NEGOCIOS
En fase de expansión, la compañía ampliará su oferta en Paraguay y Bolivia mientras proyecta su llegada a Brasil
Crufi, histórica marca de helados desde su creación hace 25 años, hoy es más que sus postres. Bajo el sello «Alimentos Congelados Crufi» interviene en varias categorías (papas, vegetales, nuggets, hamburguesas, empanadas y un pan saborizado de queso y ajo). Con ese abanico, la compañía comenzó a desarrollar su expansión, que hoy la tiene presente en Paraguay y Bolivia con helados, a los que sumará en breve sus congelados. También prevé desembarcar en Brasil en 2022.
Esta estrategia surge de un plan a cinco años que comenzó en 2018, con el fin de ir más allá del helado, que concentra el 65% de su venta en cuatro meses. «La dirección de la empresa dijo ‘ya estamos en una estabilidad en el mercado del helado’, entonces, se plantearon cuáles podían ser las posibilidades de crecimiento», recordó Andrea Dibitonto, gerenta comercial de Crufi. «El proyecto principalmente consiste en, sin perder el liderazgo en el helado, convertirnos en una empresa de distribución y comercialización de productos congelados, y ser la número uno en dar una solución de comidas congeladas a clientes y consumidores».
Para lograrlo, la empresa encaró una inversión de US$ 20 millones, con apoyo de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap), que permitió la construcción de un nuevo centro de almacenamiento y distribución. El salto fue significativo: pasó de 3.000 a 7.000 posiciones de frío en cámara. El potencial es aun mayor y la empresa podría evaluar ampliar la fábrica.
La empresa ha encarado una inversión de US$ 20 millones para desarrollar un nuevo centro de almacenamiento y distribución
«Este centro de distribución no es solo una cámara de frío, es la única (del sector) en Uruguay automatizada», destacó Dibitonto al aludir a la incorporación de un robot italiano que ubica y despacha los pallets.
El cambio llevó además a reforzar la flota de camiones y el personal. En Crufi trabajan 200 colaboradores todo el año, a los que se suman otros 150 en zafra. Los puestos indirectos aportan otros 300 empleos.
Jugada calculada
La exportación es otra vía para crecer. Para ello, se analizaron distintos mercados en función de la cercanía y el clima, contó Edgar Da Silveira, gerente de Comercio Exterior de Crufi.
El primer destino donde desembarcaron fue Santa Cruz (Bolivia) en febrero de 2018 y, un mes, después llegaron a Asunción (Paraguay). Los envíos se hacen por transporte terrestre; los productos llegan en 48 horas a Paraguay y después de una semana a Bolivia, lo que obliga a ser muy detallistas en la logística, enfatizó Da Silveira.
«Cada mercado tiene sus particularidades», acotó Dibitonto. En Paraguay, el canal supermercados no es el más visitado por los consumidores de helado, que prefieren comprarlo en heladerías; tampoco están familiarizados con el pote de 5 litros o con el gusto sambayón, a diferencia de Uruguay.
Pero, lentamente, los helados de Crufi van ganando su lugar. En Asunción tiene 450 freezers entre los súper y las tiendas de conveniencia. «Y este mes entramos con congelados», confirmó Da Silveira.
El plan en Brasil es llegar con "diferenciales" como helados impulsivos distintos a los que se encuentran hoy en ese mercado, y otros que apuntan a nichos como los "0%", dijo Dibitonto
En Paraguay, ese rubro está poco desarrollado; típicamente se encuentran papas, pastas y hamburguesas. Algo similar sucede en Bolivia, donde Crufi tiene 350 freezers en supermercados y pequeñas tiendas, y suministra a colegios. La idea es los próximos meses sumar congelados. «Lo importante es estudiar cada mercado e ir adaptándose, tratando de transformar hasta culturalmente. Son oportunidades, pero llevan tiempo y esfuerzo», analizó la gerenta.
Brasil es el próximo destino. Ya hay tratativas con supermercados de Río Grande do Sul y Río de Janeiro con miras a 2022.
La presencia de multinacionales de helados con fábricas propias, sus grandes volúmenes de producción a bajo costo (al elaborar con aceites vegetales y no con leche como los uruguayos) obligan a afinar la propuesta. «Vamos a ir con diferenciales», anticipó Dibitonto.
La idea es llevar helados impulsivos (sándwich, alfajor, Crufipop), distintos de los que ofrece la categoría en Brasil, y otros que apunten a nichos como el «0%». «Tenemos el liderazgo en el ‘0%’ en Uruguay, con un 85% del mercado», aseguró Dibitonto. Aunque es un nicho, abarca a varios millones de personas, destacó.