Innovación
La empresa argentina está instalada en Uruguay, en Zonamérica, y planea llegar a ese objetivo en 2025.
Mapear toda la superficie de la Tierra en 24 horas todos los días del año es el objetivo que se fijó para 2025 la empresa argentina Satellogic, que fabrica nanosatélites en Uruguay. «El plan es lanzar más de 300 satélites para tener la capacidad de mapear toda la superficie de la Tierra una vez por día. Ya lanzamos los primeros 11, en noviembre pondremos en órbita otros 10que construimos en medio de la pandemia. Para 2022 el objetivo es tener 60 satélites orbitando», detalló Emiliano Kargieman, CEO de la empresa Satellogic.
Entre otros mojones, remarcó que, una vez que los satélites estén orbitando este año, Satellogicse convertirá en «la compañía con mayor capacidad de recopilar datos del mundo».
Kargieman cerró la edición del miércoles de la Mega Experiencia Endeavor 2020, donde compartió parte de su historia y los planes a futuro.
Ver más allá
El CEO no llegó a los nanosatélites por sus conocimientos del sector, sino por su perfil tecnológico y su constante curiosidad por investigar «el potencial de las cosas más allá de lo que están hechas».
Con nueve años de edad programaba y con 12 ya buscaba saber cómo funcionaban sistemas más complejos. Con 19 fundó Core Security, su primera empresa de seguridad informática, que luego vendió para pasar a ser inversor. Pero no fue hasta 2009, cuando se inclinó por tratar de resolver los problemas de la humanidad como el acceso a la alimentación, la energía y de forma sustentable, que comenzó a gestar Satellogic.
«Quería hacer un proyecto de agro y terminé haciendo uno de satélites. Es que para optimizar lo primero de manera sustentable teníamos que tener información para mejorar la toma de decisiones. Durante mi estadía en el Centro de Investigación de la NASA entendí que los satélites están en el mejor lugar para captar esos datos, pero para hacerlo en tiempo real es necesario poner muchos satélites».
Eso era inviable, cada uno costaba US$ 500 millones, lo que lo llevó a ver el problema desde otro lugar y entender que el problema en el costo está en que son hechos para orbitar muchos años y garantizar confiabilidad. «Yo vengo de la industria de la informática, donde se resuelve el problema de la confiabilidad en construir redes, donde los elementos individuales pueden fallar. Esto no existía en el mundo del espacio y fue lo que traje a la industria. Hacer satélites baratos con 95% de confiabilidad y que vivan solo tres años. Así abaratamos 1.000 veces el costo. Los construimos desde cero en Uruguay y podemos lanzar 300 de los nuestros por menos del costo de uno de los otros», comparó.