La firma IBF Negocios sigue creciendo, suma inversiones por 94 millones de dólares y está analizando la compra de nuevas empresas, en su política de “ofrecer oportunidades de inversión en economía real a través de la adquisición de empresas, apuntando a la oportunidad y la rentabilidad”, informó su director general Hugo Benedetti.

Fundada a fines de 2011, tiene en su portfolio más de una decena de compañías, cuyas ventas anuales ascienden a 120 millones de dólares y dan empleo a 890 personas. En este período se distribuyeron unos 10 millones de dólares en dividendos entre sus más de 200 inversores.

En el presente la compañía está negociando la compra de una cadena de ópticas y de un centro logístico con clientes e instalaciones importantes, además de apuntar a una especialización en sus adquisiciones, con el objetivo de generar sinergias o sumar empresas complementarias para potenciar el negocio.

ASÍ NACIÓ.
Benedetti vivía en Argentina; desde allí se dedicó a expandir los negocios de la empresa Sara Lee en la región. “Aprendí el metier de la gestión de empresas y pensé en dedicarme a eso luego que dejara ese trabajo. Iba a hacerlo en Argentina pero terminé regresando a Uruguay porque encontré un ambiente de negocios más amigable pese al menor tamaño del mercado”, comentó.

En 2011 formó entonces IBF Negocios junto a un grupo de socios, algunos provenientes de la banca privada y otros de la gestión de empresas.

En un inicio la compañía se enfocó en la compra de empresas medianas que fueran rentables, con un buen funcionamiento, por ejemplo una cadena de supermercados en el interior y una empresa de cortinas y toldos. “En Uruguay por lo general se venden empresas por temas sucesorios. Los dueños consideran que pueden tener problemas en ese sentido y tratan de establecer una sociedad con alguien para seguir adelante. Eso es típico en las empresas que compramos”, explicó Benedetti.

Los primeros inversores pertenecían al círculo de familiares y amigos de los fundadores de IBF Negocios, lo que en Estados Unidos llaman “family and friends”. Ellos fueron trayendo a otros inversores, lo que le permitió crecer y acceder a empresas de otro volumen. Por ejemplo, Angres SA (venta de repuestos automotores) y Agroenfoque (fertilizantes). El año pasado se incorporó a Doña Coca, líder en mercado de chacinados. "También fue creciendo la capacidad de gerenciamiento interno y por eso IBF Negocios pudo asumir operaciones de mayor escala", dijo el director general de la compañía.

¿CÓMO ES EL PROCESO?
La política de IBF Negocios es que el dueño vendedor quede como socio minoritario y a menudo con un papel en la conducción, lo cual facilita la continuidad de la gestión. Se adquiere entre el 70 y el 90 por ciento de la empresa y el resto queda en manos del propietario anterior. “En todos los casos obtenemos la mayoría y por ende el control de la gestión. La excepción es Tienda Inglesa, de la cual tenemos una participación minoritaria”, precisó.

“Logramos que el management existente permanezca –dijo Benedetti– a través del anterior propietario y su equipo gerencial, de manera que se capta el know how para hacer la transición hacia la operación del negocio. La persona que IBF Negocios pone en la empresa pasa a ser el nexo entre nuestra firma y el negocio”.

“Hay un aspecto claro: IBF Negocios compra empresas exitosas desde el punto de vista comercial y financiero”, señaló el ejecutivo. “No compramos empresas con fines de especulación, para vender si aumenta su valor, salvo que se trate de un muy buen negocio”.

Hoy IBF Negocios avanza hacia una especialización en algunos sectores, como los agronegocios, la alimentación y el veterinario. En todos los casos cuentan con experiencias exitosas que sumarán a las nuevas incorporaciones para generar sinergias o contar con empresas complementarias que permitan potenciar el negocio. Por ejemplo, están cerca de concretar la compra de una firma de importación y distribución de semillas, que funcionará junto a Agroenfoque como unidad estratégica. “Eso es independiente de que aparezcan oportunidades en otros tipos de empresas que nos parezcan interesantes”, indicó.

Foto Francisco Flores

El proceso de adquisición implica una cuidadosa evaluación de oportunidades dentro de la cartera. Algunos inversores optan por concentrar recursos en un negocio, mientras que otros lo diversifican en dos o tres de distintos rubros para maximizar exposición y ganancia. Esta es una de las recomendaciones en la que la compañía hace énfasis, con el fin de reducir riesgos y aprovechar crecimiento en diversos negocios. El objetivo es obtener ingresos estables mediante dividendos, con potencial para aumentar el capital invertido en caso de crecimiento significativo en una empresa adquirida. Esta estrategia integral equilibra beneficios a corto y largo plazo, enriqueciendo la cartera de inversiones.

El objetivo de rentabilidad es el 10% a través de los dividendos. La firma apunta a la “oportunidad”, definida como “la intersección precisa entre desempeño y riesgo”. “Proactivos y positivos como hombres de negocios, conservadores en las estrategia”, es uno de sus lemas.

“El mínimo de inversión que manejamos es de US$ 100.000. Los primeros inversores, a través del boca a boca, fueron acercando a otros. Este es un negocio que encierra una buena dosis de confianza. De la misma forma, no captamos inversores desconocidos, tienen que tener trayectoria en materia de negocios. Somos amigos, conocemos sus preferencias y prioridades. Actualmente tenemos más de 200 inversores, en su mayoría comerciantes, empresarios y profesionales. Gente que tiene su conocimiento del mundo de los negocios”, subrayó Bendetti.

“Hay una historia de crecimiento en IBF Negocios, tanto en los volúmenes de operaciones como en la organización. Hoy somos cinco socios y seis empleados. Todos profesionales. Y se incorporarán en breve otras dos personas a nivel de dirección”, destacó.

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