Informe
Luego de un 2019 donde casi no se comercializaron franquicias de marcas locales, en los últimos cuatro meses se invirtieron más de US$ 800.200 según Svet Estudio
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El 2020 es el año del COVID-19. La pandemia ha dejado su sello en todo el mundo, modificando tanto la forma de trabajo como negocios en todos los rubros.
Crisis, desempleo, cierre de empresas, envíos a seguro de paro, fueron algunas de las noticias que más se escucharon en estos meses. Pero también han surgido sorpresas positivas para algunos sectores. El de lasfranquicias es uno de ellos.
Según datos de la Cámara Uruguaya de Franquicias (Caufran) -que nuclea el 20% de las franquicias en el país, mayormente marcas locales y argentinas-, luego de los primeros tres meses de pandemia donde «los teléfonos ni sonaban», de julio a noviembre se disparó el interés de inversores y de empresas por sumarse a este formato.
#«Con la pandemia llegaron 10 marcas nuevas a la Cámara para subirse al modelo de franquicias, hoy son 36 en total y aún hay mucho para desarrollar», indicó Marcel Burgos, presidente de Caufran y director de Marcel Calzados. «En julio comenzaron a llegar consultas (de empresas) para ver si su negocio tenía capacidad de modelarse como franquicia. En paralelo también aparecieron tres marcas argentinas y una de gimnasios de Portugal», amplió.
Se trata de empresas que venían de un año no tan bueno y habían sacado el foco de conseguir franquiciados u otras que no tenían en sus planes lanzarlas como es el caso de Urban Haus, cuyo norte era abrir en el exterior y la pandemia hizo cambiar sus planes y apuntar al mercado local (ver recuadro).
Según Alexei Yaquimenko, director de Svet Estudio Contable, especializado en comercialización de franquicias, la venta de marcas con este formato en 2020 se triplicó respecto a 2019. «De noviembre de 2018 al mismo mes de 2019 abrimos cinco (locales nuevos). Este año, solo de agosto a noviembre llegamos a 18 aperturas que significaron una inversión de US$ 820.000, un 78% de ellas son en el Interior (Salto, Paysandú y Tacuarembó)», dijo.
Los datos indican que estos 18 nuevos locales generaron 70 puestos de trabajo directos y 150 indirectos. En total, según datos de Caufran, las franquicias ya suman más de 1.000 puntos de venta en todo el país y generan 4.200 trabajadores vinculados.
Los principales departamentos donde se dirigen las inversiones son aquellos con alta densidad como Salto, Paysandú, Maldonado, que superan los 100.000 habitantes, pero ahora están surgiendo ciudades con mercados interesantes como Mercedes, Minas, Durazno, Tacuarembó y Melo.
Tormenta perfecta
Este fenómeno se apalanca principalmente en la conjunción de dos factores. Para Burgos, lo empujó principalmente que muchas personas de mando medio y medio alto, como gerentes, quedaron sin trabajo o estaban en el seguro de paro y no les renovaron, entonces buscaron en las franquicias un modelo de negocios que les garantizara ingresos. De hecho, Svet reveló que de las 18 franquicias, 12 fueron adquiridas por personas que tenían empleo pero estaban trabajando menos (que antes de la pandemia) o no tenían trabajo y lo tomaron como un proyecto personal y familiar económico. El relevamiento entre los franquiciados señala que el 66% son mujeres.
Coincide además que las personas tuvieron más tiempo para estudiar el modelo, un aspecto fundamental, incluso más que lo económico, porque el franquiciado debe tener un perfil similar al franquiciante. «Errarle ahí es muy dañino para la marca», alertó Burgos.
«En paralelo, recibimos llamadas de argentinos que quieren radicarse en Uruguay y buscan como salida laboral adquirir franquicias», agregó.
El combo terminó de cerrar cuando las empresas reestructuraron sus negocios y bajaron el costo promedio por franquicia de US$ 80.000 a US$ 35.000.
Solo 20% de las franquicias nacionales están el exterior.
