El gobierno de Joe Biden volvió a advertir ayer sobre las consecuencias “catastróficas”, incluida la enorme pérdida de empleos, si el país incumple los compromisos de su deuda, en la antesala de que se reanuden la semana próxima las negociaciones con los republicanos por un acuerdo.
“Si el Congreso no logra elevar el límite de la deuda en el momento del incumplimiento, entraríamos en una recesión y sería catastrófico”, dijo el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, en el programa de entrevistas dominical de la CNN “State of the Union”.
Durante semanas, legisladores, autoridades económicas, banqueros y la Casa Blanca han advertido que Estados Unidos está al borde del incumplimiento de pagos, una medida que podría hacer que la mayor economía del mundo caiga en una incertidumbre con consecuencias drásticas, incluida una recesión inminente y un posible contagio financiero internacional.
La Oficina de Presupuesto del Congreso pronosticó el viernes que el país podría dejar de pagar sus deudas antes del 15 de junio si los legisladores no alcanzan un acuerdo con Biden para aumentar los límites actuales del gasto público. “No deberíamos estar en este punto”, dijo Adeyemo, mientras repetía el llamado de la administración para que los legisladores pongan fin al enfrentamiento partidista y suban el techo de endeudamiento de Estados Unidos. “Estados Unidos nunca ha dejado de pagar su deuda, y no podemos”, resaltó.
Biden ha declarado que quiere un aumento “limpio” del techo de la deuda, pero los republicanos insisten en que cualquier extensión de la capacidad de endeudamiento del país, actualmente con un tope de 31,4 billones de dólares, debe ir acompañado de restricciones sustanciales en el gasto.
Una esperada nueva ronda de conversaciones sobre el asunto entre Biden y los líderes republicanos, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se pospuso hasta la próxima semana.
Adeyemo reconoció que las negociaciones son “constructivas” y avanzan a nivel de personal, pero rechazó las afirmaciones republicanas de que Biden no quiere controlar el gasto federal.
[AFP]