Finanzas de bolsillo
Averiguar cuánto pagan en puestos similares y ver si hay margen para negociar.
Hablar de dinero suele ser incómodo y más cuando se trata de acordar el sueldo con un potencial empleador. En Finanzas de Bolsillo se consultó a diversos expertos que brindaron sus consejos para saber cómo pactar de buena manera el salario en un proceso de selección y acercarse al monto deseado.
Destacado.
Desde la consultora Adecco plantearon que es beneficioso conocer cuáles son los sueldos medios de la empresa a la que se aplica, para saber si el monto que uno tiene en mente es realista. “También será interesante saber qué otras ventajas ofrecen a sus empleados: seguro médico, flexibilidad horaria, etc. Existen muchas empresas que pueden tener sueldos más bajos pero lo complementan con beneficios y depende de cada uno saber qué prefiere y prioriza”, indicaron.
Para el director de la consultora O+H, Neker de la Llana, la persona entrevistada debe tener en cuenta el tipo de empresa, el tamaño y la situación que atraviesa el sector. “Podemos llegar a tener valores de referencia si investigamos a través de nuestra red de contactos, eso hace parte a la investigación a hacer antes de la entrevista, no se debería llegar sin esa información”, explicó.
En caso que no se sepa para qué empresa uno está siendo entrevistado, De la Llana señaló que de todas formas “se puede tener alguna referencia del sector y del valor de ese puesto en otras organizaciones”.
Actitud.
Desde Adecco aconsejaron que “siempre hay que cuidar la imagen” y es por esto que recomiendan mantener una actitud abierta, amable, educada, humilde y conciliadora; como también recordar que las políticas de salario son diferentes en cada empresa.
Para el director de O+H es clave mantener una actitud receptiva y no necesariamente volcar de primera mano una cifra sino ver si desde el otro lado puede llegar alguna referencia en materia salarial.
“Es bueno a priori resistir la pregunta (de cuánto se desea ganar) por lo menos una o dos veces, ¿A qué voy con esto? A que si me preguntan cuál es mi expectativa quizás se debería marcar que uno está abierto a considerar la propuesta de la empresa, que va a valorar los distintos elementos de la propuesta y no solo el salario, como para en función de eso poder tomar una decisión”, explicó de la Llana.
Asimismo, indicó que no se deben perder de vista las expectativas personales y el “piso psicológico” de cada individuo. “Ese es el otro elemento a considerar: mi propio presupuesto, ese mínimo razonable sobre el cual poder establecer mi expectativa”, añadió.
El número "justo".
Ni más, ni menos. El trabajo de cada persona vale un dinero específico así que es justo que se reclame esa cantidad.
Desde Adecco señalaron que “uno de los grandes mitos sobre el acuerdo salarial es que aceptar un sueldo bajo aumentará las posibilidades de acceder al puesto que se desea”. Conocer los sueldos medios permitirá saber más acerca de cuánto vale realmente el trabajo, teniendo en cuenta la experiencia y méritos de cada uno.
Para la gerente de Consultoría en Capital Humano de KPMG, María Laura Volpi, en caso que la empresa solicite aspiraciones salariales al postulante, “se puede mencionar una cifra concreta o un entorno salarial (entre tanto y tanto) si considera que aún requiere información del puesto”.
“Si el postulante no tiene referencias salariales del mercado y se encuentra muy interesado en el puesto, puede expresar su nivel salarial actual, siendo claro si aspira a incrementarlo y luego escuchar la propuesta salarial de la empresa”, explicó.
Argumento.
Dicen que la mejor improvisación es aquella que ya está preparada. Cuando se especifique el monto que se pretende alcanzar, lo habitual es que el reclutador devuelva una pregunta: ¿por qué?
Adecco aconseja “estar listo para responder esta pregunta, para lo que se recomienda preparar un listado de argumentos y así defender la propuesta”.
Lo mismo sugiere el director de O+H, quien señaló que “es importante tener claro cuál es el valor de referencia posible que se le dirá al entrevistador, es clave que esta pregunta no nos tome por sorpresa sino que hayamos pensado en eso antes y que tengamos claros cuáles son nuestros límites”, indicó.
Ser realista.
Para Adecco, es fundamental no perder de vista cuál es el sueldo habitual dentro del sector; “ser realista es la clave”, apuntan.
¿Pero cómo saber cuál es el valor del mercado? Para De la Llana se debe intentar averiguar a través de colegas que estén en roles similares para entender cuál puede ser un valor razonable de mercado.
