Privados (ABPU), dijo a El País que existen varios instrumentos de inversión que pueden generar rentabilidad. “En líneas generales, están los depósitos bancarios, los bonos y las acciones, los fondos de inversión, y localmente tenemos las Letras de Regulación Monetaria, entre otros”, aseguró.
En ese marco, sostuvo que los más usados por los uruguayos son los depósitos bancarios, ya que “en la actualidad tenemos más de US$ 40.000 millones” en los bancos.
Más de 50 años
En esta etapa de la vida, idealmente más cerca de los 60 años, es el momento de cosechar lo sembrado a lo largo de décadas.
Aquellos que comenzaron a ahorrar desde temprana edad estarán en una posición más favorable, pero aún es posible tomar medidas para garantizar una jubilación tranquila y segura. Un error grave que debés evitar es confiar en asesores financieros inescrupulosos que no comprenden la importancia de la seguridad financiera en esta etapa de la vida.
Lo recomendable es evitar estrategias de inversión arriesgadas que pueden llevar a la pérdida de tus ahorros en momentos de turbulencia económica. En relación a esta problemática, contar con un ahorro para emergencias, es decir, un colchón de dinero basado en el ahorro previo para situaciones de imprevisto, puede ser útil si se tomaron decisiones incorrectas y se llegó a la pérdida de los ahorros.
En conclusión, los consejos proporcionados en este Finanzas de Bolsillo sirven como una especie de “GPS” o una hoja de ruta para ayudar a las personas a transitar cada etapa de la planificación financiera de manera correcta y sin sobresaltos.
La vida financiera puede ser un camino desafiante, pero con conocimiento y determinación, todos tienen la oportunidad de construir un futuro financiero sólido y seguro. (En base a La Nación/GDA)
La regla del 50/30/20 para ordenar las finanzas
Esta regla supone destinar 50% de los ingresos a los gastos básicos (vivienda, transporte, créditos), un 30% a los deseos (compras, hobbies, ropa) y el 20% restante destinarlo para el ahorro. Ahora, ¿la misma funciona?. Según Crosignani, esta funciona “muy bien” cuando se aparta primero para el combustible de los objetivos financieros (el ahorro), cumpliendo así con el hábito para sostener esta regla. En ese caso, si no se puede llegar al 20%, recomienda separar menos, pero nunca dejar de hacerlo para “no parar de alimentar tus objetivos”.
“El hábito para sostener esta regla necesita un disparador visual o emocional. Luego precisa la acción en sí, esto es, un encuentro financiero con mi gestión financiera personal, y hacer estos encuentros simples y agradables. Pueden ser de diferente frecuencia: quincenales o mensuales, dependiendo de cada situación. Se pueden usar apps, planillas, papel, lo que resulte fácil y sostenible para gestionar tus finanzas y que estas finalmente cuenten con una recompensa, lo que reforzará el comportamiento de mantenerlos en el tiempo”, explicó Crosignani a El País. A su vez, Romero dijo que es clave realizar esta práctica para llegar a fin de mes con “oportunidades para optimizar nuestros gastos a través de la visualización de lo que gastamos anteriormente”.