Análisis: la devaluación mundial de las principales monedas entra en juego en el mercado internacional

Las luces amarillas de la macroeconomía estadounidense no son tomadas con la relevancia que ameritan, tal vez hasta que pasen las elecciones en ese país.

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Dólar y euro. Foto: Bloomberg fotos
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Por Michel Bomsztein, B&S Consultores en estrategia patrimonial
El petróleo abajo de US$ 70. Punto para la Reserva Federal (Fed), que afianza su victoria sobre la inflación. Los futuros sobre los Fed Funds le asignan un 90% de probabilidad a una nueva baja de tasas de interés en la próxima reunión. Nuevamente punto para la Fed. Las tasas reales y breakevens que mencionamos en un artículo anterior, subiendo marginalmente.

Esto se traduce como crecimiento económico con inflación contenida. Punto para el gobierno demócrata, que procura vencer al republicano Donald Trump y lograr un nuevo mandato, esta vez con Kamala Harris.

Kamala Harris y Donald Trump durante el debate presidencial.
Kamala Harris y Donald Trump durante el debate presidencial.
Foto: AFP

El gobierno chino una vez sí y otra también en modo inyección de liquidez, además de otras varias medidas heterodoxas orientadas a estimular el mercado especulativo bursátil. Acá no hay punto para nadie. El mercado ya no cree en el "milagro chino". Y en general los futuros en los mercados monetarios continúan descontando sucesivas bajas de tasas hasta al menos junio de 2025.

No es casualidad que en lo que va del año el oro haya subido 32% y la plata 42%. La devaluación mundial de las principales monedas, es un tema arriba de la mesa de los bancos centrales, fondos institucionales y ahora llegando a los inversores minoristas.

Las luces amarillas de la macroeconomía estadounidense no son tomadas con la relevancia que ameritan, tal vez hasta que pasen las elecciones en ese país. La revisión hacia abajo en la creación de puestos de trabajo no agrícolas de 2023 en menos de 800.000 -no es poca cosa-, quedó en el olvido.

Los datos que muestran enfriamiento del sector inmobiliario y ventas de automóviles no llaman la atención. La conclusión obvia es que el mercado accionario y de bonos festeja como si no hubiese un mañana. Pero lo habrá. Se llama año 2025 pos electoral.

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Mercados internacionales.
AP

Es peligroso dormirse en la complacencia, tanto como enfrentarse a un mercado que a pesar de estar caro, sigue siendo alcista.

Todo hace pensar que lo mejor es seguir bailando, pero cerca de la puerta. Siempre hay un después y el año 2025 está cerca.

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