ANÁLISIS
Solo aquellas empresas que involucran a la innovación en su cultura logran la permanencia y sostenibilidad a largo plazo
¿Por qué innovar? Es la pregunta que toda organización debe hacerse y responder correctamente. Con un dinamismo acelerado, en la actualidad nacen empresas que irrumpen modelos de negocios de industrias tradicionales y otras desaparecen en cuestión de meses. Sin embargo, no es necesario crear nuevas empresas, también se puede innovar desde adentro.
Creatividad e innovación interactúan en el entorno empresarial desde hace mucho tiempo. A medida que los mercados se hacen más competitivos, estas prácticas han tomado un papel protagónico. Por medio de ellas, las organizaciones pueden desarrollar ventajas competitivas para sobrevivir en el largo plazo. Hoy, solo aquellas que involucran a la innovación en su cultura logran la permanencia y, en muchos casos, relevancia.
Las nuevas generaciones son los actuales y futuros líderes del mundo, así como los consumidores de los productos y servicios que ofrecen las empresas. Son generaciones 100% globales, nativos digitales con interés en el cuidado del ambiente, el consumo responsable y se sienten atraídos por el accionar con un propósito. Cualquier organización que quiera perdurar debe innovar tomando esto en cuenta. Debe conocer al usuario, entender sus problemas, ponerse en sus zapatos y encontrar una solución. Al mismo tiempo, deberá explorar las oportunidades y desafíos en el contexto de su empresa.
Una buena manera de comenzar a innovar es probar metodologías ágiles para resolver desafíos constantes, internos y externos. Por ejemplo, la de design thinking, que se enfoca en generar soluciones innovadoras a través de un proceso probado, que permite conectarse rápidamente con las necesidades de los clientes y testear con ellos posibles soluciones a sus necesidades.
Uruguay está listo para abanderarse con la innovación. Según una encuesta que realizó Estudio de Innovación a más de 400 directores y gerentes uruguayos, el 84% de los encuestados coinciden en que innovan para crecer de forma sostenida o diferenciarse de la competencia. Además, la mayoría considera que invertir en tecnología no es suficiente para innovar.
Por otro lado, más del 70% considera que trabaja en organizaciones innovadoras. Sin embargo, muchas empresas no miden sus objetivos vinculados a la innovación, o no cuentan con tiempo para innovar, o con el equipo capacitado para hacerlo. La falta de tiempo fue considerada el principal obstáculo a la hora de innovar.
Entonces, ¿será tiempo lo que falta dedicar? ¿o es que la innovación no está contemplada en la estrategia? El final de año es el momento de generar evaluaciones y contemplar nuevas herramientas para implementar tan ansiadas —y necesarias— innovaciones.
(*) Directora de Initium, centro de liderazgo, emprendimientos e innovación de UM. Socia cofundadora de Estudio de Innovación