El 2023 fue un año complejo para el sector turístico que, luego de atravesar la pandemia del covid-19, tuvo que enfrentar los impactos económicos de la crisis en Argentina. Para mitigar los efectos negativos de la diferencia cambiaria entre ambos países, el Poder Ejecutivo destinó aproximadamente US$ 80 millones, entre subsidios y exoneraciones tributarias, con el objetivo de ayudar al comercio nacional fronterizo. Si bien aún no se conocen las cifras oficiales, estimaciones privadas consideran que en 2023, por primera vez, la balanza de turismo será negativa debido al gasto que hicieron los uruguayos en Argentina.

En entrevista con El País, el ministro de Turismo, Tabaré Viera habló sobre esta situación, así como también sobre el presente de la actividad turística, la temporada de verano y las posibilidades que tiene el sector hacia adelante. A continuación, la entrevista.

—¿Qué balance viene haciendo de la temporada 2023-24?

—El comienzo fue bueno. Los datos de Migraciones nos muestran que desde el 22 de diciembre al 5 de enero, entraron 400.000 visitantes, bastante más de los que entraron en el mismo período del año pasado. La ocupación varía, pero en general podemos decir que los informes y opiniones que nos dan hoteleros rondan un promedio de 90% en la costa y un 60% en la zona termal.

-Operadores del sector notan una tendencia de alquileres cortos, una temporada intensa en los primeros días y luego escapadas breves. ¿Visualizan esa tendencia?

-Hace mucho que cambió la costumbre de los turistas en el mundo entero y también en nuestro país. La gente no se toma mucho tiempo para hacer reservas y planificar, generalmente las reservas son muy sobre la hora y se toman periodos cortos de vacaciones. Eso ha pasado también en Uruguay. Cuando hablamos de ocupación, hablamos de la hotelera, pero también hay mucho alojamiento en los alquileres, que no están generalmente contados en esa ocupación. Durante este año los precios fueron razonables, se mantuvieron bien. Hay una variedad muy grande y una oferta muy diversa, puede haber de todos los precios, pero en general sentimos que los precios han estado razonables, tanto en alojamientos como en alimentos (restaurantes y supermercados). Comenzó bien en todos los destinos del país, no solamente en el costero.

-Sin embargo, los empresarios del norte del país estaban alertando sobre un menor flujo turístico y bajas reservas…

- Sí, no hay reservas con mucha antelación, pero ha habido una ocupación razonable en una época del año que no es la de mayor ocupación, como es el caso de los destinos termales. Para la época del año, lo que me cuentan es que han andado en un 60% de promedios de ocupación. Hay todo un turismo desarrollado en casi todos los departamentos que tienen que ver con espacios rurales y naturales, que están funcionando a pleno.

Otro capítulo es el tema de la rentabilidad, hoy tenemos tarifas (internacionalmente hablando) bastante razonables y eso compromete mucho la rentabilidad, que es lo que nos dicen los empresarios, sobre todo los hoteleros de los hoteles de menor nivel. Los de cuatro y cinco estrellas andan muy bien.

-¿Cuál es el perfil de los turistas argentinos que han llegado hasta el momento?

-No hay datos a esta altura del año para constatar cual es el perfil de los turistas. Es evidente que la crisis argentina ha afectado la vida de esos turistas.

—¿Se nota la falta del turista de clase media argentino?

—Se nota y se nota también en el gasto. Los argentinos que llegan, sobre todo a algunos destinos (del este) son de un nivel económico alto y en otros destinos, falta el argentino de clase media. Por eso estamos jugados a crecer en otros mercados y no ser tan dependientes de lo argentinos. Venimos evolucionando muy favorablemente desde 2022. Trimestre a trimestre, el número de visitantes crece pero siguen siendo los argentinos los que vienen mayormente. También ha crecido el número de visitantes brasileños, pero los argentinos siguen viniendo. Son muy fieles, sobre todo en esta época del año. El gasto por turista también viene creciendo, pero no en la misma proporción. Ahí hay una diferencia y se nota por la situación económica que viven.

