INFORME
Empresarios relatan cómo estas localidades se han transformado en variantes de Silicon Valley y el potencial que sus negocios están encontrando en esas geografías
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El paradigma del ecosistema emprendedor en tecnología tiene un nombre conocido a escala global: Silicon Valley. Pero antes de ser el hogar de Apple, Google, Facebook, IBM, entre otras compañías, esta área al sur de la Bahía de San Francisco, en California, no era más que un terreno en desuso de la Universidad de Stanford. La visión de un profesor de convertir ese predio en un parque industrial en 1951 lo cambió todo. Primero, se desarrollaron empresas de semiconductores de silicio (de allí su nombre, «Valle del Silicio»); luego, las de software y microcomputación, y en la tercera etapa, llegaron las empresas de Internet.
El éxito de la zona californiana es inspirador para otras áreas y ciudades que emergen como polos tecnológicos en distintas partes del mundo, un fenómeno que refleja los esfuerzos por descentralizar el desarrollo de esas localidades a través de la industria TI.
Tandil, Argentina
No hay que ir lejos para encontrar casos de este tipo. En Tandil, a 400 kilómetros de Buenos Aires, nació un hub que pasó de unas seis o siete empresas tecnológicas en 2006 a más de 60 en la actualidad. La ciudad, con una población de 140.000 personas, concentra entre 1.700 y 2.000 empleos en TI.
El catalizador de esa revolución fue Globant. Uno de sus cofundadores, Guibert Englebienne, egresó como ingeniero de Sistemas de la Universidad de Tandil y siempre tuvo la intención de abrir una oficina allí. Esa no fue la única razón para instalarse; Tandil ya contaba con un carrera de Ingeniería muy fuerte y con talentos de calidad, comentó Mauricio Salvatierra, director de Globant Tandil.
El ejecutivo ha estado desde el inicio de ese proyecto, que lo trajo de regreso de Buenos Aires a Tandil luego de haber emigrado a la capital en busca de trabajo en tecnología. Recordó de esos inicios que «los cuatro fundadores dijeron que querían conquistar el mundo y mantener el talento en su lugar de origen. Cuando entré a la compañía éramos 246 empleados, hoy somos más de 23.000», destacó.
Globant Tandil emplea a 250 personas, pero el plan de la empresa es seguir creciendo y llegar a 400 o 500 globbers en dos o tres años.
La llegada de Globant a Tandil provocó que otras empresas de tecnología siguieran sus pasos. También, han nacido varias startups de la mano de exglobers. «Hoy un 70% del mercado local en Tandil está o estuvo en Globant», afirmó Salvatierra, que también abrió las sedes de Bahía Blanca y Mar del Plata. Globant siguió creciendo fuera de Buenos Aires; hoy tiene oficinas en 12 ciudades de Argentina.
Cali, Colombia
Cali ha sido presentada en la prensa como un Silicon Valley colombiano. Allí abrió sus puertas en 2018 Zonamerica. «Vimos que había un gran potencial, porque ya había un ecosistema que se podía aprovechar muy bien», explicó Martín Dovat, CEO de la zona franca de servicios. En Cali encontraron una tradición de empresas multinacionales que se remonta a la época de la aerolínea Panamerican (tenía hub en esa ciudad), una muy buena conectividad aérea, un cluster educativo (por su cercanía a universidades y colegios) y una competitividad atractiva. «Desde que estamos en la zona de cluster universitario encontramos el talento adecuado, sin embargo, Colombia en general sigue teniendo desafíos en relación al bilingüismo», acotó Dovat.
«En 2021, a pesar de las dificultades que trajo la pandemia para el mundo y las diferentes situaciones que atravesó la ciudad a causa del estallido social, Zonamerica logró el 100% de ocupación de su primer edificio de oficinas (Edificio A) con 6.145,32 m2 rentados. Dicha ocupación se alcanzó con la llegada de 15 nuevas empresas», en su mayoría de tecnología y servicios, indicó la gerenta general de Zonamerica Colombia, Margarita Herrera.
Además, la zona franca tuvo la ampliación y el crecimiento de empresas ya instaladas. A fines del 2021 se inició la construcción del Edificio C, que contará con 4.226 m2 rentables y reservado en su mayoría para la empresa Accedo, lo que será clave para su expansión en Cali.
