El acceso de China a Wall Street: ¿un nuevo capítulo en la guerra comercial?

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Guerra comercial EE.UU.-China (yuan versus dólar). Foto: Reuters.

FINANZAS

El competidor de Starbucks, Luckin Coffee, debutó en la bolsa de Nueva York, pero crece el escepticismo por la presencia de compañías chinas en mercados de capitales estadounidenses; Alibaba analiza hacer cotizar sus acciones en Hong Kong

La guerra comercial entre EE.UU. y China ha provocado un amplio replanteamiento de cómo las dos economías se han entrelazado, lo que lleva a algunos fabricantes a recortar las cadenas de suministro en China y a las autoridades estadounidenses a comenzar a cortar tecnología crucial para las empresas chinas.

Ahora, otra área importante está bajo la lupa: los mercados financieros.

Algunos expertos en comercio y otros actores que instan a la administración Trump a mantener una postura agresiva están discutiendo si la Casa Blanca debería restringir el acceso de China a Wall Street. Las compañías chinas han recaudado decenas de miles de millones de dólares a través de los mercados financieros estadounidenses en los últimos años.

Steve Bannon, ex estratega jefe de Trump, dijo que había esfuerzos continuos dentro y fuera de la administración para reconsiderar el papel de China en los mercados de valores estadounidenses, en parte debido a la falta de transparencia sobre los propietarios finales de las compañías chinas.

«La Bolsa de Nueva York y el Nasdaq están violando su responsabilidad fiduciaria con los inversores institucionales, los fondos de pensiones de los estadounidenses que trabajan arduamente», dijo Bannon. «Es indignante. Todo debería cerrarse de inmediato».

Agregando combustible a la discusión, Alibaba, el gigante chino de comercio electrónico que realizó una oferta pública inicial (OPI) enormemente exitosa en Nueva York hace cinco años, ahora considera incluir sus acciones en la ciudad china semiautónoma de Hong Kong, según una persona familiarizada con el asunto. La persona, que pidió el anonimato porque las discusiones no eran públicas, dijo que las preocupaciones geopolíticas no eran el motivo para considerar esta movida.

A medida que EE.UU. incrementa otras barreras al comercio, las perspectivas para el sector financiero en ambos lados del Pacífico están empezando a cambiar, parte de un desacoplamiento más amplio entre ambas economías.

«Hay una creciente demanda de EE.UU. de un desacoplamiento completo, lo que está causando que empresas chinas revalúen su dependencia no solo de la tecnología de EE.UU., sino también de otros recursos, incluidos los mercados financieros», dijo Andy Mok, investigador senior del Centro para China y la Globalización, un think tank líder en Beijing.

Donald Trump y Xi Jinping. Foto: Reuters
En las últimas semanas, Donald Trump y Xi Jinping redoblaron las amenazas. Foto: Reuters

La administración de Donald Trump no ha anunciado ningún movimiento para cortar a China, y las empresas chinas siguen disfrutando del acceso a los mercados estadounidenses. Hace dos semanas, Luckin Coffee, un competidor chino de Starbucks, se disparó en su debut comercial en Nueva York, pero desde entonces sus acciones cotizan a la baja.

Pero el escepticismo crece entre algunos funcionarios de la administración y los legisladores sobre la presencia de compañías chinas en los mercados de capital estadounidenses y en los principales índices bursátiles.

En una carta en abril, un grupo bipartidista de senadores, que incluyó al republicano Marco Rubio, instó a la administración a aumentar los requisitos de divulgación para las compañías chinas que cotizan en EE.UU. que presentan riesgos de seguridad nacional o son cómplices de los abusos a los derechos humanos.

La carta mencionó al proveedor más grande del mundo de productos de videovigilancia: el fabricante chino HikVision, que el gobierno de Trump está considerando bloquear por su papel en la vigilancia y detención masiva de los uigures, una minoría étnica mayoritariamente musulmana. HikVision es un componente de los índices de acciones de MSCI, y sus inversores han incluido UBS, JPMorgan y los fondos de pensiones públicos de maestros en California y Nueva York.

«Los estadounidenses probablemente estarían muy preocupados, si no indignados, de saber que su jubilación y otras inversiones están financiando a las empresas chinas con vínculos con el aparato de seguridad y comportamiento malévolo del gobierno chino», dice la carta.

No está claro cuánta credibilidad tienen esas ideas con el presidente y sus asesores actuales. Pero si Washington actuó, China tiene su propia manera de contraatacar.

Según las estimaciones, las entidades chinas, principalmente el banco central y el fondo de riqueza soberana, poseen al menos US$ 200.000 millones en acciones en EE.UU., lo que da a Beijing una posible arma adicional si los líderes chinos deciden vender. Las autoridades económicas de China son conscientes de esa opción extrema, dijeron personas familiarizadas con la formulación de políticas.

Ese movimiento podría sacudir el mercado de valores estadounidense, que Trump considera un barómetro de su éxito. Durante muchos años, políticos, economistas y banqueros han preguntado qué sucedería con la economía de EE.UU. si China se desprendiera de repente de gran parte de los US$ 1,3 billones que posee en títulos de deuda de EE.UU.

CEO. Ma, el líder de Alibaba, dijo no estar "contento" con el estado de las relaciones comerciales bilaterales.
Jack Ma, el líder de Alibaba, analiza  cotizar acciones de su empresa en Hong Kong. Foto: Archivo.

Vender acciones podría ser más potente que reducir los bonos. Los mercados de valores tienden a responder a sumas de dinero más pequeñas que las de los bonos soberanos de EE.UU. (cuyo mercado es más grande).

Es poco probable que China se deshaga de las acciones de golpe, dijo Mark Sobel, exfuncionario del Tesoro quien ahora representa a EE.UU. en el Foro de Instituciones Monetarias y Financieras Oficiales (OMFIF) con sede en Londres. Hacerlo no solo molestaría a EE.UU., sino que también podría significar vender acciones con pérdidas durante una caída temporal de los precios, lo que perjudicaría el rendimiento de la inversión de los activos de China.

Alibaba ha discutido durante mucho tiempo la venta de sus acciones en China continental o Hong Kong, por lo que no está claro qué papel, en su caso, tuvo la guerra comercial. Jack Ma, cofundador de Alibaba, dijo en una conferencia en enero de 2018 que consideraría hacer otra cotización de acciones en Hong Kong.

Eso permitiría que más inversores chinos pusieran su dinero en una compañía que muchos de ellos usan en su vida diaria. Con la guerra comercial en curso, Mok, en el grupo de investigación de Beijing, dijo que las empresas chinas ahora tienen más probabilidades de pensar dos veces en depender de los mercados financieros estadounidenses.

«La parte china no desea el desacoplamiento», dijo, «pero tal vez sea una decisión de gestión prudente para reducir la exposición al riesgo».

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