Suma al buen momento que la Cámara logró que por primera vez un banco brinde una línea de crédito para este modelo de negocios, aseguró Burgos, quien dijo que lo regular es que las empresas deban presentar tres años de balance. «Scotiabank lanzó una propuesta que toma en cuenta el balance de la empresa madre para ver si el modelo puede ser exitoso», destacó.
Otro mojón relevante fue potenciar la comunicación desde la Cámara, y dentro de este eje, apostar a un stand propio en la Rural del Prado de este año, que marcó la diferencia al atraer inversores e interesados del interior del país, agregó Yaquimenko. Burgos coincidió y destacó que la instancia fue propicia para que «surgieran cosas nuevas, como por ejemplo vender una franquicia doble, un local con dos marcas juntas, Marcel Calzados y Urban Haus».
Crédito para crecer
El poder de las franquicias no es solo económico sino que, a entender de Burgos, es una herramienta efectiva para expandir las marcas. «Las franquicias tienen la fuerza de romper barreras y límites, primero departamentales, luego internacionales. Creo que en Uruguay hay un muy lindo mercado para crecer, y así como hay empresas internacionales que llegan para testear modelos de negocios, empresas uruguayas tienen la capacidad para crecer en diferentes países. Hoy solo 20% (de las franquicias nacionales) están el exterior», indicó.
Para 2021, la Cámara espera aprovechar el envión y llegar a duplicar la cantidad de franquicias. «Y esto sin contar el impacto que puede tener si se suman nuevas marcas y nuevos rubros», cerró Burgos.
Pimentón, la marca de ropa interior, confirmó la apertura de cuatro franquicias (Treinta y Tres, Paysandú, Durazno, San José) en plena pandemia y el lunes sumará la quinta (Tacuarembó), explicó Brandon Bonomo, responsable de esta unidad de negocios en la compañía. Además, espera sumar Maldonado antes de fin de año y para 2021 proyecta abrir otras 10 a nivel nacional. Y si bien hoy estos locales representan solo el 5% de la facturación de la empresa, asegura que pueden crecer.
Tres son las franquicias que sumaron este año las tiendas de zapatos Marcel Calzados, luego de que se anunciara la llegada del coronavirus a Uruguay. La empresa ya poseía cinco locales con este formato y será esta la estrategia para seguir creciendo en el interior del país, adelantó su director, Marcel Burgos. «En 2021 el plan es sumar otros seis puntos de venta. Hoy son casi un 40% la facturación y mi meta es llegar a 70% con un detalle: todas crecen», concluyó el empresario.
Para Madre Tierra lanzar el modelo de franquicias no estaba en el plan hasta hace dos meses. El norte de la empresa era crecer en más allá de Montevideo con locales propios, pero la pandemia acercó este formato y ya abrió el primero en Canelones, tiene otro en camino en Maldonado y prevé dos más para 2021, dijo Claudio Battilana, director de Montesol y Madre Tierra. «El que abrió representó 4,5% de la ventas y para 2021 esperamos que los cuatro sean el 25%», apuntó.
A pesar de la pandemia, la empresa de productos de limpieza Chamán abrió dos nuevas franquicias (Maldonado y Costa de Oro) que se suman a las 10 que acumuló en los últimos cinco años. Para 2021, el plan es duplicar la cantidad de franquicias «aprovechando el impulso del modelo de negocios en Uruguay y que creció el consumo de estos productos en el país. Apuntamos primero a departamentos debajo del Río Negro», adelantó Matías Mezzotoni, fundador de la empresa.
En Urban Haus, la pandemia del COVID-19 hizo repensar su estrategia de expansión y optar por las franquicias para sumar nuevos locales en el interior del país, confesó su CEO, Fernando López. Así, tras posponer el plan de internacionalización para 2021, en los últimos meses abrió seis nuevas franquicias y tiene en carpeta cinco más para el año próximo. «No tenía en mente franquiciar para Uruguay y la nueva realidad nos mostró que es la mejor manera de expandirnos», dijo.