El teletrabajo desde casa trajo un viejo enemigo: sobrecarga y burnout

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cansancio, burnout, fatiga crónica

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Las empresas deben tener cuidado con no sobrecargar a sus empleados de trabajo y provocarles un burnout.

El paso al teletrabajo que trajo el inicio de la pandemia de COVID-19 a nivel mundial tuvo un aspecto positivo para muchos empleados.

Otros, en tanto, lograron acostumbrarse al menos a las nuevas condiciones de trabajo. Sin embargo, hay empleados que sufren las consecuencias psíquicas de trabajar desde casa.

Más de uno corre incluso el riesgo de sufrir lo que se denomina síndrome de burnout, algo que afecta más a las mujeres que a los hombres.

“Los estudios indican que suelen ser ellas las que, además de trabajar, se ocupan de los niños cuando cierran jardines de infancia y escuelas”, dice la alemana Franziska Stiegler, directora del proyecto de Salud Psíquica en el Mundo del Trabajo (psyGA) de la iniciativa Nueva Cualidad del Trabajo (INQA) en ese país.

Los solteros también forman parte del grupo de riesgo con más posibilidades de sufrir un burnout o síndrome de desgaste profesional por el teletrabajo. De acuerdo con Stiegler, el intercambio social es un recurso importante para el equilibrio psíquico.

Los empleados no le encuentran sentido al trabajo

En general, muchas de las personas que trabajan desde casa se quejan de que esta situación borra las fronteras entre el mundo privado y el laboral y afirman que les cuesta cargar energías para el día a día, se sienten “quemadas”.

“Están agotadas de manera crónica y tienen dificultades para encontrarle un sentido a su trabajo o sentir interés por él”, dice el profesor Eric Quintane, de la escuela superior internacional de negocios ESMT en Berlín.

A esto se suma, según Quintane, que los afectados a menudo dudan de su capacidad de poder hacer bien el trabajo, lo cual lleva no pocas veces a que el rendimiento efectivamente descienda.

Cuándo hay que buscar ayuda profesional

Si los afectados dicen o piensan con cada vez mayor frecuencia “no puedo más, no quiero seguir”, es aconsejable buscar ayuda profesional.

“Lo mejor es actuar lo antes posible”, dice Stiegler. Muchos seguros de salud ofrecen medidas preventivas como entrenamientos online.

“También puede ser de ayuda contactar con algún centro de asesoramiento y dejarse aconsejar gratuitamente allí”, añade.

Quintane subraya que las personas que sufren un burnout no deben ser estigmatizadas.

“El burnout no es señal de que un empleado sea más débil, rinda menos o de que se le pueda delegar menos que a otros”, advierte.

Antes de llegar al burnout, también conviene recordar algunas recomendaciones para trabajar de forma más saludable desde casa.

Un punto clave es contar con el equipamiento técnico y ergonómico correctos. También es importante crearse rutinas claras, con pausas regulares, respetar los días de descanso y moverse lo suficiente.

Mantener un intercambio regular con los jefes

Otro aspecto importante es mantener un intercambio regular, aunque sea remoto, con el equipo y con los directivos.

Por otra parte, los empleados deberían hablar abiertamente de los problemas que enfrentan.

“Idealmente, cada jefe debería contactar a sus empleados al menos una vez a la semana y preguntarles qué les está costando más en el teletrabajo y hablar con ellos acerca de posibles soluciones”, afirma Stiegler.

De acuerdo con Quintane, otro enfoque puede ser evaluar si el trabajo se está distribuyendo de forma equitativa entre todos los empleados.

En estos casos, puede ser de ayuda rastrear la frecuencia de las “huellas digitales” que dejaron en determinado producto las personas que trabajan desde su hogar.

“Es decir, analizar el tráfico de correos electrónicos, llamados y otros registros de conversaciones en plataformas digitales, sin analizar el contenido”, dice Quintane.

Un estudio iniciado por él en la ESMT demostró que esto permite identificar bien a los empleados que están sobrecargados.

Quintane y su equipo trabajan actualmente en un algoritmo inteligente que evalúa qué factores pueden estar relacionados con un burnout en distintas organizaciones.

“Nuestro objetivo a largo plazo es desarrollar un sistema de advertencia automatizado que evite el burnout”, explica el profesor. 

¿Cómo combatir el síndrome del burnout?

Verónica Morín, docente del Centro de Ciencias Biomédicas en la Universidad de Montevideo, publicó un estudio en 2014 sobre cómo afrontar este síndrome. A nivel individual, la experta sugiere entrenamientos para mejorar el ejercicio profesional. Por ejemplo, propone gestionar de manera más eficaz el tiempo y dotar a los empleados de técnicas de comunicación asertiva. A nivel grupal: fomentar el apoyo social por parte de los compañeros de trabajo. Por eso, aconseja brindar apoyo emocional al percibir cuando es necesario para el otro. Finalmente, Morín da consejos sobre cómo intervenir en las empresas. Para ello, proponen reducir la sobrecarga de la tarea que se la adjudica a un empleado y dar una mayor autonomía laboral.

[EN BASE A DPA]

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