“Es una empresa familiar fundada por Esther Meikle. El emprendimiento en sus comienzos se llamaba Albanell, luego en 2001 pasó a llamarse Meikle Bienes Raíces”, señaló Ignacio Albanell, uno de los directores de la firma.
La fundadora del emprendimiento se retiró hace 13 años y la empresa quedó a cargo de sus tres hijos, Ignacio (que ingresó en el 2000), Matías (2001) y María José (2009).
“Meikle se ha dedicado mucho a desarrollos inmobiliarios, además de la venta clásica y alquileres de casas en Carrasco, pero nuestro diferencial siempre fue la venta de proyectos en pozo”, precisó Ignacio.
“Nos complementamos en los distintos roles, yo estoy en la parte operativa, de marketing, recursos humanos y ventas, Ignacio se enfoca en proyectos y desarrollos, y Matías se ocupa de la parte financiera e informática de la empresa”, comentó María José.
Señaló que uno de los principales desafíos que debió afrontar la empresa en los comienzos, fue justamente, al iniciar la parte de desarrollos inmobiliarios. “Cuando mamá arrancó este rubro, la primer propuesta fue hacer apartamentos en Carrasco, algo que antes no existía, solo habían casas”.
En este aspecto, el mercado planteó una demanda de viviendas destinadas a matrimonios que comenzaban a sentir que la casa en la que habían formado una familia les quedaba grande, luego de que los hijos tomaran vuelo y se independizaran. La opción de apartamentos estaba en Pocitos y Punta Carretas, en Carrasco no, y menos con las comodidades de una casa. Mudarse a otro barrio no era una alternativa ya que querían permanecer en un lugar donde habían forjado recuerdos inolvidables. Deseaban vivir en un apartamento de dimensiones más reducidas pero con todas las comodidades a las que estaban acostumbrados.
Meikle se enfocó en satisfacer esta necesidad y el resultado fue un éxito, “un hito que marcó el camino de la empresa de ahí en adelante. Y empezamos a hacer proyecto tras proyecto, sin descuidar el mercado clásico de venta de casas”, indicó María José.
Diferencial
La empresa se ha especializado en trasladar las necesidades del mercado al inversor o arquitecto. “El diferencial o la fortaleza de la empresa es el asesoramiento, escuchar al cliente y llevarlo a donde se va a sentir bien”, afirmó Ignacio. Se trata de “asesorar tanto al que busca una casa como al inversor final. A veces vienen buscando un apartamento y se quedan con una casa”, agregó.
Si bien se reconoce que es importante la difusión que se hace a través de la plataforma digital, los directores destacaron el plus que significa el contacto personal. No es raro que a 10 o 15 años del primer asesoramiento, “quienes requirieron de nuestros servicios te agradezcan por el servicio profesional prestado, es algo muy gratificante. Tenemos clientes de mamá, de hace 40 años, que tienen cinco mudanzas y vuelven porque la experiencia que tuvieron fue muy positiva. Es una relación de confianza que pasa a ser de amistad luego de tantos años”, afirmó Ignacio.
Resaltó que la pandemia vivida en 2020 “nos marcó mucho, fue una etapa en la que el entorno verde se comenzó a valorar mucho más que antes. Casi que hubo un éxodo a Carrasco con la pandemia”.
Si bien el fuerte de la empresa es la venta de casas en Carrasco, “también trabajamos en Buceo y Punta Carretas, la franja costera así como los barrios San Nicolás, Olivos, y la zona de La Tahona”.
Meikle Bienes Raíces tiene una gran variedad de proyectos que atienden las diversas necesidades que plantean los clientes, ya sea unidades para inversión, de porte pequeño o grande. “También se da que la gente quiere vivir cerca de donde trabaja, por eso se han mudado muchas oficinas a Carrasco. Hoy se valora mucho el tiempo y la calidad de vida, lo que genera una corriente hacia el verde”, comentó María José.
Recordó que hubo un importante flujo de argentinos en 2004 que vinieron a alquilar e invertir. “Siguen viniendo, y también los brasileros, somos un país que da mucha seguridad en muchos aspectos y los extranjeros lo valoran”.
Aggiornarse
Respecto al futuro, los entrevistados puntualizaron que “hay que aggiornarse” constantemente. Estamos viendo y evaluando cambios, porque se ha modificado el negocio inmobiliario en los últimos años y queremos estar un paso adelante”.
Ignacio recordó que “en la época de mamá se trabajaba con fichas de papel, sin fotos, la gente entraba sin pedir entrevista. Hoy el cliente antes de venir ya estudió todo por la plataforma”.
La empresa tiene muy en cuenta el respeto a determinados valores como la honestidad, la transparencia y la eficiencia. “Pero también es muy importante para nosotros la confidencialidad de nuestros clientes. Porque acá nos conocemos todos y si viene una persona a perdirnos asesoramiento, es importante que nadie se entere de qué es lo que está haciendo”, apuntó María José.
Por su parte, Ignacio aseveró que en la atención al cliente “hay un trabajo como de sicólogo, ponemos mucha 'oreja', consideramos que es muy importante escuchar y ponernos en el lugar del otro. Estamos para apoyar, somos conscientes de que la instancia de compra de una vivienda implica una situación muy emocional”.
En cuanto al rubro alquiler, Ignacio afirmó que, a veces, la relación inquillino/ propietario es compleja y es por eso que “estamos atentos a mediar para que la relación sea fluida”.
Para minimizar las preocupaciones que debe afrontar un propietario a la hora de arrendar una finca, Meikle creó en 2009 una unidad de negocios denominada Inhome. “El fin es que el inversor no tenga ningún trabajo, nos ocupamos de solucionarle los problemas para que alquilar no se tranforme en un trabajo. Se trató de aunar la solidez del ladrillo con la practicidad el papel”, explicó María José.