NEGOCIOS
Por la pandemia, el empresario Juan Erenberg tomó un nuevo rumbo de negocios con la comercialización de los productos de la empresa italiana Riso Scotti
El consumo de las llamadas «leches vegetales»viene en crecimiento. Tanto, que para 2024 se estima que ese mercado alcanzará los US$ 38.000 millones a nivel mundial, un 14% más que en 2018, según un estudio de la consultora Research&Markets en 2019.
En Uruguay también asoma esta tendencia con la llegada de productos 100% vegetales. A esa lista acaba de anotarse Riso Scotti, un grupo arrocero de origen italiano fundado en 1860, que trae sus bebidas en base a arroz, almendras y avenas a través de la alianza con la firma local Apipa SRL.
El emprendimiento se originó el año pasado cuando su impulsor, Juan Erenberg, decidió cambiar su rumbo de negocios. Durante 18 años había trabajado en gastronomía, era propietario de Café Central, pero por la pandemia cerró la empresa y se lanzó a buscar oportunidades. Eso, sumado a su interés por buscar alimentos aptos para su hijo -intolerante a la lactosa-, lo motivaron a investigar el mercado.
«Ahí vi que la marca líder en Italia no tenía representación en Uruguay para mi sorpresa», contó Erenberg. El paso siguiente fue contactar a Riso Scotti, con la que sintonizó enseguida y le enviaron muestras de los productos. Erenberg hizo una cata junto a amigos (consumidores y no consumidores de leches vegetales) comparando la marca italiana con las que ya estaban en plaza y, al observar la alta aprobación que recibió Riso Scotti, se decidió a importar una primera partida de 10.500 unidades. «Nos dimos cuenta de que es la más rica y la de mejor composición; es la que tiene mayor porcentaje de almendras y de avena», destacó.
Hoy, la marca está presente en unos 15 puntos de venta de Montevideo, sobre todo en tiendas de alimentos saludables como La Molienda y Mercado Verde; a su vez, hay negociaciones para ingresar a la cadena Tienda Inglesa.
El catálogo incluye ocho variedades: arroz, arroz con calcio, arroz con cocoa, avena, avena con calcio, avena con cocoa, almendras con azúcar y sin azúcar. El plan es traer más productos.
«Estamos creciendo, a los que prueban les gusta», dijo Erenberg. Agregó que en precio sus productos están debajo de otras marcas de la categoría. Las leches vegetales (en cajas de 1 litro y con vida útil de ocho meses) rondan los $ 200 en plaza.
Según Erenberg, el precio es un escollo menor que el peso de la tradición de consumir leche de vaca para que más uruguayos se pasen a la variante vegetal. «A medida que el consumidor se informe sobre los beneficios de las leches vegetales, optará por el cambio», opinó. En Europa, el 43% de los consumidores toma leche vegetal, según un informe sectorial de 2019 de ProVeg Internacional, con datos de la consultora Cargill.
La leche vegetal tendrá un mercado de US$ 38.000 millones para 2024, según estudios internacionales
Como características, las leches vegetales no contienen lactosa ni proteína láctea de origen animal, por lo que son aptas para intolerantes a la lactosa, alérgicos a la proteína de la leche y para los veganos; tampoco incluyen grasas saturadas, por lo que su ingesta es recomendada para personas con problemas de colesterol, y su bajo contenido calórico es un plus para quienes buscan bajar de peso. Su formulación sin gluten las hace apropiadas para los celíacos. Además, incluyen minerales y vitaminas.
«Apuntamos a mejorar la calidad de vida y creemos que eso comienza con la alimentación. Existe una conexión entre lo que comemos y la salud física y mental», fundamentó.
La empresa prevé extender su presencia en puntos de venta y mantener el ritmo de crecimiento. Si bien la pandemia es un contratiempo, sirve para «concientizar sobre la alimentación saludable», estimó Erenberg.