Informe
Cuatro empresas que permiten adquirir estas divisas en el país dan cuenta del crecimiento y adelantan planes de proyectos que permitirán a comercios aceptarlas como pago.
El pasado domingo 13 se jugó el Super Bowl, la final de la NFL, uno de los eventos más esperados tanto por los fans de este deporte, como por las marcas que llegan a pagar varios millones por emitir sus megacomerciales en las tandas. Uno de los que más llamó la atención en la última edición fue el de un código QR que «flotó» durante 60 segundos en la pantalla al estilo del viejo logo de DVD.
Detrás de la osada jugada de marketing, que costó US$ 14 millones, está Coinbase, un exchange (una especie de casa de cambio) de criptomonedas. El QR enlazaba al sitio de la empresa y quien se registraba recibía US$ 15 en bitcoin. Coinbase recibió 20 millones de visitas y colapsó durante una hora. La app trepó del puesto 136 de descargas en EE.UU. al 2.
El furor por las critpomonedas es palpable. Varias empresas dedicadas al negocio disputan las camisetas de los principales clubes de fútbol del mundo y hasta el tradicional Staples Center, el estadio de básquetbol de los Ángeles Lakers y los Clippers cambió de nombre: Cryto.com Arena se denomina ahora, tras un acuerdo por US$ 700 millones por 10 años.
En Criptala, exchange uruguayo creado en 2020, la cantidad de usuarios crecemos 20% mensual y hoy ya cuenta con 1.500 clientes que han comprado y vendido.
Uruguay no escapa al fenómeno y en el último tiempo surgieron cuatro jugadores que permiten comprar estas divisas en el país.
En el exchange uruguayo Criptala, creado en 2020, la cantidad de usuarios no para de crecer. «A nivel de clientes crecemos 20% mensual y hoy ya contamos con 1.500 usuarios que han comprado y vendido. En promedio, tenemos 30 operaciones diarias», indicó Juan Becerra, uno de los fundadores.
Fenómeno similar vive el exchange global Binance, que desembarcó en Uruguay a mediados de 2021. «Desde que empezamos, crecimos un 30% en usuarios activos. Uruguay es un país pequeño, no está cerca de la penetración de Argentina, pero nos están sorprendiendo para bien», indicó Maximiliano Hinz, director general de la compañía para Latinoamérica.
Binance, desde que arribó a Uruguay a mediados de 2021, creció un 30% en usuarios activos.
En tanto, en el primer cajero de criptomonedas del país ya se llevaron a cabo más de 1.000 transacciones desde su instalación en enero de este año, con un promedio de compra y venta de US$ 20, indicó Adolfo Varela, CEO de InBierto, empresa que junto a Urubit está detrás del innovador proyecto.
Por último, la fintech uruguaya Prex, que sumó la posibilidad de adquirir criptomonedas desde su plataforma en diciembre del año pasado, registró que un 25% de sus usuarios se interesó por este nuevo producto (aprobaron los términos y condiciones para poder explorar la opción) y un 7% (unas 10.000 personas) finalmente compró, dijo Agustín Gallo, director de crecimiento de Prex Latinoamérica, quien aclaró que el promedio de compra se acercó a US$ 100.
Desde su instalación, en enero, en el primer cajero de criptomonedas del país ya se llevaron a cabo más de 1.000 transacciones.
Primeras barreras
Una de las barreras a romper a la hora de comprar criptomonedas es la facilidad y la acreditación al instante.
En Binance se pueden adquirir por tres medios: tarjeta de crédito, transferencia internacional y compra entre usuarios. «En Uruguay, donde el 90% de los clientes son usuarios finales, la compra por tarjeta de crédito (de bancos que lo permitan) y la transacción de criptomonedas entre usuarios son las más utilizadas», dijo Hinz, quien aseguró que «se hace en el momento, es segura y rápida». En tanto, el depósito internacional es usado por corporaciones, porque tiene un costo de swift de entre US$ 30 o US$ 40. «Lo usan para operaciones mayores de US$ 5.000, generalmente grandes corporaciones», señaló. La empresa solo cobra 0,1% por transacción entre criptomonedas, pero además ofrece un producto de ahorro en USDT (una criptomoneda estable que tiene paridad de US$ 1) de renta fija de 7% anual, «con pagos diarios y que permite sacar parte o el total de los valores en cualquier día».
En Prex, un 7% (unas 10.000 personas) finalmente compró alguna criptomoneda desde que se habilitó la opción, en diciembre de 2021.
Tarjetas de crédito o contado son las opciones de Criptala, InBierto y Prex.
