Lanzada hace menos de dos años, la marca se ha convertido en una referencia nacional en productos de cuidado íntimo femenino. Biolube, además, concreta ahora su primer paso fuera de fronteras, al entrar al mercado chileno, y anuncia cuatro productos más para el 2024. Y, por si eso fuera poco, su estilo de comunicación y presencia en farmacias han contribuido decisivamente a que se hable con normalidad de la higiene y los cuidados vulvovaginales.

No en vano, desde su comunicación realizan un juego de palabras y hablan de “reVulvación”.

Detrás de este fenómeno está la historia de un emprendimiento de dos amigas, que empezaron a pensar en Biolube mientras todavía estudiaban la carrera de Ingeniería en Biotecnología en la Universidad ORT Uruguay. “Para mí, tener una buena idea es el inicio nada más”, afirma Camila Tub Caplan, cofundadora y codirectora. “Lo que importa mucho es la persistencia y la permanencia a lo largo de mucho tiempo. Tirarte al agua sin saber cómo te va a ir y no bajar los brazos por mucho tiempo, hace a lo que es Biolube”.

Hoy, su empresa tiene tres productos en el mercado: V Happy Everyday (una loción humectante de limpieza íntima que mantiene el pH equilibrado, V Fresh (splash refrescante y desodorante íntimo que neutraliza olores, controla flujo y proporciona frescura) y V Queen (un serum hidratante y reafirmante que ayuda a recuperar la integridad y la salud de la mucosa vulvovaginal). Biolube promueve incluir una rutina de salud e higiene íntima denominada “skintimate”, que se refiere al cuidado integral de la piel y mucosas de la zona vulvovaginal, así como también se cuida del rostro y cuerpo.

Están presentes en las grandes cadenas farmacéuticas del país y, en poco tiempo, llegarán a tener distribución para el total de farmacias. Sin embargo, este presente y promisorio futuro, se debe a una historia de persistencia y convicción que expresa la personalidad de sus directoras.

“Creo que nuestra empresa en sí misma es lo que llamamos reVulvación, o revolución”, agrega Serrana Pérez Paradiso, la otra cofundadora y codirectora. “Porque a diferencia de otras empresas que tienen estructuras grandes con equipos de desarrollo, promoción y ventas, nosotras dos empezamos usando nuestras propias horas para visitar ginecólogas mano a mano y así mostrarles los productos y la evidencia de sus resultados. Lo que nos facilitó el acercamiento a las ginecólogas es el background de ciencia que tiene todo lo de Biolube, es decir, la eficacia y la evidencia que hay detrás de los productos”.

Y esa es, tal vez, la parte más amable de su trayectoria. Es que desde la idea inicial enfrentaron escollos. Empezó cuando, en la carrera en 2017, propusieron como tema de tesis el desarrollo de un lubricante íntimo (al que iban a llamar Biolube), asunto que debieron defender ante resistencias académicas. “No hacía gracia a las autoridades tener una tesis que implicaba un tema tabú”, cuentan ellas.

El siguiente desafío, tiempo después, fue encontrar un laboratorio para producir el Biolube. El tema se volvió más complejo cuando la pandemia cambió las prioridades de producción local y demoró el proyecto. Por eso, debieron buscar opciones en el exterior y gracias a la lectura de un paper científico encontraron un laboratorio en Taiwán que les permitió fabricar los productos que querían. Entre el apoyo de la ANII y del Centro de Innovación y Emprendimientos de la Universidad ORT pudieron seguir su camino. En ese proceso, el foco fue hacia el desarrollo y producción de los tres productos que tienen hoy en el mercado: V happy Everyday, V Fresh & Ready y V Queen.

En 2021, un par de meses antes de lanzar sus productos al público, incorporaron a Enrique Antía Adami un socio que agregaba un perfil comercial al emprendimiento. Él describe el proceso de Biolube como un camino de resiliencia.

“Esta marca tiene por ahora tres productos que ya se posicionaron en la mente de las mujeres de una manera muy distinta a la de los demás productos del mercado”, explica Enrique. Biolube apostó por llegar directo a sus usuarias a través de redes sociales y, especialmente, a poner sobre la mesa temas de higiene y cuidados de los que se hablaba muy discretamente y con poca frecuencia. Esta estrategia encontró eco en varias ginecólogas, sexólogas y comunicadoras que no dudaron en ser caras de la marca, las primeras Biolubers. “Nuestro posicionamiento se da gracias al boca a boca, a las referencias de una usuaria a otra. Esto quiere decir que se habla de temas de los que antes no se hablaba. Esa es la reVulvación”, agrega.

En noviembre del 2023 se prepara para su lanzamiento en Chile y para la segunda mitad del año próximo lanzarán cuatro nuevos productos: un exfoliante, un lubricante (el que habían pensado en su proyecto de tesis original), una crema humectante (que ayuda también a fortalecer la barrera cutánea de la vulva) y toallitas biodegradables de higiene íntima. Estas saldrán a la venta antes, posiblemente en marzo.

Y, para enero, ya anuncian un Travel Size Kit. Este es un pack especial con los tres productos actuales, pero en una versión más pequeña y liviana, diseñada específicamente para viajes.

Más allá de que los productos, por motivos de contingencia se hayan fabricado en el extranjero, Biolube es un emprendimiento de manos y mentes uruguayas y jóvenes. Su vocación es global, por lo que han hecho testeos en Brasil y Colombia, además de estar en proceso de abrir más mercados luego del chileno.

“Son productos de mujeres para mujeres”, enfatiza Camila. “Y son productos que tratan temas tabúes, como la sequedad vulvovaginal o las infecciones. Nosotras lo encaramos de forma natural, como debe ser. Acá vinieron dos chicas re jóvenes, vieron el problema y buscaron soluciones tangibles, pensadas con conciencia y respaldadas por ciencia. Y llegamos a ese objetivo. Tenemos mensajes de mujeres muy agradecidas, mujeres que nos dicen: ‘Chicas me cambiaron la vida’”.