Zonamerica proyecta seguir creciendo en Cali con nuevos edificios en el complejo y llegar así a unos 17.000 empleos
Según Herrera, el desarrollo de Cali como polo tecnológico se refleja en la generación de nuevos empleos para el talento local capacitado. «Con la entrega de este nuevo edificio en el 2022, continuamos reafirmando nuestro compromiso con el crecimiento e impacto a nivel ciudad, región y país; fortaleciendo nuestro ecosistema empresarial. El máster plan concibe 23 edificios, en 38 hectáreas donde se proyecta un total de 17.000 puestos de trabajo dentro del campus», detalló.
Para Dovat, Zonamerica es un «emprendimiento ancla» para jóvenes que antes no tenían suficientes ofertas laborales en número o en calidad de acuerdo a sus intereses. «El ecosistema que Zonamerica va armando en Cali se transforma en que ahora hay oportunidades y tenés tu familia y red de contención en Cali y no tenés que ir a Bogotá, Medellín, Miami o Madrid a trabajar».
Austin, EE.UU.
La mudanza del cuartel general de Tesla de Silicon Valley a Austin es apenas el caso más llamativo en el éxodo de empresas tecnológicas hacia el estado de Texas, una ola que se ha bautizado «Texit». El movimiento es masivo; según informó en diciembre El País de Madrid, «de las 265 compañías que han dejado atrás en los últimos tres años los altos impuestos de la muy regulada California, casi la mitad ha encontrado un nuevo hogar en Texas».
La uruguaya Moove-It eligió Austin para abrir una de sus oficinas en 2016, tras una primera experiencia en San Francisco.
«Austin tiene un ambiente vibrante de jóvenes, es una ciudad con mucho arte y música, lo cual lo hace atractivo para atraer talento dentro del estado. El lema de la ciudad es ‘Keep Austin weird’, haciendo referencia a un lugar distinto dentro de Texas», explicó el CEO, Ariel Ludueña.
La Universidad de Texas es considerada una de las mejores del país y eso, según Ludueña, es fundamental para la búsqueda de personal calificado. La geografía -caracterizada por el río Colorado y sus espacios verdes- y tener clientes instalados en Dallas, fueron otros factores que pesaron en la decisión de la compañía.
Ludueña contó que en el centro del ecosistema de empresas emergentes se sitúa Capital Factory, un lugar en el que los emprendedores pueden abrir sus oficinas, conocerse con colegas e inversores.
«Nuestra oficina en Austin ha evolucionado hacia el lado técnico más que comercial. Esto es algo que no es común, pero que nos ha dado resultados positivos en cuanto a trabajar con clientes en el área de la salud. Debido a las exigencias en seguridad y confidencialidad de la información médica, es importante para ciertos clientes contar con personas en EE.UU., ya que brinda otras garantías en este sentido», explicó.
El próximo paso para Moove-It es crecer en la ciudad; para ello saldrá de Capital Factory y establecerá una «oficina más grande e independiente que estará operativa en la segunda mitad del año». «El objetivo es comenzar a ejecutar más actividades de encuentro, como meetups y eventos, que nos permita llevar a más público dentro del ecosistema de tecnología en Austin», detalló Ludueña.
Tel Aviv, Israel
La costa de Israel, con ciudades como Tel Aviv y Haifa, ha visto el desarrollo de comunidades de negocios tecnológicos pujantes. Por ello se ganó el nombre de «Silicon Wadi».
El país cuenta hoy con más de 300 compañías multinacionales extranjeras que han instalado su centro de innovación en Israel; a eso se suman unas 5.000 startups locales.
A todos estos jugadores les resultan atractivas localidades como Tel Aviv o incluso polos nuevos como el norte de Jerusalén por la disponibilidad de recursos humanos calificados, el fomento a la innovación y la calidad de vida, enumeró el uruguayo Samu Dressel, director de Ventas de Agritask, empresa tecnológica con foco en el agro. Dressel hace cinco años que vive en esa ciudad.