Asimismo, sugirió tener en cuenta que no siempre se puede negociar el salario puesto que esto depende muchas veces del perfil del puesto.
“Muchas veces las personas sienten que la capacidad de negociación al momento de acordar la propuesta salarial es relevante y en realidad a veces la propuesta está determinada o tiene límites muy concretos, con lo cual, en muchos casos sobre todo a niveles más operativos, la capacidad de negociación es muy baja. En niveles ejecutivos puede haber algo más de espacio”, explicó.
Primera oferta.
No hay que aceptar la primera oferta si es demasiado baja. Puede ocurrir que el monto del salario es considerablemente más bajo que el solicitado y que lo que se paga en el mercado. Si esta es la situación, Adecco recomienda no aceptarlo puesto que “es probable que sea negociable y es ese el momento para hacerlo”.
Otras opciones.
Si la oferta final de dinero no es lo que se espera, se pueden acordar otro tipo de condiciones que también resulten interesantes: más días de vacaciones, horario flexible, capacitaciones.
Volpi aconseja que cuando ya se conoce la remuneración del cargo y se esperaba un monto mayor, se puede “consultar si hay beneficios o bonos anuales; en caso contrario, también se puede preguntar si existe la posibilidad de incrementar ese salario luego de tres o seis meses, acordando claramente los objetivos para que se produzca el aumento y cuál sería la nueva cifra”.
“La formación dentro de la empresa suele ser uno de los incentivos más atractivos para trabajadores con poca experiencia, porque les permite acceder a mejores trabajos en el futuro”, agrega Adecco.
La pregunta: ¿los vales que dan las empresas a sus empleados en Navidad y fin de año están gravados por el IRPF?
La respuesta: vales a empleados por Navidad y fin de año
En ocasión de las fiestas de Navidad y fin de año, muchas empresas suelen entregar a sus trabajadores canastas u otros regalos. Técnicamente hablando son partidas no remuneratorias, ya que no tienen su motivo o causa en el trabajo realizado.
Dichos regalos no están sujetos a retención de Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), siempre y cuando el costo de compra o producción de los mismos no supere el mayor de los siguientes límites: 3.000 Unidades Indexadas (UI) (aproximadamente $ 12.000) o 10% de la remuneración nominal mensual del trabajador. En la medida que los regalos superen dicho monto, solamente el excedente de su valor estaría gravado por IRPF.
Esta exoneración aplica solamente a regalos en especie, no a entregas de dinero en efectivo. Tampoco aplica a bonos que los empleados pudieren recibir por cumplir con determinadas metas.
En diciembre de 2011, la Dirección General Impositiva (DGI) emitió un dictamen en referencia a dicha exoneración donde aclara que aunque estrictamente hablando no son regalos en especie, los vales por determinado monto de dinero canjeables por bienes, son asimilables a los regalos en especie y en consecuencia no están sujetos a IRPF.
Fuente: Bergstein Abogad
En una anterior edición de Finanzas de Bolsillo se trató el tema de las entrevistas laborales, pero enfocado en quienes están desempleados y cuál es la mejor manera de explicar al futuro empleador dicha situación. Desde las consultoras presentaron las denominadas “5 S” que sirvan para enfrentarse a ese momento. Lo primero es “ser sincero”, es decir no mentir al interlocutor diciendo que se posee empleo porque están acostumbrados a detectar si eso es verdad e incluso tienen forma de chequearlo. Otra cosa es “saber contar la historia”; Carolina Mussini de KPMG dijo que lo mejor es “plantear la situación sin entrar en demasiados detalles, y evitar realizar comentarios negativos u ofensivos acerca de la empresa o jefes” anteriores. Lo tercero es ir “sin miedo” a la entrevista; Federico Muttoni de Advice planteó que el despido “es algo que puede suceder por múltiples motivos y no siempre la responsabilidad recae en el trabajador”. Otro factor se denomina “sin culpables”; desde Adecco manifestaron que “no tiene sentido que cuando el entrevistador pregunta por los meses de inactividad se busquen culpables externos”. El último consejo es “ser conciso”; Mussini explicó que esto implica “no dedicarle mucho tiempo a detallar motivos o situaciones puntuales que se vinculan con la salida de la empresa, sino que es preferible explayarnos más en nuestras fortalezas o logros que hemos alcanzado en nuestra carrera laboral”.