El lunes 18 de noviembre se celebró el décimo aniversario de la moderna planta del Centro de Hemodiálisis Crónica de Casmu, la más grande del país. Este centro ha atendido durante más de 40 años a pacientes con enfermedades renales que requieren diálisis. Su historia está marcada por la innovación y la constante búsqueda de mejorar la calidad de vida de sus pacientes.
El edificio cuenta con 30 equipos, de los cuales 15 permiten hemodiafiltración en línea, una tecnología que, según estudios internacionales multicéntricos, mejora la calidad de vida y aumenta la sobrevida de los pacientes. Esta tecnología permite una depuración de sustancias más completa, favoreciendo la eliminación de toxinas y mejorando la circulación sanguínea, dos aspectos fundamentales para los pacientes renales.
Además, el centro instaló recientemente un sistema de tratamiento de agua Acqua A, único en Sudamérica, que utiliza un método amigable con el medio ambiente y libre de químicos para la desinfección del agua, asegurando su máxima calidad para diálisis. Este sistema no solo mejora la calidad del tratamiento, sino que también refleja el compromiso de Casmu con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
La hemodiafiltración combina la difusión de sustancias que ocurre en la hemodiálisis tradicional con el transporte de moléculas más grandes (convección), eliminando toxinas responsables de muchos síntomas en pacientes renales. Esto permite a los pacientes mejorar su bienestar físico y emocional, al reducir los efectos adversos de la insuficiencia renal.
Actualmente, el centro trata a más de 80 pacientes con hemodiafiltración, lo que contribuye a los excelentes resultados reportados por el Fondo Nacional de Recursos. Comparado con otros centros del país, este presenta un mejor control de la presión arterial, menor prevalencia de anemia, menor uso de eritropoyetina (hormona asociada a complicaciones cardiovasculares) y una mejor depuración de sustancias como la urea y otras moléculas.
“Durante estos años hemos incorporado varios avances tecnológicos. La bioimpedancia y la ecografía pulmonar, que nos permite mejorar la evaluación del estado de hidratación de los pacientes, además de nuevos insumos tecnológicos como el nuevo equipo de tratamiento de agua. Los aportes que realiza este centro son muchos. Instauramos una tecnología que no había en el resto de Latinoamérica para el tratamiento del agua y quizás otros puedan seguir este ejemplo”, expresó la jefa del centro de Hemodiálisis Crónica y Hemodiafiltración de Casmu, la doctora Laura Solá.
Según la doctora Solá, el centro no solo implementa tecnologías de vanguardia, sino que también evalúa la calidad de vida de los pacientes mediante encuestas anuales y valoraciones de fragilidad en personas mayores. Estos estudios son cruciales para el diseño de tratamientos personalizados y la optimización de los resultados a largo plazo. Además, anticipó la incorporación de fisioterapia como parte integral del tratamiento, buscando mejorar la calidad de vida de los pacientes y su capacidad funcional.
“En este centro no solo pensamos en los aspectos físicos de los pacientes sino también en el aspecto emocional, por ejemplo, que puedan participar en talleres y juegos para mejorar la adaptación y quitarle el aspecto de enfermedad a su tratamiento”, afirmó. Este enfoque integral busca que los pacientes no solo reciban atención médica, sino que también encuentren en el centro un espacio de bienestar emocional, fomentando su participación activa en su proceso de recuperación.
Ubicada en avenida Luis Alberto de Herrera 2421, en Montevideo, la planta tiene capacidad para tratar a 180 pacientes y es utilizada por usuarios de todos los prestadores de salud del país. A lo largo de estos 10 años, el Centro de Hemodiálisis Crónica Casmu ha logrado consolidarse como un pilar fundamental en el tratamiento renal, no solo por su avanzada tecnología y equipamiento, sino también por su enfoque integral en la salud y bienestar de los pacientes.