Para aquellos que desconocen la historia, en una clínica veterinaria ubicada en las calles Rivera y Forteza, a algunas cuadras del barrio Andresito, en la ciudad de Salto, el día 23 de junio pasado, un gato mordió a una veterinaria. El gato, que casi inmediatamente murió, presentaba síntomas de una situación delicada relacionada a su funcionalidad neurológica, visiblemente evidenciada a través de una parálisis física. De acuerdo a sus declaraciones públicas, la veterinaria, doctora Zully Panizza no imaginó que esto se trataría del primer caso de rabia en animales de compañía detectado en 40 años, lo cual, tras la mordida, le implicó una serie de tratamientos para preservar su vida.
Si bien, en Uruguay, el último caso de rabia humana se registró en el año 1966 en Montevideo, y el último caso de rabia canina ocurrió en el año 1983 en el departamento de Rocha, el virus tiene un ciclo aéreo en murciélagos que se alimentan de sangre de animales e insectos.
También en el 2007 ocurrieron los primeros casos de rabia en bovinos y equinos, transmitidos por murciélagos hematófagos (vampiros), extendiéndose hasta 2010. Luego, en 2014, se detectó un foco en Aceguá, Cerro Largo y otro en Tranqueras, Rivera, en 2017; focos que siempre estuvieron acotados dentro de los departamentos de Tacuarembó, Rivera y Cerro Largo. Lo que representaba un riesgo latente de la potencial transmisión de la enfermedad a otras especies y al hombre.
En la actualidad, no se han registrado notificaciones de animales productivos con sintomatología nerviosa, ni hematófagos con rabia, en las oficinas de la División de Sanidad Animal de la Dirección General de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Sin embargo, es importante comprender que la rabia no es una enfermedad del pasado, que su evolución en humanos, de no tratarse adecuadamente, es letal, que debemos evitar el ingreso de animales silvestres o domésticos de forma ilegal al país, que es necesario asegurar la vacunación de nuestras mascotas. Asimismo, debemos evitar los accidentes por mordedura y consultar en forma inmediata ante toda exposición de riesgo, sea un arañazo o mordedura, para recibir las recomendaciones adecuadas y oportunas por parte de un profesional de salud.
En años recientes diversas acciones por parte de distintos organismos estatales han sido enfocadas en desarrollar el conocimiento de esta enfermedad, y sus medidas de control.
Se debe de conocer, que un humano puede infectarse con el virus de la rabia a través del contacto con la saliva de un animal enfermo, sin que necesariamente ocurra una mordedura. Basta que un tajo, herida, rasguño profundo o quemadura en su piel entre en contacto con la saliva del animal rabioso. Una vez que el virus penetra, se dirige siempre al sistema nervioso central.
A diferencia de Uruguay, en Argentina las estadísticas muestran que se han registrado, en territorio bonaerense, 132 casos en el año 2018, 89 casos en 2019, 66 casos en 2020, 67 casos en 2021, 82 casos en 2022 y 58 casos hasta mayo de 2023. Estos números estarían mostrando que la rabia en la provincia está en crecimiento. Por otra parte, en Brasil, entre 2010 y 2022, se notificaron un total de 45 casos fatales en humanos por rabia, incluidos 24 directamente provocados por murciélagos, nueve por perros, cuatro por gatos, cuatro por primates no humanos, dos por zorros y dos de origen desconocido.
Lo acontecido en la región, nos interpela y es nuestra responsabilidad evitar el ingreso de animales que puedan traer la enfermedad y poner en riesgo el patrimonio sanitario de nuestro país.
Debemos cuidar nuestro presente y nuestro futuro, ser responsables, por nosotros, por nuestros hijos, por nuestros animales y por el ambiente en el cual vivimos.
¡Construyamos un país más saludable y seguro para todos!
¿Cómo lo podemos hacer?
Cuando ingreses al país, no traigas contigo animales no autorizados y sin certificado sanitario.
Notifica a los servicios oficiales cuando encuentres animales sospechosos de rabia (mordedores, muertos en forma repentina o con síntomas nerviosos sin un diagnóstico).
Concreta la vacunación anual de perros y gatos con vacuna antirrábica desde los 3 meses de edad y durante toda su vida.
Consulta al médico ante mordedura de animales, por más leve que sea, en forma inmediata e informa al profesional si el animal mordedor es perro o gato.
Encontrá aquí más información sobre las políticas de ingreso, y sobre las medidas y recomendaciones para la población. También podés informarte sobre la detección del caso de rabia en Salto aquí.