—Se estima que la balanza de turismo en 2023 terminó siendo negativa, por primera vez, debido al menor gasto de argentinos...

—Todavía no tenemos el dato de 2023. Pero es claro que tuvimos un periodo en que los precios relativos de Argentina fueron muy atractivos y sobre todo en el invierno, donde además Argentina tiene una fuerte oferta turística y con precios relativos por la diferencia cambiaria que realmente eran muy atractivos. Vamos a cerrar un año de gran recuperación del turismo interno, que es un indicador fundamental. En 2023 ha crecido por lo menos un 10% versus 2022.

-Los servicios y el comercio en los departamentos fronterizos sufrieron mucho la diferencia cambiaria con Argentina. ¿Cómo visualiza la situación para 2024?

-Es demasiado prematuro para hacer evaluaciones o previsiones. Argentina está tomando algunas medidas que han sido públicas. Empiezan a haber algunos cambios, hay una inflación muy importante ahí, los precios han subido mucho y todo haría pensar de que con el transcurso de estas medidas que ha dotado el nuevo gobierno, esa diferencia cambiaria se iría estrechando y tendería a normalizarse. Nosotros vamos a hacer lo nuestro, porque hay variables en las que lamentablemente no podemos incidir. Lo primero que estamos haciendo es tratar de crecer en otros mercados para no ser tan dependientes de lo que pase en Argentina.

—¿Se pueden esperar nuevas medidas por parte del gobierno para mitigar los efectos negativos de la crisis argentina?

—Hoy están vigentes todas las exoneraciones de IVA, que para los turistas no residentes es el 100% en hotelería, alquiler de vehículos, propiedades y restaurantes. Para el no residente, va a seguir post temporada, porque es tomado como un impuesto a la exportación. Para el turista residente, se estableció desde el 15 de diciembre de 2023 hasta el 30 de marzo de este año el IVA tasa cero en la hotelería y la devolución del 9% de IVA en gastronomía. Es bueno destacar que el IVA tasa cero para la hotelería opera como una resignación fiscal (cuyo beneficiario es el turista, porque no paga el IVA), pero opera también como un subsidio, porque al ser IVA tasa cero y no exoneración de IVA, la empresa puede descontar su IVA de compra. Esa medida para los turistas residentes (que fue excepcional) opera solamente para aquellos hoteles que en el último año facturaron hasta 10 millones de unidades indexadas, principalmente son los hoteles de cuatro a cinco estrellas. Los de tres o dos estrellas están sufriendo dos cosas: la crisis (dejando poco resto para mejorar su estructura y servicios) y sobre todo, la competencia desleal por la oferta de las plataformas de alojamientos particulares.

Foto: Leonardo Mainé.

-¿La considera desleal?

-Termina siendo una competencia desleal, sí. Por eso hemos enviado el proyecto de ley (para regular los alojamientos turísticos de particulares a través de aplicaciones digitales).

-¿Qué avances tiene ese proyecto?

-Está en la comisión del Senado, a estudio. Estimo que va a salir este año con modificaciones. Como siempre, en el proceso legislativo puede haber modificaciones, pero es absolutamente necesario. El alquiler de viviendas de particulares para turistas siempre existió, pero fueron realizados por aquellos que alquilaban un mes o 15 días para financiar los gastos de sus casas o de su apartamento. Hoy, con la tecnología y las plataformas eso se ha vuelto exponencial y hay gente que alquila su casa, la de su madre, la de su vecino y también están los famosos anfitriones que administran varias propiedades.

 -¿Cuál es el objetivo del Ministerio?

