ANÁLISIS

Graciela Foggia

Directora de Up Coaching

Seguramente cuando tomes tu nuevo rol de líder, recibas una adecuada inducción para que puedas asumir tus responsabilidades, te compartan cuáles serán tus principales retos, quiénes serán tus interlocutores, te hablarán de las fortalezas y debilidades de tu equipo. También puede suceder, que tu inducción se reduzca a buscar qué hay dentro de tu PC y reunirte con actores clave de la organización para que te brinden información relevante.

Entre un extremo y el otro, hay matices que pueden hacerte más fácil o desafiante tu comienzo en este puesto.

Quizás seas nuevo en la organización o te hayan ascendido mediante un llamado interno. Puede tratarse de tu primera experiencia liderando personas o que ya traigas en tu mochila conocimiento al respecto.

¡Si es tu primera experiencia como líder vas a tener un reto adicional! En primer lugar, tendrás un equipo que hará muchas tareas que antes, en un rol más operativo, hacías tú, por lo cual la delegación será una de las habilidades a desarrollar. En segundo lugar, comenzarás a tomar decisiones cuando antes las tomaba otro, por lo cual es normal que al principio sientas inseguridad y miedo a equivocarte. Y en tercer lugar, es necesario que tomes conciencia que tendrás un rol bisagra entre tu jefe y tu equipo.

Si en cambio, ya ocupaste un rol similar dentro o fuera de la misma compañía, seguramente la experiencia de haber manejado equipos te ayude y tengas en tu «caja de herramientas» lo que aprendiste que funciona y también lo que no funciona en tu liderazgo.

Para ser el nuevo jefe es importante primero comprender y aceptar que es la primera vez que ocupas esta posición en esta organización y que no sabes lo suficiente. Esto es así aunque tengas mucha experiencia, creas que conoces muy bien lo que hay que hacer en el área y lo que se necesita.

Por lo tanto, necesitas transitar un camino en equilibrio… observar, preguntar, entender, escuchar las necesidades del equipo, estudiar todo el material que tengas sobre la organización y sus normas, vincularte con humildad con tus colaboradores, pares y jefes ya que tendrás que aprender de ellos y fundamentalmente necesitarás comenzar a construir confianza. Una vez que tengas el mapa de la organización, de las potencialidades y oportunidades de mejora de tu equipo, de cómo se vinculan los procesos dentro de la empresa con tu área y de las tareas que tienes a cargo, podrás comenzar a diagramar los cambios a realizar, si es que son necesarios.

¡Lo más importante es que no te domine la ansiedad! Por lo general cuando eso sucede y se empiezan a gestar cambios sin conocer lo suficiente, el equipo puede llegar a resistirse y el nuevo líder estará propenso a cometer más errores.

Seguramente al principio tengas que dedicar muchas más horas de las que te hubieras imaginado antes de decir «Acepto». Por eso es importante tener en cuenta este punto, conversarlo con tu familia y prepararte para el desafío, al igual que cuando nos preparamos en cualquier deporte.

Frecuentemente escucho: «qué mal que se hacía esto», «qué desastre lo otro», «qué falta de esto o de aquello», «quien estaba anteriormente no hacía las cosas bien, tengo que cambiar todo esto porque no funciona». Es necesario honrar el trabajo de tu antecesor que desde el acierto o el error estuvo ocupando esa misma silla y posibilitó que hoy tomes tú la posición. Siempre digo que no necesitamos opacar a nadie para brillar nosotros. Ten en cuenta que es tu egoquien necesita sentirse estimado. Transita el camino de la construcción desde un lugar positivo.

El conferencista, escritor y asesor de empresas estadounidense, Bruce Tulgan, en su libro Los 27 retos que enfrentan los directivos sostiene que ha visto fracasar a los nuevos jefes que asumen el liderazgo de equipos, por no pensar y diseñar la estrategia adecuada que contemple ir aprendiendo mientras se asume el mando.

Algunos de los retos que menciona el experto son: cuando se pasa de compañero a líder, temer perder a la estrella del área, motivar al que nada lo motiva, encontrarse con problemas de actitud en algunas personas.