¿Cuánto hay que invertir para comprar una minicasa en Uruguay?

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Tiny house. Foto: Shutterstock.
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INFORME

Empresas fabricantes de "tiny houses" explican las ventajas de estas viviendas respecto a la construcción tradicional; los extranjeros que residen en el país son sus principales clientes

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En su libro The Not So Big House la arquitecta estadounidense Sarah Susanka planteó el ideal de «construir mejor, no más grande», una concepción con raíces minimalistas que germinó también en Japón, y dio pie a las llamadas tiny houses o minicasas. Esa tendencia de vivir en pocos metros cuadrados asoma gradualmente en Uruguay.

Los extranjeros residentes en el país son un motor para la demanda de este producto.

«El 70% de nuestros clientes son gente del exterior, hay muchos alemanes, estadounidenses y argentinos», detalló Joaquín Rodiño, cofundador de Tiny House Uruguay. «Tienen el ojo ‘más fino’ y están dispuestos a pagar un poquito más por un producto pensado para ser duradero», explicó.

Sus minicasas son para «vacaciones, fines de semana y alquiler», dijo. La mayoría de sus clientes residen en Maldonado.

Tiny House Uruguay nació en 2015 y lleva entregadas unas 30 o 40 unidades, estimó Rodiño, quien antes de emprender este negocio trabajó 12 años en Canadá construyendo casas.

Una microcasa, afirmó Rodiño, «se aleja del metro cuadrado» de construcción tradicional porque incluye más terminaciones. Estas viviendas vienen con mobiliario completo y destacan por el tipo de materiales utilizados, remarcó. La estructura es de material galvanizado y se aplica lana de vidrio y lana de roca para aislación térmica, lo que redunda en la eficiencia energética. Al usar «muros secos» y estar elevadas del piso, las minicasas sufren menos la humedad del ambiente, acotó.

Estas características colocan a las tiny houses en un precio de US$ 1.400 más IVA el metro cuadrado (m2). Así, una casa de 30 m2 cuesta unos US$ 42.000.

Modelo de Tiny House Uruguay. Foto: Gentileza Tiny House Uruguay.
Modelo de Tiny House Uruguay. Foto: Gentileza Tiny House Uruguay.

«No es que sea caro, es un producto costoso en relación a la media por la cantidad de mano de obra que tiene y los materiales utilizados, que están pensados por su eficiencia, un menor mantenimiento y mayor durabilidad», señaló Rodiño. «Una tiny no es estrictamente una casa miniatura, sino una vivienda que hace un buen uso de los recursos», opinó.

Las minicasas se fabrican y entregan en un plazo de unos tres meses. La personalización es una característica del producto

En My Tiny Way tienen clientes de Maldonado, Rocha y Villa Serrana. «Estamos en contacto con establecimientos turísticos al norte del país y con particulares que tienen un terreno y les interesa la posibilidad de colocar una tiny ahí», contó Luis Nario, cofundador de esta empresa que nació en 2020.

«Esto empezó como una investigación de pareja por buscar una alternativa de vida y no demoró en picarnos el bichito emprendedor y comenzar una propuesta de diseño, gestión y construcción de tiny house», recordó.

Una fortaleza de este concepto es que «con una sola inversión se puede tener más de una locación como destino», destacó Nario aludiendo a la movilidad de la minicasa.

Interior de una minicasa de My Tiny Way. Foto: Gentileza My Tiny Way
Interior de una minicasa de My Tiny Way. Foto: Gentileza My Tiny Way

«Otro fuerte es el bajo costo de mantenimiento y calefacción. Al ser espacios más controlados se requiere menos energía para calefaccionar en invierno y refrescar en verano», sumó. Esa ventaja no resta atractivo al diseño. «Acá cada centímetro está aprovechado al máximo, no hay casi desperdicio de espacio», indicó Nario.

My Tiny Way cuenta con tres modelos que abarcan de 15 m2 a 32 m2 de superficie. Cada uno viene equipado con todo el mobiliario, desde un sillón con capacidad de almacenamiento que se puede convertir en cama, a mesas rebatibles que funcionan como escritorios o centro del comedor. La cocina viene 100% equipada y la iluminación está incluida. Uno de los modelos que hoy exhibe la empresa cuenta además con una miniestufa de alto rendimiento, un minilavarropas, un calefón, un horno y un anafe a gas. Para un descanso reparador, se colocó una cama de dos plazas en el entrepiso. «Está para entrar», resumió Nario.

Los precios van de US$ 37.000 a US$ 60.000 (más IVA).

Para el emprendedor, las empresas del rubro tienen el desafío de hacer conocer el producto. Nario lo definió así: «En sus raíces se trata de una construcción de steel framing -con todo lo que requiere- sobre un tráiler».

La tiny house integra la categoría de casa rodante (de hecho, respeta la altura máxima permitida para los vehículos que circulan en rutas nacionales). Se diferencia de un motorhome porque se mueve por tracción, y no está pensada como un vehículo de paseo sino que solo admite desplazamientos eventuales.

Efecto pandemia

Interior de un modelo de miniCasas Uruguay. Foto: Gentileza miniCasas Uruguay.
Interior de un modelo de miniCasas Uruguay. Foto: Gentileza miniCasas Uruguay.

MiniCASAS Uruguay es el proyecto de tiny house que la empresa Wooding inició antes de la pandemia. La compañía, con más de 23 años en plaza y especializada en la construcción de casas de más de 150 m2, detectó una «demanda de viviendas de menor tamaño» y notó que en Uruguay «había muy poco en ese sentido», dijo Guillermo Görg, representante de miniCASAS Uruguay.

La firma ofrece modelos de entre 18 m2 y 26 m2, que «cuentan prácticamente con todo lo que tiene una casa convencional: baño y cocina completos, dormitorio en el entrepiso y un pequeño living», aseguró Görg.

Las casas se fabrican con el sistema wood framing; la madera utilizada es eucalipto grandis. El techo puede ser de lambriz o cielorraso de yeso; este material seco se emplea para los interiores, mientras que los pisos son de vinílico símil madera, de alto tránsito.

Esas características hacen que la obra sea «más limpia y rápida en su ejecución», dijo Görg. (Las empresas consultadas entregan sus productos en unos tres meses, coincidieron)

Además, «térmicamente la madera es muy superior a otros materiales y es mucho más sustentable en emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera», destacó el ejecutivo.

Para acceder a estas viviendas hay que invertir al menos US$ 32.000. La empresa las produce en Rivera y las envía a todo el país, agregó Görg.

Sus clientes son «personas que tienen un terreno pero no lo están aprovechando». Entre compradores uruguayos y extranjeros (que se dividen 50-50) hay propietarios de chacras que adoptan la tiny house como una primera solución habitacional y personas que compran la minicasa pensando en darle cierta independencia a sus hijos.

A su vez, «la pandemia generó una necesidad de esos espacios. Tenemos clientes que nos han pedido minioficinas para hacer home office dentro de su terreno», destacó Görg.

De la mano de una filosofía minimalista, la tiny house va sumando adeptos en el mercado uruguayo.

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