-Lo que hace el proyecto de ley que nosotros enviamos al Parlamento es tratar de contemplar las dos realidades: separar lo civil de lo comercial y definirlo. Aquellos que históricamente alquilan algunos días al año, que sigan haciéndolo como hasta ahora. Está definido que no se considera comercial si alguien alquila hasta 90 días en el año y hasta determinado número de veces al año. Pero aquellos que alquilan en forma permanente, o sea, más de 90 días, deja de ser economía colaborativa. Pasa a la órbita de lo comercial, es un negocio. Si es un negocio de alojamiento puede seguir haciéndolo, pero cumpliendo requisitos. Debe registrarlo como se registra en los hoteles. Hay que ver que compiten con emprendimientos que pagan sus impuestos, generan trabajo y están regidos por una cantidad de exigencias, que son seguridad para el cliente como la habilitación de bomberos y habilitación municipal. Todo eso son costos. Lo que el sector privado plantea y yo creo que con razón, es que ya no compiten con el vecino, es decir, con el que alquilaba 15 días o un mes para ayudar en la economía colaborativa, sino con verdaderos negocios. Hay edificios enteros o prácticamente enteros que se alquilan con servicios de mucama, con servicios de hotelería o de apart hotel.

—¿Qué balance hace de la conectividad aérea de Uruguay?

—Ha ido recuperándose. La conectividad aérea depende muchísimo de la disponibilidad de aviones y tripulaciones de compañías aéreas. Hoy estamos con un 92% aproximadamente, de las conexiones que teníamos antes de la pandemia. Hemos recuperado 14 destinos y 11 aerolíneas y estamos por arriba del promedio de recuperación de la región, pero todavía falta.

—¿Puede haber alguna novedad este año?

—Sí, creo que va a haber. Un paso importante fue la creación del Sistema Nacional de Aeropuertos, con la concesión de seis aeropuertos del interior. Ya están re inaugurados el de Carmelo, que ha batido récord de movimiento aéreos privados y el de Rivera. Lo que tenemos también son expresiones de interés en abrir alguna aerolínea uruguaya. Eso permitiría operar lo que son las frecuencias de todos los acuerdos binacionales que tiene hoy Uruguay.

Foto: Leonardo Mainé.

—¿De capitales uruguayos o extranjeros?

—Hay de todo. Algunas aerolíneas internacionales que están viniendo a Uruguay tienen interés en certificar algún avión acá, pero es muy atractivo poder operar, por ejemplo, Aeroparque (Argentina). Estamos esperando qué va a pasar con Aerolíneas Argentinas. La idea es que se haga una aerolínea uruguaya y hacer nuevamente un plan de hub entre Uruguay y la región.

—¿Lo ve viable pensando en cómo fue la experiencia Pluna?

—Lo veo viable. Sería además estrictamente de riesgo privado. Lo de Pluna fue distinto, era otro negocio. Uruguay garantizó a una empresa privada la compra de aviones, no creo que eso ocurra hoy... Eso puede mejorar mucho nuestra conectividad. Es difícil porque somos un mercado pequeño pero lo veo viable.

-¿Cómo evalúa su gestión al frente del Ministerio?

-Tomé esta responsabilidad en un momento complicado para el turismo, con las fronteras cerradas y con un sector que depende de la movilidad de la gente. Es un sector muy resiliente, si tengo que destacar algo fue el trabajo en equipo, tanto con los gobiernos departamentales, a través de las divisiones de turismo de cada departamento, como con el sector privado. Realmente trabajamos juntos con la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), estamos en permanente contacto con la realidad. Es la única forma de gobernar y de tomar decisiones lo más acertadamente posible. Hoy tenemos cifras que hablan por sí solas. Todavía hay que hacer un balance al finalizar el período, pero el turismo se ha recuperado en el país. Ya estamos con cifras por encima del último año pre pandemia, ese era nuestro primer objetivo, teniendo en cuenta que el 2019 no fue el mejor año. El mejor año de la última década fue el 2017, así que ese será nuestro segundo objetivo. Hoy estamos llegando a los indicadores de cantidad de visitantes, el gasto por turista todavía hay que recuperarlo más, sin duda. Ha crecido, como decía, pero no en la misma proporción. Sin embargo, tenemos subsectores que han batido récords, como lo es el turismo de cruceros, que es muy importante y estamos trabajando mucho para que crezca. Trabajamos para mejorar la oferta, diversidad y calidad, ya que esa es nuestra mayor fortaleza en Uruguay. Somos un destino de calidad en infraestructura turística, oferta diversificada, rutas y seguridad. Creo que hay que seguir apostando a nuevos mercados, a mejorar la calidad de la oferta, a seguir batiendo récords.