INN CONTENT PARA UNIVERSIDAD TORCUATO DI TELLA

Liderar nunca fue tan incómodo. Los consumidores exigen cada vez más productos, servicios y experiencias digitales, pero no siempre las empresas están preparadas para ofrecer esa demanda de inmediato, porque aún están ancladas en las formas de hacer que los llevaron al éxito pero que ahora van quedando obsoletas. Al detectar esa brecha y la demanda de actualizarse desde las empresas, la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), de Argentina, en alianza con la consultora global PwC, lanzan Gestión Integral 3.0. El programa, que va por su segundo año consecutivo en Uruguay, apunta a la transformación digital y la adaptación al cambio en las organizaciones.

En la primera experiencia de este curso se vio reflejada la necesidad de líderes de empresas privadas y del sector público en Uruguay de poder «modernizar, aggiornar y digitalizar sus operaciones y procesos», tanto al gestionar sus proyectos, organizar sus equipos de trabajo y orientarlos a resultados, comentó Rosario Zabala Gallardo, referente de Programas Abiertos de Educación Ejecutiva de la universidad.

En ese contexto, se observa que a los líderes les preocupa no solo atender a los consumidores sino también a sus clientes internos, es decir, sus trabajadores. Por eso, las organizaciones están poniendo más foco en aspectos como la experiencia de marca hacia el colaborador, la forma en que trabajan los equipos, la resistencia interna al cambio y la gestión de generaciones diferentes dentro de una plantilla.

Otra prioridad pasa por la omnicanalidad, esto es, cómo la empresa y su marca están presentes en diferentes canales de comunicación y la transparencia de su mensaje y la consistencia con su accionar.
Estos procesos y desafíos están atravesados por la tecnología. Pero mientras el uso de lo digital resulta natural e intuitivo para las personas, las organizaciones no siempre tienen la rapidez o flexibilidad para adaptarse a los avances tecnológicos.

Ante todo, «abrazar tecnología y método es una cuestión de mindset» y no solo de adoptar herramientas, señaló Anita Figueiredo, experta en Customer Experience, Omnicanalidad, Marketing y docente del programa.

Desde su visión, los líderes se enfrentan al desafío de impulsar la transformación de la empresa a partir de su propia percepción como consumidores para luego buscar eliminar las fricciones que impiden a la organización entregar la experiencia que esperan los clientes internos y externos. Asimismo, la flexibilidad es una cualidad indispensable para aceptar el cambio, sobre todo en tiempos donde muchos trabajadores prefieren no ir todos los días a la oficina tras la pandemia.

«La transformación no es un chasquido sino por lo menos mostrarte flexible a que las cosas no siguen siendo tan estáticas», observó Vanina Pagani, subdirectora del área de Educación Ejecutiva de la UTDT.

Y, como en la tecnología, las empresas deben atreverse a iterar para no dejarse ganar por la inercia.

«Eso tiene que ver con no entregar solo lo que podés hacer, sino ofrecer realmente lo que te das cuenta que se necesita, y eso significa hasta revisar tu propio modelo de negocios», acotó Zabala Gallardo.

«La clave es no quedarte parado en ese lugar que quizás ya no te sirve o no es lo que está funcionando hoy. Es realmente movilizar todo el negocio o los procesos para estar más cerca de lo que te planteás como objetivo», completó Pagani.

En este escenario, el líder de hoy no tiene todas las respuestas ni debe dar las cosas por sentadas; necesita aprender constantemente y ser capaz de armar equipos multidisciplinarios, diversos y colaborativos.

Según Figueiredo, «liderar es facilitar e inspirar también desde un lugar honesto, de invitar a la gente que probablemente sea más talentosa que él en determinadas cosas y entendiendo que este mundo complejo requiere soluciones complejas que van a surgir de la cocreación con perfiles bien distintos».

El trabajo en equipo y el intercambio marcan la dinámica del programa que ofrecen la universidad y PwC. Al compartir experiencias, estudiar casos y aprender junto a docentes y referentes en distintas áreas, los participantes del curso se llevan «condimentos para aplicar» en sus empresas, remató Pagani.