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Números dan cuenta de las desigualdades, pero hay acciones para promover cambios, según expertas en evento Liderar con EME, organizado por El País.
Las empresas que incorporan la presencia femenina a sus directorios tienen, en promedio, 44% más rentabilidad que las que no lo hacen. Si se eliminara la brecha de género, para 2025 se agregarían US$ 28 billones al PBI del mundo. Una mujer que es madre, al cabo de 10 años ganará 42% menos que una que no lo fue en ese período.
Estos datos -entre muchos otros- se analizaron en el evento virtual Liderar con Eme, organizado por El País. Un panel integrado por Anabela Aldaz, presidenta de OMEU; Ana Gatti, presidente deRedME; Teresa Cometto, country manager director de Unilever; y Magdalena Furtado, country programme manager en ONU Mujeres, le puso números al tema. La moderación estuvo a cargo de Marcela Dobal, editora de El Empresario, que alternó la conducción de los siguientes paneles con Silvana Nicola, editora de EME.
¿Cuál es el impacto de la diversidad y equidad de género en una organización?, fue la interrogante que disparó la conversación (que puede verse en el canal deYouTube de El País.
El indicador Equal Pay Day señala que hasta el 7 de marzo las mujeres uruguayas trabajaron gratis.
«La diversidad en las organizaciones hace que sean más rentables. Así lo señalan informes como los de Boston Consulting Group o McKinsey, que lo han demostrado con cifras concretas», puntualizó Aldaz y destacó que en Uruguay ha habido mejoras para reducir la brecha salarial entre mujeres y hombres, pero «estamos lejos».
A su turno, Ana Gatti, remarcó que «más allá de un tema de equidad social, las empresas tienen la misión de crear valor para los stakeholders y esta creación se construye a partir de sus talentos». La ejecutiva subrayó que las compañías que trabajan por ambientes diversos promueven la atracción, retención y captura de talentos que crean más valor para la empresa.
Igualdad es negocio
«Un estudio de McKinsey señala que las empresas con directorios integrados con presencia femenina, tienen en promedio 44% más de rentabilidad», cuantificó Furtado, y detalló que la integración de mujeres «incide positivamente en el clima laboral, la reputación de las empresas, la retención de los talentos... En suma, toda la sociedad gana».
Con esta opinión coincidió Cometto, principal de Unilever para Uruguay, empresa que fue ponderada por las integrantes del panel por las políticas que implementa en pro de la diversidad, igualdad e inclusión.
«Tener una mirada diversa hace que se construya más valor y potencie más la compañía», detalló la ejecutiva. Y agregó: «Un estudio de 2015 dice que si para el 2025 se eliminara la brecha de género, en el mundo, se agregarían US$ 28 billones al PBI. Es una construcción de valor importante».
"En Uruguay, una mujer que tiene hijos, comparada con pares que no los tuvieron, 10 años después gana 42% menos"
La distancia entre hombres y mujeres se cuantifica con el Global Gender Gap del Foro Económico Mundial. En este ranking Uruguay no se luce: está en el puesto 85 en un listado que computa a 156 países.
«Se toman en cuenta cuatro variables: indicadores vinculados al mercado de trabajo y oportunidades laborales; a la participación política o en la vida pública e indicadores de acceso a educación y salud», detalló Furtado.
En cuanto a igualdad de oportunidades en el mercado laboral, hay brechas con los hombres en tasas de actividad, desempleo, informalidad, salarios, penalidad por maternidad y en el ámbito político hay muchas más, agregó Furtado.
Barreras internas
«Tenemos condiciones distintas a las de los hombres, a veces complementarias, pero es cierto que experimentamos dificultades para negociar salarios, pedir aumentos o cambios de posición» explicó Aldaz y agregó: «Hay una barrera que afecta en todo el mundo: la penalización de la maternidad, ser madres penaliza a las mujeres en sus carreras y salarios». «En Uruguay, una mujer que tiene hijos, comparada con pares que no los tuvieron, 10 años después gana 42% menos», reveló la líder de OMEU.
«La cifra asusta y tiene que interpelar y hacer repensar el régimen de cuidado, las licencias parentales, la pérdida y depreciación del capital humano cuando la mujer sale del mercado laboral por esta circunstancia», puntualizó Aldaz.
"Un estudio de McKinsey señala que las empresas con directorios integrados con presencia femenina, tienen en promedio 44% más de rentabilidad"
En este aspecto, Furtado detalló que, en general, el acceso y permanencia de un hombre en el mercado laboral depende solo y únicamente de la oferta y demanda y del ciclo económico. Sin embargo, para las mujeres depende de eso y de las dinámicas familiares, si tienen hijos, si se separaron, si tienen red de contención, etcétera.
¿Cómo no perjudicar a las mujeres con sesgos inconscientes en la organización? Gatti repasó números globales: «El 5% de mujeres son CEO, 20% están en directorios y solo un 7% los presiden». La buena noticia, según la ejecutiva, es que «las empresas tenemos la responsabilidad de romper esos prejuicios, por ejemplo en procesos de selección y promoción». Ilustró que a la hora de contratar puede ocultarse el sexo del postulante o en las promociones ampliar la lista de candidatos para incluir mujeres. «A igual calificación, igualdad de oportunidades», coincidieron.
«Tenemos que tomar acción, no es solo decir, hay que hacer para promover la equidad, algo que es posible, viable y muy positivo», concluyó Cometto.
En cuanto a equidad salarial, Uruguay debe hacer más. Furtado invitó a las empresas a firmar los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (o WEPs) y dejar atrás el indicador Equal Pay Day que señala quehasta el 7 de marzo las mujeres uruguayas trabajaron gratis.
«La publicidad pone al consumidor en el centro, está atenta a sus creencias, sentimientos y pensamientos; trata de conectar con estos valores de cada público objetivo. La preocupación por el género es la expresión de lo que ya ocurre en la sociedad».
«El gran reto es detectar y resignificar valores que cambian. Queremos seguir siendo una marca aliada de las uruguayas. Un ejemplo es la campaña de la Nostalgia: hoy muestra a una mujer que se quiere a ella y no depende de la mirada del otro».
«El consumidor siempre está en el centro, queremos que se sienta espejado. La vigencia tiene que ver con el tono de época, que se sienta acompañado, que estemos a la vanguardia, que no reproduzcamos estereotipos».
«Bumble es liderada por una mujer y el 60% de su staff es femenino; tenemos una perspectiva de género: en nuestra app de citas ellas son las que pueden iniciar la conversación, deciden con quién hablar y en qué tono».
«Tenemos que derribar los mitos de que esta carrera (Ingeniería) sea mayoritariamente elegida por hombres; en facultad éramos tres chicas en una clase de 30. Como mujer en esta industria hay que tener mucha personalidad y resiliencia».
«Somos el 30% del sector. A medida que haya más mujeres, ellas podrán aportar su visión, tomar decisiones y equilibrar los números. Falta visibilizar modelos de rol, que jóvenes puedan verse en otras; es dificíl que quieran ser algo que no ven».
«La revolución de la longevidad es femenina. Nosotras luchamos por los derechos de los maduros, pero la ‘economía plateada’ también es una oportunidad de negocio para las empresas: los consumidores mayores de 50 años se sienten invisibilizados».