«Israel y sobre todo Tel Aviv son conocidos por el ecosistema tecnológico. Allí trabaja un 10% de la población, por lo cual es una especie de privilegio y ‘burbuja’ trabajar en este ecosistema, pero cada vez más el atractivo de Tel Aviv no solo pasa por ser un polo tecnológico, sino por las comodidades, la seguridad y la belleza de esta ciudad», valoró.
Descentralización
Al analizar el escenario en Uruguay, Dressel opinó que por un tema demográfico es «lógico» que el ecosistema de startups esté centralizado en Montevideo. Sin embargo, «hay muchos polos posibles como Punta del Este donde la calidad de vida es superior».
Convertir una ciudad en hub requiere del trabajo mancomunado entre el Estado, los privados y la academia.
«Muchas ciudades han venido a preguntarnos qué es lo que pasó para lograr el modelo exitoso de Tandil», sostuvo Salvatierra. «Nos dicen: ‘nosotros ya te podemos reservar un espacio para las oficinas’. Y lo primero que les decimos es ‘no, trabajemos primero el ecosistema de formación de base tecnológica’».
Involucrarse con la apuesta educativa ha llevado a Globant a participar de acuerdos para acercar a los jóvenes a las «Escuelas municipales TI». Se trata de una tecnicatura en tecnología donde la empresa prepara el contenido y el sector público paga a los profesores por formar a los muchachos en un programa virtual de 20 meses de duración.
Para Ludueña, la educación con foco en tecnología y bilingüismo es clave para la descentralización. «Las empresas tecnológicas en todas partes del mundo buscan talento sin importar el lugar, por lo que es un escenario ideal para que las ciudades del interior del país hagan un foco fuerte en formar a las personas que a la vez puedan encontrar oportunidades por medio del trabajo remoto».
En Zonamerica, destacaron la sinergia de la zona franca con las universidades y colegios, lo que contribuye a «la formación de jóvenes en aquellas capacidades y carreras profesionales demandadas por las organizaciones del sector de servicios globales, como también en habilidades, competencias y manejo de otros idiomas», dijo Herrera.
La sociedad del conocimiento y del trabajo del futuro tiene las herramientas para llegar más allá de las capitales.
Referentes en China
Shenzhen, en el sureste de China, es la Meca de la tecnología del gigante asiático. Grandes empresas como Huawei y Tencent nacieron allí. «Es increíble cómo ha crecido Shenzhen, es más Silicon Valley que Silicon Valley», graficó Gabriel Rozman, presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China.
Al empresario le sorprende más aún el salto exponencial de Chongqing, un municipio en el suroeste de China con una población de 31 millones de personas. Su transformación como un importante hub tecnológico, marca un cambio respecto a su tradición agrícola. «Chongqing está alejada de lo que es la influencia de Beijing y Shanghái y están poniendo mucho dinero», dijo Rozman. También Uruguay puso sus ojos allí; hace un par de años abrió un consulado en esa región.
"Ciudad del futuro" en Colonia
Uno de los proyectos que apuntan a generar un polo de base tecnológica fuera de Montevideo es +Colonia, el cual es impulsado por los argentinos Eduardo Bastitta, Melitón González del Solar y Francisco Okecki. El emprendimiento abarca 520 hectáreas en la zona de El Calabrés, entre el puerto y el aeropuerto Laguna de los Patos (Colonia), y combina un foco inmobiliario con otro para la llegada de empresas de tecnología.
El concepto de +Colonia es crear una «ciudad del futuro», dijo Okecki, quien es cofundador de CloudGaia, firma especializada en servicios en la nube de SalesForce. Los socios veían a +Colonia inicialmente como la «Silicon Valley de América Latina», pero hoy prefieren definirla como un lugar menos frío y más abierto a la colaboración.
«Lo principal que buscan las empresas de TI es generar y mantener talento, entonces, la capacitación en tecnología va a ser protagonista de esta ciudad», dijo el empresario. «Eso va a atraer, primero, a los colonienses y, como una cebolla con diferentes capas, a gente del interior del país, Montevideo, Buenos Aires y otras ciudades del mundo» para capacitarse, trabajar y emprender en tecnología.
La primera etapa del proyecto inmobiliario prevé unas 600 habitaciones para unas 3.000 personas, pero la meta es en 10 años albergar unas 30.000. La inversión inicial se estima en US$ 100 millones.