Ejecutivos
Ricky Sarkany, Guillermo Cóppola, Juan Sebastián Verón, Estanislao Bachrach, Marty Baron, Jacobo Singer, Pierpaolo Barbieri y Susana Giménez fueron las estrellas en el evento empresarial.
La sexta edición deAmerica Business Forum convocó más de 3.500 personas en el Centro de Convenciones de Punta del Este, el pasado viernes 8 de octubre.
El encuentro, que reunió a líderes, CEO, autoridades del gobierno y ONG y exponentes del arte y la cultura, tuvo como principales oradores a personajes de ámbitos muy disímiles.
Así, por el escenario y en entrevistas moderadas por el presentador Ismael Cala, pasaron la diva Susana Giménez, el empresario de moda Ricky Sarkany, el representante de Diego Maradona Guillermo Cóppola, el exfutbolista Juan Sebastián Verón, el biólogo Estanislao Bachrach, el exdirector del Washington Post Marty Baron, y dos jóvenes empresarios que lideran unicornios latinoamericanos, Jacobo Singer, presidente de dLocal, y Pierpaolo Barbieri, CEO de la fintech argentina Ualá.
Entre otros tópicos, dispararon conceptos relacionados a modelos de liderazgo, formas de llevar adelante negocios, desafíos para paliar la pandemia y cómo lidiar con las emociones.
«En liderazgo, el fútbol es como las empresas, tenés que hacer sentir importante al otro para que te apoye», resumió Verón. Esa motivación es la que hará que el equipo se coma el mundo «sobre todo ahora que las fronteras se abrieron de par en par», sumó Singer.
Para esto, es necesario «saber escuchar, más que hablar», acotó Barón, porque, a entender de Barbieri, «las mejores respuestas vienen de abajo, no verticales del CEO». También para el éxito, es necesario cierta cuota de «simpatía y riesgo», comentó Cóppola, tal como lo hizo Sarkany al lanzar su tienda online «hace muchísimo tiempo». O ir por el camino seguro e invertir en «ladrillos», camino que tomó la diva argentina por consejos de su abuela.
«El deporte en equipo es el mejor exponente de cómo llevar el liderazgo en una empresa», resumió el exfutbolista argentino e hizo referencia a la necesidad de «saber tocar el punto justo del otro para que se sienta importante». «Me ha tocado, sobre todo en la última etapa, hacer sentir importante a todos. Y esos son los que afuera, cuando termina el partido, te van a defender, van a defender tu idea. El fútbol necesita de empatizar, porque el otro no es solo alguien en los 90 minutos, hay que saber qué pasa con su familia, si necesita ayuda, cómo están sus hijos, sus padres. De eso depende si te va bien o mal», destacó.
Con tres principios, Jacobo Singer, presidente del unicornio uruguayo dLocal, definió su estilo de liderazgo: «Liderar con el ejemplo, saber escuchar y no tener siempre todas las respuestas y trabajar paso a a paso, pero soñar en grande. Hacerlo desde lo humano hoy es fundamental, es importante saber quién es el otro, qué lo hace feliz, cuándo está triste, cómo uno lo puede ayudar, porque uno tiene que tener la capacidad de no rendirse, motivar a su equipo, transmitir los sueños. Al final eso es lo que permite traducirlo en resultados. Y sobre todo ahora, que las fronteras digitales nos abrieron el mundo de par en par».
De la influencia de las ideas en las emociones y de cómo éstas generan cambios en cada uno para hacer que «las cosas sucedan», trató parte de la presentación del reconocido biólogo argentino. «Las emociones aparecen por cómo interpretamos las cosas, en qué estamos pensando. Los pensamientos no son neutros y van a definir lo que estamos sintiendo. Entonces, si pienso diferente siento diferente. Las personas lo único que podemos hacer en cualquier momento es pensar diferente y, al hacerlo, cambia la forma y el sentido de lo que nos pasa y eso puede influir en cada uno, en hacer las cosas mejores», enfatizó.
Para el exdirector del Washington Post, un buen periodista debe compartir las características de un buen líder: guiar con humanidad, escuchar y estar cerca de las personas. «Es como mencionó (Jacobo) Singer, hay que tener la capacidad de escuchar más que hablar, de hacer las preguntas apropiadas», aseguró desde EE.UU. A la hora de llevar adelante el proyecto periodístico junto a Jeff Bezos, destacó que «nunca interfirió en el periodismo, ni sugirió o suprimió un artículo, nunca criticó ni se ha metido en el periodismo. Su rol se centra en la tecnología y en mercadotecnia, o sea, en los asuntos de negocios».
«Las mejores respuestas no vienen verticales del CEO al resto del equipo. Vienen de abajo. Si queremos cambiar industrias y usar la tecnología bien, necesitamos organizaciones más horizontales y que triunfen las ideas, no la jerarquía. La jerarquía nos quita energía», opinó el fundador de Ualá y cosechó aplausos. Dijo que las finanzas fueron «muy excluyentes con gran parte de la sociedad» en América Latina y abogó por la meritocracia pero advirtió: «Si queremos una sociedad meritocrática no podemos tener aristocracias que siempre se perpetúan en buenas posiciones, en buenas universidades; necesitamos nueva sangre».
«Pasé de un extremo al otro de la riqueza gracias a Diego». La frase de Cóppola refleja el resultado de su trabajo de 18 años junto a Diego Maradona. Pero no siempre fue así. Según confesó, forjó su carrera en base «a esfuerzo, ser sociable y dispuesto». «Trabajé de cadete a los 12 años en una farmacia, vivía de propinas y venta de frutas. A los 15 entré a un banco como cadete y, a siete años de estar ahí, un representante de jugadores de Boca se hizo cliente para depositar dinero de jugadores. Yo invertí, ese dinero creció y llegaron más jugadores. En 1985, cuando Maradona me pidió que trabajara con él, tenía 180 futbolistas», recordó.
«Fuimos hace muchísimo tiempo de los primeros en avanzar hacia el comercio online», dijo el empresario de moda que inició un 0800 para que sus clientes compraran contra reembolso. «Nunca pensamos que íbamos a llegar a esto, pero como bien decía Steve Jobs, son una serie de puntos que se van dando para llegar a un determinado lugar», remarcó. La pandemia encontró a sus tiendas con una base de datos, comunicación y logística desarrollada. «Tuvimos récord de ventas con 17 locales cerrados y 150 vendedoras a las que insertamos en el mundo digital. Tratamos de reinventarnos para lo que será el mundo pospandemia».
«Tengo que tomar decisiones sola todo el día. Algunas son pavadas, otras son cuestiones de negocio y eso a veces me pesa», contó la diva y empresaria argentina que no trabaja con ningún mánager. Al remarcar que es una mujer que se hizo a sí misma, recordó a su abuela española, que le decía: «M’hija, siempre (invertí) en los ladrillos, con eso no te equivocás». Giménez siguió el consejo. «Más o menos eso hago, porque cuando entré a este negocio, veía estrellas de cine que no tenían un mango y pensaba ¿cómo puede ser? Tengo que hacer cosas porque cuando sea vieja quiero ser rica. Y llegó el momento», señaló.