En Criptala también aceptan transferencias bancarias, pero a la cuenta de la empresa. «Para hacer una compra tan solo hay que registrarse en la plataforma, crearse una billetera de criptomoneda y contactarnos», apuntó Becerra. En este caso se cobra 5% por operativa de venta y 1% de compra.
Prex, por su parte, que resguarda las criptomonedas en EE.UU. con la empresa Paxos, integró el sistema de compra y venta directamente en su plataforma. «Desde ahí se hace todo. El cliente ingresa con su usuario y puede comprar, vender y canjear dólares o pesos cuando quiera y se acredita en el momento, las 24 horas todos los días», indicó. El costo es de 2% más US$ 0,99 por compra y 1% por venta.
El cajero de inBierto hoy funciona en sociedad con el local Smart Point en Punta del Este. «El usuario abre su billetera, escanea el código QR del cajero, elige la operación y luego paga en el local», dijo Varela sobre cómo funciona.
En todos los casos, los operadores coinciden que la mayor parte de transacciones corresponde a compra y no ventas.
De Inversión a pagos
Aunque el Bitcoines la criptomoneda más conocida, no es la más elegida por los uruguayos.
En Binance, Criptala e InBierto el mayor porcentaje de transacciones de compra refiere a las denominadas criptomonedas «estables».
En la multinacional representan el 70% de las ventas y corresponde a USDT (creada por la compañía Tether) que tiene paridad 1 a 1 con el dólar. En la uruguaya Criptala esa «moneda» llega a ser el 90% de las transacciones, mientras que en inBierto, al cierre de enero, un 60% de las compras fueron de BNB (criptomoneda de Binance) y 40% las de las empresas inBierto y Urubit. «Pero ahora que sumamos USDT comenzó a subir este último», dijo Varela.
En Prex, en tanto, la principal compra ha sido Bitcoin, seguido de ethereum.
La razón de este fenómeno responde en parte a la volatilidad de divisas como el Bitcoin, que lleva a que los usuarios se resguarden en las «estables», que luego se usan como ahorro e inversión para comprar otras criptomonedas, indicó Hinz. Otra explicación es que son utilizadas en muchos casos para trasladar dinero de un país a otro, como los argentinos que vienen a Uruguay, indicó Becerra, que tiene un 20% de clientes de Argentina y entre los uruguayos empleados de tecnológicas «que cobran su sueldo con cripto».
Tras la aceptación del público uruguayo, algunas empresas quieren ir un poco más allá y ampliar el uso a los comercios.
«En dos meses, con el lanzamiento de la nueva plataforma de Criptala, sumaremos una sección para aquellos comercios que quieran aceptar cripto como medio de pago. Ya estamos en conversaciones con algunos», indicó Becerra.
Desde InBierto también revelaron que este año será «el de adopción comercial».
Su plan es lanzar una herramienta para pagar con criptomonedas que «será como un POS con Android donde se escanea un código QR, se envía la criptomoneda y el comercio elige si recibe el dinero o las cripto», cerró Varela.
Es una de las mayores plataformas de intercambio de criptomonedas del mundo. Desembarcó en Uruguay a mediados de 2021 y ofrece un portafolio de unas 400 criptomonedas. Su función es «similar» a la de un banco, con opción de depósito, custodia y hasta planes de ahorro con comisiones anuales que llegan al 7%. Según su gerente general, «el público uruguayo maduró, pero aún hay mucho por hacer».
En diciembre del año pasado, la fintech uruguaya Prex sumó a su plataforma la posibilidad de invertir en criptomonedas. Hasta el momento se admite la compra de Bitcoin, Ethereum, LiteCoin, Bitcoin Cash y Paxgold, y los pagos se pueden hacer en pesos uruguayos.
Para garantizar el proceso, la empresa confió la operativa de las criptos a Paxos, una compañía radicada en EE.UU. que provee este mismo servicio al gigante de pagos electrónicos PayPal.
En 2016, Martín Becerra comenzó a indagar en el mundo de las criptos hasta que octubre de 2020, junto a su hermano Juan Becerra, Nicolás Barbani y Marcelo Tracogna crearon Criptala, una «casa de cambio de criptomonedas» uruguaya que ofrece servicios de compra y venta de criptomonedas en pesos uruguayos y dólares. Hasta el momento cuentan con 1.500 clientes.
Las uruguayas inBierto y Urubit unieron fuerzas y lanzaron una innovadora forma de comprar criptomonedas: un cajero. El primer equipo fabricado en Uruguay se instaló en Punta del Este, en el local de Smart Point y opera con Bitcoin, BNB (la criptomoneda de Binance), BUSD (la moneda estable de Binance), Ferret Token y Urubit (las dos criptos uruguayas) y ahora USDT. Ya confirmaron tres cajeros más y esperan alcanzar todo el país este año.