En el marco de las celebraciones por su aniversario 90, Casmu presenta una iniciativa que une el cuidado de la salud con la protección ambiental. Por cada bebé nacido en la mutualista se plantará un árbol nativo, creando así un bosque que crecerá junto a las nuevas generaciones. Bajo el nombre de "Monte de la Vida", el proyecto transformará cada nacimiento en un acto de regeneración ambiental.
El primer bebé nacido en Casmu en 2025 fue Manuel, quien se convirtió en el pionero de esta iniciativa. Su llegada al mundo marcó el inicio de este bosque, reforzando el compromiso de la institución con la sostenibilidad y la vida. Cada árbol plantado será un puente entre la esperanza de una nueva vida y el compromiso de cuidar el planeta.

Un legado para las generaciones futuras
El proyecto, en colaboración con Ambá, una organización sin fines de lucro que tiene el propósito de restaurar el vínculo emocional del ser humano con la naturaleza y regenerar los ecosistemas, busca acelerar la regeneración del monte nativo en el Mirador del Urubú, una antigua forestal en proceso de recuperación. Este espacio, que recibe más de 2.000 visitantes al año, se convertirá en un ecosistema más diverso y rico gracias a la plantación de árboles nativos.
Además, este bosque será un espacio donde se generarán experiencias significativas para las personas, promoviendo una conexión profunda con el medioambiente y fortaleciendo el compromiso con su cuidado.
Detalles de la iniciativa
La iniciativa contempla la plantación de un árbol nativo por cada bebé nacido en Casmu, contribuyendo a la creación de un bosque autóctono que será un legado para las futuras generaciones. Este proyecto posiciona a la mutualista como una de las referentes en la integración de la salud y el cuidado ambiental, destacando su compromiso con la sostenibilidad. Además, refuerza el mensaje de que la salud no solo se limita al bienestar físico, sino también a la armonía con el entorno natural.
Cada bebé nacido en 2025 recibirá un certificado personalizado con su nombre y el número de árbol asignado, reforzando el vínculo entre las familias y el proyecto. Para perpetuar esta conexión, en el monte se instalará un cartel conmemorativo que incluirá los nombres y números de los árboles, vinculando a las familias con este espacio natural. Este cartel no solo será un recordatorio de los nombres asociados a los árboles, sino también un símbolo de colaboración entre la humanidad y la naturaleza.

La plantación se llevará a cabo en el Mirador del Urubú, un área en recuperación ecológica gestionada por Ambá, que fortalecerá la biodiversidad y el banco de semillas natural, promoviendo un entorno más saludable para las generaciones futuras. Este esfuerzo conjunto busca regenerar el monte nativo, preservando especies autóctonas que cumplen un rol vital en los ecosistemas locales.
El mirador, además de ser un lugar de encuentro con la naturaleza, se convertirá en un espacio educativo donde familias, estudiantes y visitantes podrán conocer más sobre la importancia de la flora autóctona y la necesidad de proteger nuestro medioambiente. Se realizarán talleres, charlas y visitas guiadas que permitirán profundizar en el conocimiento sobre los beneficios de los bosques nativos para la salud del planeta y las comunidades que lo habitan.
Cada árbol plantado será un símbolo de vida y una muestra del vínculo entre la salud de los seres humanos y la del planeta. Además, se alinea con el concepto de "una sola salud, un solo planeta", promoviendo la conexión entre las personas y la naturaleza. Este enfoque integral refleja el compromiso de Casmu con un modelo de salud que trasciende lo inmediato y se proyecta hacia un futuro sostenible.

Un bosque que crece con cada vida
Monte de la Vida no solo celebra la llegada de un nuevo miembro a la familia Casmu, sino que también invita a reflexionar sobre el compromiso con un futuro sostenible. Para los responsables del proyecto, este bosque será un recordatorio vivo de que cuidar la naturaleza es cuidar nuestra propia existencia.
Con este proyecto, Casmu no solo festeja nueve décadas de historia, sino que también siembra la esperanza de un futuro donde salud y medioambiente convivan en perfecta armonía. Monte de la Vida representa un legado tangible de compromiso, unión y responsabilidad que inspira a construir un mundo más saludable para todos. Según explicaron los ideólogos de la iniciativa, cada árbol, cada paso dado, refuerza el concepto de que la vida humana y la naturaleza son una sola, creciendo juntas hacia un porvenir mejor.