DINERO
Tras el aumento de la tasa de política monetaria (el "precio del dinero) del Banco Central del Uruguay (BCU), dólar bajó al menor nivel desde marzo.
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El Banco Central (BCU) elevó el miércoles la tasa de política monetaria (el “precio del dinero”) de 4,5% a 5% y anunció que seguirá en una senda de alzas graduales para priorizar el combate a la inflación por sobre apuntalar la economía (como hizo desde el inicio de la pandemia de COVID-19 hasta ahora).
Una tasa de referencia más alta, en teoría se terminaría trasladando a un mayor costo del crédito en pesos (para familias y empresas) y de esa forma reduce presiones al alza en los precios al consumo por el lado de la demanda. Ese impacto ocurrirá con cierto “rezago” estimó el presidente del BCU, Diego Labat ya que todavía hay mucha liquidez (es decir muchos pesos en circulación en la economía).
De todas maneras, hay otros canales por donde impacta más rápido una suba en la tasa de interés de referencia. Uno es el tipo de cambio. Si el “precio del dinero” determinado por la tasa, en este caso el peso uruguayo, es mayor, eso podría debilitar al dólar ante la divisa local en el corto plazo (en el largo plazo hay otros factores con mayor influencia desde el exterior).
Algo de eso ocurrió ayer, con el dólar interbancario que tuvo la mayor caída diaria en cinco meses al bajar 0,52%. En promedio la divisa estadounidense se negoció a $ 43,343, el menor valor desde el pasado 2 de marzo (cuando cotizó a $ 43,326). En la víspera el “billete verde” cotizó entre $ 43,30 y $43,40, para finalizar en $ 43,35. El valor de cierre retrocedió 0,44% respecto al anterior.
En el mes, el dólar desciende 0,83% mientras que en el año sube 2,37%.
A través de las pantallas de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa) se realizaron un total de 96 transacciones por un monto de US$ 41 millones.
Al público en las pizarras del Banco República (BROU), el dólar cayó 20 centésimos ayer y cerró en $ 42,15 a la compra y $ 44,55 a la venta. Esas cotizaciones son las más bajas desde el 1° de marzo pasado, cuando la moneda estadounidense cerró en $ 41,95 y $ 44,35, compra y venta respectivamente.
La tasa de interés de referencia, ayer se operó en 5%.
El otro canal por donde una suba de la tasa de interés de referencia (y el anuncio de que gradualmente seguirá incrementándose) impacta es en el posible ingreso de capitales especulativos (“golondrina” en la jerga financiera) de corto plazo. Aunque esto no necesariamente tiene que ocurrir en forma líneal.
El economista Javier de Haedo fue el primero en advertirlo ayer en su cuenta de Twitter. “En la primavera vienen las golondrinas y en ésta, ¿también los capitales golondrina? Se prepara el terreno para el carry trade y para que baje el dólar, para que la inflación baje”.
¿A qué se refiere De Haedo? A que para que la política monetaria sea contractiva (es decir apunte a que haya menos demanda y por tanto menos presión al alza en los precios del consumo), la tasa de interés de referencia debería irse del 5% a poco más de 9%. Esto es porque las expectativas de inflación a fin de 2022 de los analistas son de 6,7% y la tasa neutral que estima el BCU es 2% real (es decir sería llevar la tasa de referencia a 8,7%).
Con una tasa de interés de referencia (que se cobran los bancos por préstamos entre sí a un día) en 9% anual, los títulos de deuda que emite el BCU para quitar pesos del mercado deberían estar en un poco más que ese guarismo.
Para un inversor, con la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal de Estados Unidos en 0%-0,25% (marca el “precio del dinero” del dólar en este caso), sería muy atractivo poner sus capitales en títulos del BCU en pesos (que le dan mayor ganancia). Así se genera el carry trade con el inversor obteniendo dólares a un costo bajo y colocándolos en pesos a una renta interesante. Ese ingreso de capitales a Uruguay, presionaría a la baja al dólar (a mayor oferta de un bien, en este caso el billete verde, para igual demanda, menor es su precio).
Este tipo de capitales son denominados “golondrina” porque vienen por un período corto (mientras el diferencial de tasas entre la de la Fed y la del BCU sea atractivo) y se van (y lo hacen masivamente generando un suba abrupta del dólar).
Todo esto es la teoría, porque en realidad el BCU no necesariamente tiene que llevar la tasa de interés de referencia a 9% o más
Expectativa y “Teoría Maradona”
¿Por qué el BCU no necesariamente tiene que llevar la tasa de interés de referencia a 9% o más para combatir las presiones al alza en los precios? Si los analistas creen que el Central hará todo lo que esté a su alcance para contener las presiones al alza de los precios, las expectativas de inflación se seguirán moderando y el ajuste necesario para llegar a una tasa de interés contractiva será menor.
Se puede ver en la “Teoría Maradona de tasas de interés”, un argumento desarrollado el 17 de mayo de 2005 por el entonces gobernador del Banco de Inglaterra (el equivalente al BCU) Mervyn King. El economista señaló que el segundo gol de Maradona a Inglaterra en el Mundial de México 86 “fue un ejemplo del poder de las expectativas en la teoría moderna de las tasas de interés”.
¿Por qué? “Maradona corrió 60 metros desde el interior de su propio campo eludiendo a cinco jugadores antes de colocar el balón en la portería inglesa. Sin embargo, lo verdaderamente destacable es que Maradona corrió prácticamente en línea recta”, destacó King.
“Los defensores ingleses reaccionaron a lo que esperaban que hiciera Maradona. Como esperaban que Maradona se moviera hacia la izquierda o hacia la derecha, pudo seguir recto”, añadió. “La política monetaria funciona de manera similar. Las tasas de interés del mercado reaccionan a lo que se espera que haga el banco central (...) los mercados financieros no esperaban que las tasas de interés se mantuvieran constantes. Esperaban que las tasas subieran o bajaran. Esas expectativas fueron suficientes, en ocasiones, para estabilizar el gasto privado, mientras que las tasas de interés oficiales de hecho se movieron muy poco”, explicó King.