Las formas en que Atma ha acompañado a los uruguayos en sus 75 años de vida son muchas. Desde el primer bañito que tiene un bebé cuando nace, pasando por el vaso que llevan los niños a la escuela, el pote de la mermelada con el que se arranca el día en el desayuno o el envase del helado que se comparte en comidas con familiares y amigos. Esta comunión que la empresa forjó con los uruguayos la convirtieron en parte del ideario colectivo local y en una marca de referencia en la industria de envases para la industria y el hogar, dentro y fuera de fronteras.
El universo de productos que ofrece Atma, de unos mil artículos para uso industrial y doméstico, es una muestra de la versatilidad que logró en estos años. Actualmente la compañía abastece unas mil industrias de forma directa y unos 700 clientes de hogar que eligen sus productos.
"La innovación está presente en el ADN de Atma desde siempre. Eso que ahora se conoce como economía circular y que ha tomado tanta relevancia, lo hacemos desde hace muchos años, porque entendemos que somos parte de un entorno que debemos cuidar”, explicó Isabelle Chaquiriand, CEO de Atma.
Con esta visión, la empresa tiene como prioridad hacer un uso responsable de los materiales con los que trabaja, buscando cerrar el círculo que permita reutilizar los envases que ya cumplieron su vida útil. “Trabajamos para volcar al mercado la menor cantidad de plástico posible. Invertimos en tecnología, incorporamos en lo posible el uso de materiales reciclados en su composición y usamos procesos y materiales con baja huella de carbono”, cuenta Chaquiriand.
El impacto de estas decisiones es tangible. El año pasado dos de los productos que se rediseñaron fueron envases de helado - de 2 litros 35% más livianos y de 5 litros 12%- lo que evitó volcar al mercado interno unos 97.000 kilos de este material por año.
En ese camino, la empresa logró recuperar unas 650 toneladas de plástico por año y si se analizan las cifras del último quinquenio, los datos son aún más contundentes: se aumentó un 30% la cantidad de material recuperado que equivale a unas 3.300 toneladas.
Sustentable también en el proceso
En los últimos 15 años, el crecimiento de la empresa se aceleró y su actividad se duplicó. Eso impulsó a cambiar el negocio con base sustentable y un ejemplo de este viraje fue la sustitución del uso de packing para el envío de productos, por cajones retornables fabricados en material recuperado. Con esto se evita el uso de 2.500 kilos de bolsas por año. También se incorporó maquinaria de producción 100% eléctrica e hidráulica, que redujo anualmente 60% en emisiones de CO2, en comparación con procesos convencionales.
Como una empresa consolidada y líder a nivel nacional, Atma apuesta en su futuro más cercano a convertirse también en referente regional. “Somos parte de una industria que está asociada con las máquinas, pero si llegamos hasta acá es gracias a las personas que han sido parte de esta historia y estamos seguros que en el futuro el desarrollo va a pasar por tener gente talentosa y motivada trabajando con nosotros”, concluyó Chaquiriand.
Arte y homenaje para celebrar 75 años
Haciendo honor al vínculo que la empresa tiene con los uruguayos, Atma decidió celebrar su nuevo aniversario con un concurso de arte que conectara con la comunidad. La iniciativa recibió 86 postulaciones, entre las que se seleccionó un ganador cuya obra formará parte de la imagen institucional de la empresa en el marco de sus festejos, y se otorgaron además dos menciones especiales.