El “destino natural” es la rentabilidad. De ese modo se presenta la empresa IBF Negocios, que cierra el año con el gran hito de haber alcanzado los 100 millones de dólares invertidos a lo largo de su historia, al mismo tiempo que consolida sus verticales y planifica nuevos pasos de crecimiento. Para una empresa que responde a una cartera de aproximadamente 250 inversores y que ha adquirido 19 empresas, esos datos son representativos de su posición y de la confianza que transmite.
“El modelo de IBF Negocios es concentrarse en sectores estratégicos de la economía, como los agronegocios, el sector veterinario y alimentación, sectores que funcionan bien, tienen buena tasa de crecimiento y rentabilidad”, explica Nicolás Chiappara, director de la empresa.
“El 2023 fue un año bien importante, de crecimiento de las compañías y de las inversiones. En el acumulado desde que empezamos, doce años atrás, alcanzamos los 100 millones de dólares invertidos. Y terminamos con muy buena rentabilidad, lo que nos deja una base muy importante para consolidar y crecer en nuevas verticales y sectores estratégicos en 2024”.
Debido a eso, tienen una proyección positiva que recientemente explicaron en un encuentro con sus inversores. Su más reciente adquisición es Procampo, una gran empresa de insumos agropecuarios. Además antes de fin de año llegará una nueva adquisición, de la que Chiappara explica que “tiene una integración horizontal con todo el resto de nuestras compañías”.
La estrategia
Uno de los aspectos fundamentales que define a IBF Negocios es el criterio de enfocarse en tres verticales estratégicas: agronegocios, alimentación y el sector veterinario. Dentro de ese esquema de planificación, tienen compañías transversales como por ejemplo una imprenta, entre otras.
La meta es fortalecer cada vertical con un meticuloso proceso de elección de compañías a adquirir, así como también cuidar de aquellas que ya se encuentran en su cartera. La adquisición de Procampo, una empresa de semillas, por ejemplo, se complementa con la empresa Agronfoque, una compañía de fertilizantes que ya era parte de IBF Negocios.
“Y ese es un claro ejemplo de nuestra lógica de trabajo: quien va a sembrar semillas, claramente va a tener que fertilizar. Por eso hacemos esas sinergias entre compañías que, a su vez, nos permite llegar al mercado con una oferta más integral”, agrega el director.
IBF Negocios mantiene una constante actitud proactiva para analizar las verticales sobre las que trabaja y también estudiar posibles extensiones. Siempre, a paso seguro e informado. “Por ejemplo, para el año que viene estamos pensando en incorporar una vertical de tecnología”, adelanta Chiappara.
El plan para 2024, relativo a la vertical de tecnología, ya está establecido, y a la vez es el comienzo de un nuevo ciclo de tres años. En ese período, trabajarán arduamente en pos de tres grandes objetivos. El primero es seguir creciendo en el portafolio de compañías en base a esas verticales estratégicas ya definidas, más algunas nuevas que están explorando.
“Esperamos duplicar los activos en compañías de acá a tres años”, afirma Chiappara. La segunda meta es hacer que las compañías sean más eficientes, más rentables. Y el tercer objetivo, que es a más largo plazo, consiste en buscar cierres de ciclos para algunas compañías consolidadas y rentables.
El proceso de análisis de adquisición de las futuras empresas para IBF Negocios es meticuloso y riguroso. En primer lugar se definen los sectores estratégicos y, con su comité de inversión, cada año analizan unas 100 compañías en el mercado local. En este análisis estudian la historia de la empresa y el modelo de negocios, el económico y el financiero que darán cierta previsibilidad. Se trata de un proceso que dura aproximadamente 9 meses.
“Una vez que hacemos esto y definimos los sectores estratégicos, compramos compañías con muy buen funcionamiento. Esto significa que nos llegan con rentabilidad sólida, un modelo de negocios estable y un crecimiento con trayectoria e historia que da cierta previsibilidad. Basados en ese entendimiento de que las compañías funcionen bien, que nos permitan crecer y que estén alineadas con nuestras estrategias, tomamos la decisión”, explica Chiappara.
A lo largo de ese exhaustivo proceso de selección, se quedan con las “mejores de las mejores”, por lo que adquieren unas 3 o 4 compañías al año. De todos modos, muchas de las que no terminan siendo parte de la cartera de IBF Negocios no son descartadas, sino que, a veces, quedan dentro del roadmap con el que se planifican futuros pasos.
IBF Negocios comenzó su historia 12 años atrás, fundada por Hugo Benedetti, un empresario uruguayo de destacada trayectoria profesional en Argentina, Brasil y Uruguay. El primer paso de IBF Negocios fue la adquisición de Bandalux, empresa dedicada a cerramientos y cortinas. Si bien esta ya no forma parte de su portafolio, la recuerdan con cariño por ser aquella con la que iniciaron un camino de crecimiento que hoy los ha llevado a adquirir participación de empresas tan visibles como Tienda Inglesa, un acuerdo con Farmacity por su cadena Farmaglobal, Doña Coca y Olaso, y otras menos públicas, pero grandes y sólidas como Agroenfoque o la imprenta Grifelman.