El Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) tiene una larga lista de cometidos, pero si quisiéramos resumirlo, podríamos decir que busca que todos los residentes en Uruguay mejoren sus competencias para el mundo del trabajo. La ley que lo creó en 2008 establece además el propósito de trabajar para que las empresas y organizaciones del sector privado mejoren su competitividad a través de mejorar las competencias de sus funcionarios.
En 2023 más de 56 mil uruguayos participaron en capacitaciones (ya sean presenciales o virtuales) en todo el territorio nacional, lo que supone un aumento del 8,45% con respecto a 2022.
“Tenemos el desafío de buscar que las personas mejoren sus habilidades ya sea para mejorar, cambiar o conseguir un empleo, o incluso si quieren trabajar de forma independiente”, indicó el director general de Inefop Pablo Darscht acerca de una percepción extendida de que se identifique al instituto como un lugar para buscar trabajo. Con motivo de dar a conocer las oportunidades que brinda Inefop se lanzó la campaña El CV de Uruguay.
“Ofrecemos instrumentos y apoyos apuntando a darle a todas las personas la posibilidad de mejorar sus capacidades, donde obviamente los que están desempleados son la prioridad porque están en una situación más vulnerable frente al empleo, pero la misión es sensibilizar a todas las personas en edad de trabajar para mejorar y actualizar sus competencias es una tarea que los va a acompañar durante toda su vida”, agregó Darscht.
¿Cuáles son las capacitaciones?
El instituto ofrece capacitaciones vinculadas a la formación profesional de corta duración (de alrededor de tres meses aunque pueden llegar a seis u ocho), que desarrollan competencias específicas para algún tipo de ocupación, por ejemplo técnicas de atención al cliente o construcción en yeso, que no equivalen a las formaciones técnico profesionales que por ejemplo ofrece UTU.
Asimismo, se ha puesto el énfasis en los últimos años en la formación en algunas competencias más específicas propias de la actualidad, que no son para una ocupación en particular sino para cualquier puesto de trabajo.
Uno de los ejemplos más claros, en los que se llevan a miles de personas capacitadas, es la formación en habilidades digitales para la empleabilidad, que brinda herramientas, por ejemplo, para manejar planillas de cálculo, hacer una presentación, usar un software para tener reuniones o trabajar remotamente.
También cuenta con el Programa Templar que apunta a desarrollar competencias transversales (conocidas cómo habilidades blandas): habilidades socioemocionales, trabajo en equipo, pensamiento crítico, etc; muy requeridas hoy en el mercado laboral.
El director general de Inefop, Pablo Darscht, contó que la formación está orientada en general a ocupaciones específicas, “ya sea analista en marketing, persona responsable de cuidados, y otras que tienen que ver con habilidades más transversales. Tenemos un programa de inglés operando desde el 2023. Y tenemos también algunas formaciones más sofisticadas que son las autoadministradas, que ofrecemos en el marco de un convenio que tenemos desde 2020 con la empresa Coursera (plataforma educativa virtual donde se ofrecen más de 7.000 cursos sin costo),”.
Los cursos, programas e instrumentos que el Instituto tiene disponibles tanto para personas como para empresas y otras organizaciones pueden visitarse en la web de Inefop.
Formación para empresas
Con respecto a la formación para empresas, el enfoque apuesta a ayudar y promover que las empresas inviertan en su capital humano. “En la mayoría de las situaciones lo que la empresa necesita es que su personal se capacite muy específicamente en algo y en general hasta saben con quien quieren capacitarse”, asegura Darscht.
Entonces, el apoyo de Inefop puede llegar por dos lados. En el primero de los casos, la empresa identifica la necesidad de capacitación de sus funcionarios, contacta a quien les pueda enseñar, presenta la propuesta al Instituto, y luego de una evaluación, si es aprobado se financia parte de la misma El porcentaje del apoyo varía según el tamaño de la empresa, pero puede llegar hasta el 85% para el caso de algunas microempresas. La etapa de análisis suele tardar menos de un mes.
El otro caso es que la empresa oficie de socia de Inefop, si su personal es propicio para acceder a una propuesta con la que ya cuenta el instituto, como la de habilidades digitales para la empleabilidad o el programa Templar. En ese caso, la formación no tiene costo para la empresa.
Apoyo desde el comienzo: “El CV de Uruguay”
“Las personas que se arriman al instituto algunas vienen porque quieren una capacitación, y muchas vienen porque quieren conseguir un trabajo”, comentó Darscht sobre quienes llegan a Inefop a diario.
Una vez allí, se le ofrece a la persona realizar una orientación educativo laboral, que es una entrevista con un especialista donde se evalúa la educación formal que la persona tiene, las preferencias y la experiencia en el mundo laboral, identificando cuales son los espacios del mercado laboral donde se considera que hay mas chance de éxito.
“Con todo esto se diseña junto a la persona una trayectoria de formación en general vinculada a capacitaciones que muchas veces el propio instituto disponibiliza, que la dejaría en mejores posibilidades de avanzar en su proyecto laboral, ya sea conseguir un trabajo si no lo tiene o quedar preparado para conseguir un mejor trabajo”, explicó el director general de Inefop.
El instituto no tiene como cometido la intermediación laboral, o sea elaborar una lista de personas con necesidades de conseguir trabajo y una lista de empresas que están buscando personas y hacer el match, eso es tarea de los centros públicos de empleo que funcionan bajo la órbita del MTSS. Sin embargo, se trabaja fuertemente en conjunto con los centros públicos de empleo, sobre todo en el interior.
Los cursos son dictados por entidades de capacitación contratadas a través de licitaciones específicas de Inefop, elegidas de acuerdo a criterios de evaluación que maneja el instituto según la capacitación que se procura ofrecer. El instituto tiene 21 oficinas en todo el país, una por cada capital departamental y 3 en Canelones.
A través de tres formas de capacitaciones:, las presenciales, las virtuales sincrónicas (con docentes por plataformas virtuales) y el convenio con Coursera el instituto logró llegar a todo el territorio nacional, con una distribución similar a la demografía del país, con 40% de los más de 55 mil participantes fuera de la zona metropolitana de Montevideo.
Si bien el director general Pablo Darscht indica que hoy no están teniendo cuellos de botella en cuanto a atender las demandas de las personas, “las líneas estratégicas están en mejorar el ajuste de la propuesta formativa a la realidad del mercado laboral”.
“El avance vertiginoso que tiene el mundo del trabajo y la tecnología implica estar permanentemente atento a cuáles son las nuevas competencias que se demandan, y también estamos trabajando en buscar mecanismos que nos ayuden a que las demandas locales consigan incorporar a personas de la localidad que quieran formarse” agregó Darscht; “esta campaña intenta promover que las personas, empresas y organizaciones se interesen por saber la oferta del departamento, se inscriban y que tengamos una mayor cantidad de personas formándose”, concluyó el director Darscht sobre la campaña de difusión institucional lanzada recientemente.