En una demostración de cooperación interinstitucional y compromiso con la sustentabilidad, Uruguay da un gran paso en la renovación de Salto Grande, un baluarte de la energía nacional que representa el 32% de la electricidad del país. Este proyecto reafirma la soberanía energética de Uruguay y destaca la visión de futuro y la estrategia de país que nos caracteriza.
En el marco del Proyecto de Renovación de Salto Grande, la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande, en coordinación con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), creó un grupo interinstitucional para buscar los mejores elementos de renovación e inversión para transformar la central eléctrica. Ese grupo presentó hoy, lunes 18, en Presidencia de la República los resultados preliminares del trabajo.
Además de la CTM de Salto Grande y el MIEM, el grupo está integrado por UTE y la Administración del Mercado Eléctrico del Uruguay (ADME), los actores más importantes en el sistema eléctrico en el país. También cuenta con los aportes de la consultora Clerk y de expertos internacionales.
La renovación implica extender la vida útil del complejo, su capacidad de producción, eficiencia y seguridad, y se realizará en tres etapas, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Entendemos que un proyecto de estas características, debe ser evaluado y considerado por todos los involucrados, de modo de formar parte de una estrategia país”, dijo el presidente de la Delegación del Uruguay ante la CTM, Martín Buratarán.
La Delegación del Uruguay ante la CTM “ha trabajado muy duro” en este proyecto. “Estamos comprometidos para que Salto Grande continúe siendo un pilar de nuestra soberanía energética. Es un proyecto de todos y para todos, vital para el Uruguay del mañana”, agregó Buratarán.
La primera etapa comenzó en 2019 y culminará en 2024, con una inversión de US$ 80 millones. La segunda, que a su vez se divide en dos tramos, irá desde 2024 hasta 2029 (US$ 150 millones) y luego de 2029 a 2034 (US$ 125 millones).
Por último, la tercera etapa, que implica restaurar el equipamiento principal de turbinas y generadores a su condición de operación óptima y confiabilidad por los próximos 30 años, prevé una inversión de US$ 600 millones, y se llevará a cabo desde el año 2025 hasta el 2045.
En esta última etapa se prevé la intervención de 14 unidades, que no estarán disponibles para su uso durante un año.
“Esta última intervención tiene un impacto muy grande para el sistema uruguayo porque Salto Grande abastece aproximadamente el 32% de la demanda energética de Uruguay. La idea de generar un equipo interinstitucional implica desarrollar una estrategia de renovación para las turbinas y generadores que contemple los intereses del país, considerando costo, riesgo y beneficio a nivel nacional”, explicó Gabriel Sardi, gerente general de la CTM de Salto Grande.
Al mismo tiempo, remarcó que es “un hito” la integración técnica interinstitucional para un tema relevante para el país, con perspectiva de impacto a futuro.
El informe preliminar concluye, en su etapa de diagnóstico, la robustez y el buen estado del equipamiento original de la CTM de Salto Grande, y reafirma la necesidad de renovarlos debido a la proximidad del fin de la vida útil del generador.
A su vez, se definieron alternativas posibles, se simuló el impacto en los diferentes casos de renovación sobre el sistema eléctrico uruguayo y el costo país del abastecimiento de la demanda.
En el primer semestre del próximo año, la CTM de Salto Grande presentará el informe final elaborado por el equipo interinstitucional y comenzará la etapa de coordinación y acuerdos de la estrategia definitiva para la renovación junto al gobierno argentino.